Olvidar el Pasado

5 1 0
                                    

Capítulo 25

Después de ver que su objetivo ingresaba por la puerta del hotel, se acercó rápidamente hacia
donde se encontraba el auto de Tony.
—Vamos a entrar ahora, no hay tiempo, el tipo acaba de llegar.
—Encabezo la entrada, en el caso que se encuentre en la recepción a mí no me conoce.
Después de hacer un paneo por toda la recepción del hotel que se encontraba colmada de
gente, nos dirigimos a los ascensores.
—Cuarto piso habitación 406. Esto es lo que vamos a hacer, con un pequeño golpe en la puerta
vamos a anunciar servicio de habitación. Tenemos que estar preparados para cuando habrá la
puerta, seguramente debe llevar un arma encima.
—No creo que sea tan estúpido de empezar a disparar así porque sí, de cuántas personas
estamos hablando Gabriel.
—Son solo dos una mujer y él, no creo que esté trabajando con nadie, lo hace solo, estoy muy
seguro de eso.
—Muy bien, vamos.
Unos golpes en la puerta hicieron que me sobresaltara, pero enseguida recordé que iban a
traer el servicio de habitación.
—Al fin llego el servicio que pedí, estoy hambriento.
Me encontraba de espalda cuando la puerta se abrió, un estruendo de algo al caer hizo que
me diera la vuelta.
Julián se encontraba con las rodillas en el suelo y una mano a la altura del pecho, no demoró
nada en recuperarse del golpe que recibió, me tomó del cuello para ponerme de escudo. La
puerta se cerró, no antes de que ingresarán dos hombres, uno de ellos era Gabriel.
—Me parece que si prestas un poco de atención estás en desventaja. Lo mejor sería que dejes
que la muchacha se vaya y tal vez de esa manera te demos la posibilidad de que salgas de
este lugar sin un rasguño más, vos decidís.
—¿Quién sos vos para decirme lo que tengo que hacer?
—Mi nombre es Tony y a decir verdad no me interesa saber cual es el tuyo. Por tu bien creo
que lo mejor es que dejes que la joven salga de esta habitación.
—A mí me tiene sin cuidado lo que vos creés las órdenes acá las doy yo. Así que esta mujer no
se mueve de acá.
El tipo de entre su ropa sacó una Beretta 9mm que apoyó sobre la sien de Sofía, fue en ese
instante en que pude apartar mi mirada de la suya y tomar conciencia de lo que estaba
sucediendo en esa habitación, desatar un fuego cruzado en ese lugar podría resultar muy
peligroso. Concentré mi atención en estudiar cada movimiento que realizaba el sujeto. Tony
por su parte trataba de ponerlo nervioso y que bajará la guardia.
—Las armas las carga el diablo, ¿nunca te lo dijeron? Además, me parece innecesario que tu
novia tenga que pasar por esta situación, ¿no te parece?
—Podés quedarte callado, no necesito que me estés diciendo lo que tengo que hacer.
Todo sucedió en cuestión de segundos, desenfunde la Bersa automática, el proyectil de 9mm
impacto en la mano del tipo haciendo que la Beretta terminará en el piso, los gritos del sujeto
inundaron todo el lugar, el susto se podía ver en el rostro de Sofía, la vi trastabillar y supe que
estaba a punto de desvanecerse, me acerque y la tomé en mis brazos antes que se
desplomara en el suelo.
—Llévatela de acá, yo me ocupo de todo…

—Bueno, ahora me vas a decir todo lo que sabes y de eso va a depender tu futuro

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Bueno, ahora me vas a decir todo lo que sabes y de eso va a depender tu futuro.
—Estoy sangrando mucho necesito un médico.
—Lo siento, a este sitio no va a entrar nadie hasta que empieces hablar. Quiero que me digas
todo lo que sabes de los traficantes a los que le estuviste vendiendo información todo este
tiempo.
—En realidad no es mucho lo que tengo para contar, yo solamente ocupaba de avisarles
cuando le iban a caer encima para que así pudieran escapar.
—¿Me viste cara de estúpido? Lo que me estás diciendo no es ni siquiera un poquito de todo lo
que sabes, tenés media hora para empezar a largar todo, es la última vez que te lo pregunto.
¿Cuál es mi beneficio? ¿Qué gano yo dándote toda la información que tengo?
—Por el momento no estas en condiciones de exigir nada, así que empezá a hablar tu tiempo
se termina.
—Los que estuvieron en contacto conmigo eran tres, uno se encargaba de las armas, los otros
dos de las drogas, por lo general los cargamentos más grandes eran de estas últimas, hace
algunos meses me invitaron a un departamento ubicado en la calle Guillotière, cuando llegué
al lugar adentro del mismo me encontré con varias mujeres jóvenes que se encontraban bajo
los efectos de las drogas y hombres que hacían uso de ellas.
—Y se supone que vos no estabas al tanto de nada, ¿no?
—Yo no era parte del negocio, mi tarea era avisarles en la entrega de cargamentos grandes
cuando tenían que huir, porque ustedes estaban detrás de ellos.
—Y según vos eso no es ser parte del negocio, ¿que es entonces? Recibiste mucho dinero por
entregar esa información, así que para mí sos tan parte de esa banda como todos ellos, así
que no quieras tomarte por tonto.
—Y sí se creen tan inteligentes, sabían que mientras ustedes los mandaban a espiar, ellos
hacían lo mismo con ustedes. Según me dijeron ya se cargaron a toda la familia de tu
compañero y ahora van por él se quieren cobrar todo el dinero que perdieron por culpa del
padre.
—La verdad es que tengo que agradecerte por todo lo que me acabas de contar, es de gran
importancia para nosotros, ahora te hago una pregunta, ¿ sos consciente de con quiénes estás
tratando? ¿Te pusiste a pensar por un momento en el lío en que te estabas metiendo? Me
parece que no, esta gente es muy peligrosa.
—No tengo por qué responderte, eso no es asunto tuyo, ya te dije todo lo que sé, ahora
necesito un médico estoy sangrando mucho.
—Por supuesto, dame un minuto.
—Bonjour Direction Régionale de la Police Judiciaire
—Bonjour, je veux signaler un sujet pour avoir retenu une femme contre son gré et fait partie d'une
organisation qui se consacre au trafic de drogue et d'armes
—No te muevas de dónde estas, porque la próxima bala es en la frente, ¿fui claro?
—Ese no fue el trato que hicimos, te dije todo lo que sabía.
—Nunca hicimos ningún tipo de trato.
—monsieur s'il vous plait repondez
—Si vous voulez bien m'excuser, le lieu est l'Hôtel Plaza Athénée chambre 406
—nous partons pour là
— Merci beaucoup, j'espère.
—Ahora no te das cuenta, pero lo mejor que te puede pasar en este momento es estar
encerrado, está gente va a destrozarte si te pone una mano encima.
—Eso no es verdad, siempre les cumplí, gracias a la información que les pasaba salvaron el
pellejo y ganaron muchísimo dinero, me deben mucho.
—Ellos pagaron por cada palabra que les dijiste, así se manejan. Por ese motivo jamás dejan
ningún cabo suelto, así que por el momento te espera un poco de encierro, después veremos…
No sabría precisar cuánto tiempo había pasado, permanecíamos abrazados y yo no contaba
con la fuerza suficiente para apartarme de ella. Sofía sollozaba y su cuerpo se encontraba en
tensión podía sentirlo, iba a darle tiempo para que se reponga de todo lo que le había tocado
vivir. Estaba preocupado por Tony, pero confiaba en que podía manejar la situación.
Lentamente, fui aflojando el abrazo, necesitaba saber como se sentía, quería escuchar su voz.
Acerque mi boca a su oído y le hablé muy espacio.
—Ya todo terminó, ese tipo ya no va a molestarte nunca más, te lo prometo.
—¿Por qué? Porque me suceden estas cosas a mí, primero fue Martín y tuve que abandonar
todo lo que quería y empezar una nueva vida en otro país, lejos de mi familia, de mis afectos. Y
ahora otra vez la historia se repite, pero en esta oportunidad no estoy dispuesta a dejar nada,
no quiero hacerme cargo de los errores ajenos, no esta vez.
—No lo vas a tener que hacer, vos no tenés nada que ver en todo esto, toda está mugre
pertenece a otro mundo, no voy a permitir ni siquiera que te roce, ahora trata de descansar,
¿si?
—No, no puedo. Tenemos que hablar de todo lo que me contó Julián el tiempo que
permanecimos juntos.
—Está bien, solo que no quiero que te angusties, podemos hablarlo más tarde, ¿te parece?
—Es que tengo miedo, no por mí, por vos. Vos tenías razón era parte de una banda y necesito
que sepas todo lo que me dijo.
Un golpe en la ventanilla del auto nos asustó, no habíamos notado ni la sombra de la persona
al acercarse, respiré aliviado se trataba de Tony…

Olvidar el Pasado Donde viven las historias. Descúbrelo ahora