C-45 Marca.✓

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— ¡Le juramos que no fuimos nosotros!

— ¡Solo cumplimos con su orden! ¡Solo nos alejamos!

En un almacén ubicado en un lugar algo lejos a Qrita un grupo de adolescentes estaban atados regados en el piso, los chicos suplicaba por ser dejados en libertad y que sus familias no salieran lastimadas, aunque rogaban no sabían a quién.

Desde un inicio quién les atacó y ordeno alejarse del pequeño beta Gael de la familia Petit, les era una incógnita y por lo mismo estos no le tomaron muy en serio hasta que sus familias empezaron a ver problemas.

Por su parte los fríos ojos turquesas del alfa no se despegaba de aquellos que se atrevieron a cortejar a su futura esposa, Derían había pensado dejarles ir después de que estos se alejaran pero alguno de estos chistosos soltó la boca.

Aunque por un lado el que consideren a Meng como alguien que da mala suerte le era beneficioso para alejar a cualquier posible rival, no le gustaba que aislarán a su conejo.

— Si no fue cosa suya. . . ¿Entonces de quién?

Claramente cabreado se levantó de donde estaba sentado viendo a aquellos gusanos revolcarse por piedad, dando pasos firmes con la punta de su zapato hizo levantar la barbilla al pretendiente más intenso que tuvo su conejo.

— ¿No decías que sin importar lo difícil que fuera, lograrías tener su corazón?

Aquel llamado príncipe del colegio era a quien más odiaba Derían en ese momento, mirando al adolescente como si ya estuviera muerto podía recordar claramente como esa cosa sucia tocó las lindas y canelas manos de su Meng.

— Puras palabrerías.

Sin más piso las manos de este con toda su fuerza destrozándolas escuchando con satisfacción los gritos adoloridos del chico, no era necesario que ese grupo supiera quién inicio los rumores, él ya lo encontró pero eso no quitaba que por el poco tacto de esas basuras se dio la oportunidad de crear ese rumor.

Detrás del alfa dominante estaban dos alfas superiores quienes veían como su amigo desquitaba su enojo con los involucrados que iniciaron la segunda ola de rumores, suspirando Jacob llamo a su sirviente Sion para que llevara su botiquín para curar a los heridos después de que Derían se calmara.

Zyan por su parte le indicó a su sirvienta Naya que alistar el auto, como aquellos chicos ya recibieron su castigo era necesario enviar a su amigo devuelta a la mansión Yaréz para evitar que el anciano de esa familia viera algo.

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Habiendo pasado unos meses en donde nadie se atrevía a intentar cortejar a Meng, este último se la paso tranquilo al no ser el centro de atención de varios chicos e incluso los rumores de su mala suerte desaparecieron casi por completo.

— ¿En serio no te molesta que de repente todos los chicos que estaban interesados en ti, se hayan esfumado?

— Nop, a diferencia de ti Manolo, que quieres tener a varias chicas y omegas corriendo detrás de ti, yo prefiero no ser molestado.

— Hace no mucho te quejabas con Ángela y Neitt, porque nadie quería ser tu novio. . . Y estabas molesto porque Ángela ya tiene uno.

— ¡No vivas en el pasado Manolo! ¡Olvida el pasado! ¡El pasado no existe!

— Te rendiste, ¿No?

— Sí, la verdad que sí.

Con resignación suspiro a lado de su amigo quien rio y le dio unas cuantas palmaditas en la espalda, ambos estaban por entregar algunos volantes para cursos vacacionales que los alumnos pueden tomar para no estar desocupados en estas, en toda la entrega Manolo fue quien entrego los volantes ya que ningún chico o chica quería acercarse a Meng.

Protagonista villano no soltara a su viejo amigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora