Ceniciento

Capítulo 5: Lluvia de preguntas

se que es corto pero este capitulo es muy importante para lo que pronto va a suceder...

-       Te acuerdas cuando nos mandaste a ceniciento a ir al pueblo de compras- empezó a explicar David, teniendo un asentimiento por parte de mi madrastra y Samuel- pues ahí nos encontramos con los príncipes que nos estaban molestando- dijo nervioso mi hermanastro.

-       ¿Por qué reaccionaron así al verlos? ¿y porque actuaron así?- siguió con el interrogatorio mi horrible madrastra.

-       Porque a David le tocaron el trasero- dije sonrojado recordando lo que paso, mi hermanastro me miro mal mientras Samuel soltaba una gran carcajada, la bruja abrió la boca a más no poder sin creer lo que yo decía.

-       David eso es cierto- gruño la mujer viendo a su hijo fijamente a los ojos, yo me puse nervioso no sabía cómo terminaría este día y la verdad ya me quería ir a dormir.

-       Si madre- susurro con las mejillas de un ligero tono rosa, no lo puedo creer es la primera vez que veo a David tan avergonzado.

-       ¿y tú porque no hiciste nada?- me grito mi madrasta viéndome furiosa, sabía que yo pagaría los platos rotos pero..

-       No sé si me avisto pero es más fácil que me violen o me den un puñetazo y me dejen noqueado antes que a David- dije sabiendo lo débil que era demasiado para mi gusto, parecía una chica por dios. Samuel y David me vieron y los dos como estando de acuerdo me dieron toda la razón.

-       Bueno ¿y a ti que te hicieron?- me pregunto en verdad tengo que responder, no quiero me niego.

-       Lo llamaron niña, y hasta le propusieron tener sexo cuando quisiera no es así ceniciento- dijo burlón David vengándose, por yo haber dicho lo que a él le habían hecho, me sonroje violentamente al escuchar las carcajadas de Samuel que ahora eran más fuertes lo mire mal mientras hacia un puchero infantil.

-       Madre lo siento por favor ya no nos regañes hoy ha sido un día espantoso y la verdad solo quiero descansar- volvió a hablar David mientras soltaba un pequeño bostezo que fue acompañado por mí.

-       Claro ustedes se quieren ir a dormir y a descansar, acaso no han pensado lo que sucederá a partir de ahora que creen que aran los príncipes como reaccionara el Rey, ahora que ustedes idiotas han no solo rechazado si no también desafiado su autoridad, tendrán suerte si no lo envían a la horca- grito eufórica nuestra madrastra mientras caminaba de un lado a otro nerviosa, la sonrisa de Samuel se borró ciertamente tenía razón.

-       No creo que nos hagan nada ellos no serían capas- dijo algo inseguro David haciendo que mi miedo se volviera fuerte, di unos pasos hacia tras y trague grueso saliva.

-       Pero él dijo que cuando nos volviéramos a ver él me iba a...- me sonroje al recordar sus palabras a que se refería con disfrutar de mi cuerpo, acaso él pensaba en eso, no imposible no creo... y si...

-       Ceniciento, cálmate no va a pasar nada y les agradecería a todos            que se relajaran a hora, todos  váyanse a dormir luego si ocurre algo pues pensamos que hacer, pero no nos quememos la cabeza pensando en cosas que no han sucedido- dijo con madures David mientras se encaminaba a su habitación mi madrastra no muy convencida se fue a descansar y luego de unos minutos solo quedamos yo y Samuel.

-       Yo creo que deberían tener cuidado la gente de la realeza, que tiene poder es peligrosa lo digo por experiencia- susurro en voz baja y por primera vez vi un deje de tristeza en los ojos de Samuel.

-       ¿a qué te refieres?- pregunte tomándolo de la mano este me miro a los ojos un momento y luego se alejó de mí.

-       Solo recuerdos estúpidos que debería olvidar, duerme Daniel- me dijo sorprendiéndome esta es la primera vez que Samuel era amable conmigo y eso solo podía significar que algo muy malo estaba a punto de suceder, con esos pensamientos me fui a dormir sin pensar que en la mañana tendría que enfrentar a lo que sería mi futuro nuevo esposo.