CELOS Y CAFÉ - MINIMONI (Omegaverse)

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Namjoon sintió su corazón justo en su garganta.

Sus labios le picaban por besar a ese omega debajo de el.

Las palabras de su omega resonaban en lo más profundo de su mente.

Su omega quería a sus cachorros.

Entonces su alfa le daría lo que su omega pedía.

Omega...mi omega...llevarás a mis cachorros... aquí...

Dijo tocando el vientre de Jimin por debajo de su camisa.

Jimin asintió gustoso..
Viendo cómo los ojos de su alfa cambiaban a un dorado.

Namjoon..alf..

Sus palabras fueron calladas abruptamente, por los labios de su alfa.

Quién lo estaba reclamando de forma hambrienta.

Sus manos que picaban, no se dejaron esperar para  recorrer su cuerpo.

Mientras el Omega se aferraba a sus brazos, luchando por seguirle el ritmo.

Pronto aquel alfa se deshizo de sus ropas, que solamente estorbaban.

Tomo a Jimin del rostro para decir:

Ábreme tus piernas.

Entonces volvió a besarlo.
Esta vez sus manos bajaron más allá.

Dejo sus labios para centrarse en prepararlo.
Jimin mientras era un manojo de gemidos y suspiros.
Una vez tuvo a Jimin listo para recibirlo.

Relájate bebé...te follare hasta lo más profundo...

Alfa....ah... Namjoon lléname... llename de nuestros cachorros...

Dijo mientras acariciaba el bien formado pecho de su alfa.

Te quiero dentro ya!... Alfa follame..follame duro....

Dijo cómo un susurro en sus oídos.

Sin nada más que decir Namjoon, en un solo movimiento ya estaba dentro de su omega.

Tu pene es demasiado grande y me llena totalmente...

Dijo entre jadeos aquel omega.

Su alfa espero un momento hasta que su omega se acostumbrara a el.

Jimin muéstrame tu rostro, mirame....solo mirame a mi...mira como voy a follarte...tanto que te olvidarás que el mundo existe...

El alfa  salió y entro del omega, callando cualquier palabra que el omega quiso pronunciar, reemplazandolo por un fuerte gemido.

Eso es mi omega..déjame escucharte...
Muéstrame que tan obseno puedes ser...

Seguidamente empezó a dar embestidas lentas pero profundas, que hacían que el omega gimiera cada vez más... pidiendo por más, nombrando a su alfa una y otra vez.

Muéstrame tu vientre.
Déjame ver... aquí....voy a llenarte....

Las embestidas pasaron a ser rápidas, donde las palabras sobraban.

El alfa observó aquel arte bajo el.
Su omega desecho en gemidos, llamándolo en repetidas ocasiones, sus cabellos alborotados algunos pegados a su frente, su cuerpo desnudo, tan puro ahora manchado de marcas rojisas y mordidas con las que el había decorado aquel cuerpo bañado en sudor, Aquellos ojitos que estaban entrecerrados y lagrimeaban de placer.