𝗙𝗼𝘂𝗿.- 𝐒𝐄𝐃𝐔𝐂𝐈𝐍𝐆 𝐇𝐀𝐑𝐖𝐈𝐍 𝐒𝐓𝐑𝐎𝐍𝐆

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🌹*ೃ༄. 4. ¡CUATRO!
❝Seduciendo a Harwin Strong.

EYRON STARK HABÍA IDO A UNA TABERNA a la que le invitaron sus primos Tully, se negó a llevar a Rhaenyra con él así que la princesa acudió a Harwin; su otra persona de confianza que empezó a ver como un amigo, para alcanzar al Stark Tully menor, er...

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EYRON STARK HABÍA IDO A UNA TABERNA a la que le invitaron sus primos Tully, se negó a llevar a Rhaenyra con él así que la princesa acudió a Harwin; su otra persona de confianza que empezó a ver como un amigo, para alcanzar al Stark Tully menor, era una tontería, sí, arriesgar su reputación y seguridad por un joven casi caballero haría que a su padre le diera un infarto, pero sinceramente quería a Eyron.

Podía ser su forma de sonreír, cuando sus cejas se doblaron, la arruga en el entrecejo, los labios carnosos y su acento norteño, su seriedad en un momento, viendo el invierno más crudo en Invernalia a través de los ojos azules para luego percibir el deshielo de la primavera, llenándose todo de sentimientos y colores, flores y ríos, pareciendo del sur, un alegre Tully. Eyron no era perfecto, lo sabía, su temperamento y falta de prudencia le recordaban a Daemon, pero aún así, amó más a su familia y mataría por su hermana y padre, queriendo con todo corazón a los primos sureños de Aguasdulces. Incluso riendo y hablando de las diabluras de su querido abuela ya con el cabello cano y la salud decayendo, deseando que dure lo suficiente para presentarle a sus nietos.

Más temprano que tarde encontraron a tres cabezas pelirrojas y una caoba. Él chilló al ver a su hermana allí, ni siquiera pudo empezar a beber, tenía que estar pendiente de ella y de Rhaenyra. Eyron encontraba cierta paz al tomar alcohol y olvidar los problemas de sucesión del Norte, se esforzó para encontrar los pasillos desiertos y oscuros que lo llevaron a la calle aledaña a la taberna. ¡Solo le faltaban unos metros! La resaca como siempre prometía ser horrible, y quizá dijera que no volvería a beber aunque de todas formas volvería al día siguiente, permitiéndose no ser el Lobo de Plata de Aguasdulces. Y Rhaenyra, ¿No era agradable su fuerza? Esa falta de pasividad típica en algunas damas, si quería algo lo tendría, por uno u otro medio, y esa llama digna de un dragón, era una joven diosa, imperfecta y forjada por el fiego.

—¡Alys, no debes estar aqui! ¡Tú tampoco, Rhaenyra! —Eyron vestido con pantalones marrones curtidos y camisa de lino protestó, a su lado, los tres Tully; vestidos igual, reprimieron una sonrisa por la interacción.

Para ellos era un juego, solo habían ido a la capital por el torneo y querían disfrutar al máximo sin preocupaciones y sin los regaños de su lord abuelo y los problemas que el Norte traería por la mano de Alysanne.

—No importa, solo quise salir. Tú haces lo que te da la gana así que no me reclames, Eyron. —Rhaenyra levantó la barbilla y pasó junto a él, mientras el viento despeino sus mechones.

Alysanne palmeó el hombro de su hermano con cierta consciencia adelantada. No tenía más interés en Desembarco del Rey y sus relatos que el que tenía por su cena. Sabía que presentaban una extraña escena, seis plebeyos y un capa dorada pero nadie haría preguntas si les daban una bolsa de oro. Además, su padre confío en ella y Daemon no se quejaria ya que acompañó a Rhaenyra.

Winter is Coming | Harwin Strong & Daemon TargaryenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora