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El viaje a la playa había resultado muy bien, se habían divertido y disfrutado muchísimo, creando nuevos recuerdos juntas que irían directo a su álbum llamado "R&L 4ever".

Ya había pasado una semana desde entonces. En esa semana ambas habían aprovechado la oportunidad de poder dormir todo lo que sus cuerpos le permitieran, estaban recuperando las fuerzas perdidas. Así como también el pasar más tiempo juntas ya sea viendo películas, yendo a lugares, como el centro comercial o un parque, o simplemente estando en la casa de la otra.

Como en este momento, Rosé se encontraba en el apartamento de su novia. La verdad se aburría muchísimo en su casa, ya no encontraba algo en lo que distraerse, así que ¿qué mejor plan que ir a pasar tiempo con su novia?

Lisa por su parte estaba feliz de que su novia la visitara, de todas formas si no venía ella iba a ir. No le gustaba estar sola, necesitaba sentirse acompañada y qué mejor compañía que su novia.

— Amor, te he dicho un montón de veces que deberías organizar tu closet más seguido.

Lisa se iría al día siguiente a su país a visitar a sus padres y ahora estaba haciendo las maletas. En el proceso, Rosé se había dado cuenta de cuanto desorden tenía la menor en su closet.

— Te dije que no siempre está así —pudo observar de reojo como su novia levantaba una ceja— lo está ahora porque estoy sacando ropa de ahí.

— No es la primera vez que vengo aquí, Lili, no me vas a engañar.

Lisa soltó una risa y se acercó a su novia que estaba sentada en su cama con un oso de peluche en sus manos y su cuerpo cubierto por una manta, no pudo evitar sonreír ante tan adorable imagen y sin dudar un segundo, se acercó a los labios contrarios que no demoraron nada en seguirle la corriente.

— Eres tan linda —decía Rosé, al tiempo que con su mano acariciaba la suave piel contraria, desde su rostro hasta sus claviculas expuestas— voy a extrañar mucho tus besos, tus abrazos y todo lo que venga de tí.

— Vas a hacer que llore y me arrepienta —aún con una sonrisa en su cara, se acostó en las piernas de su novia, dejando que esta acaricie su cabello.

— Es muy tarde para arrepentirse —suspiró y continúo— sé que puedes hacerlo, amor.

Y entre mimos, besos y caricias la pareja se quedó profundamente dormida, hacer las maletas podría esperar un poco más.

Aunque Lisa solo se fuera por cinco días, ambas lo sentían como si fuera una eternidad. Estaban muy acostumbradas a estar juntas, desde el día que se conocieron hasta la actualidad, hablan todos los días, a excepción de cuando tienen discusiones y pelean, pero estas no duran mucho tiempo.

Sea como sea, cinco días no son nada, de todas formas volverían a estar juntas.

[...]

El día se había pasado en un abrir y cerrar de ojos y ahora ambas estaban en el aeropuerto, esperando que llamaran a Lisa a abordar el avión.

— Te escribiré apenas llegue —Lisa mantenia sus manos en la cintura de su novia mientras hablaba— pórtate bien y no me extrañes mucho.

— Admite que me vas a extrañar, no te hagas la dura —y cuando estaba a punto de decir algo, el nombre de su vuelo se escuchó por los altavoces.

Había llegado el momento.

— Si algo pasa no dudes en escribirme, estaré siempre atenta —tomó el rostro de Rosé y dejó un beso largo en sus labios, demostrando lo mucho que extrañaría esos besos— Te amo.

— Te amo más.

Un último abrazo fue dado, dejando a Lisa partir hacia su destino. Rosé la despedía con su mano aunque Lisa ya no podía verla.

Con un suspiro salió del aeropuerto, dirigiéndose afuera donde la esperaba Jennie, fue la única alma caritativa que quiso llevar a la pareja, no quería que tuvieran que tomar un taxi.

— Cuanto drama —dijo Jennie apenas su amiga entró al auto, notando su expresión decaída— se va por unos días, no toda la vida.

— Lo sé, pero no puedo no extrañarla —Rosé hizo un puchero con sus mejillas y la contraria no pudo evitar sonreír.

— ¿Qué te parece si vamos por comida? Eso siempre te alegra —Jennie no tuvo que esperar respuesta, pues una vez vio la sonrisa que se formó en la cara de Rosé, le quedó claro.

Rosé sacó su teléfono del bolsillo de su pantalón, le avisaría a su mamá que llegaría tarde a casa. Justo cuando estaba a punto de guardarlo de nuevo un mensaje llegó.

De: lisamor👩🏼‍❤️‍💋‍👩🏻
— Ya te extraño :(


Una gran sonrisa sonrisa se formó en su rostro y se sintió repentinamente más tranquila.

Baby Blue LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora