29

141 26 0
                                    

Comenzar a vivir juntas había sido complicado las primeras semanas, sin embargo con el paso de los días y algo de convivencia lograron coordinar sus rutinas.

En una gris mañana, Lisa y Rosé compartían sentadas en la acogedora sala de estar, disfrutando de una taza de café y compartiendo sus pensamientos sobre diversos temas. El suave murmullo de su conversación llenaba el espacio, creando un ambiente cómodo y relajado.

— Han pasado varias semanas desde que nos mudamos juntas—comentó Lisa mientras sostenía su taza con ambas manos— A veces, todavía me sorprende que estemos viviendo bajo el mismo techo.

Rosé llamativamente cariñosamente se le acercó por la espalda.

— Definitivamente ha sido un gran cambio. Y pensar que nos conocimos de un momento a otro y ahora estamos aquí, enfrentando la vida juntas.

La conversación se volvió hacia la búsqueda de trabajo. Ambas habían estado explorando oportunidades laborales y compartieron sus experiencias. Lisa habló sobre algunas entrevistas prometedoras que había tenido, mientras que Rosé mencionó que estaba en proceso de enviar más solicitudes.

— Es un mundo completamente nuevo, ¿verdad? —dijo Rosé con una risa— La idea de tener una carrera y establecerme es emocionante, pero también me da un poco de nervios.

— Te entiendo perfectamente —asintió Lisa— Pero sabes que siempre puedes contar conmigo para apoyarte. Ambas lo lograremos.

Algo que nunca desaparecería en su relación, y que por el contrario, se fortalecería más, sería la gran confianza que existía entre ellas.

Sin duda el vivir juntas sería demasiado importante para ello.

Por la tarde, Lisa y Rosé se encontraron en un restaurante bar queriendo romper un poco la agotada rutina, esperando a que Jennie y Jisoo llegaran.

Cuando finalmente aparecieron, la atmósfera se llenó de risas y emoción compartiendo cómo eran sus días ahora y lo difícil que sería reunirse de ahora en adelante. Sin embargo, a medida que la conversación avanzaba, se volvía más seria.

Jennie, con su personalidad franca, comenzó a hablar de su nuevo trabajo en una empresa de moda. Mencionó algunos eventos exclusivos a los que había sido invitada y algunos de los nombres influyentes con los que había interactuado.

— Jennie, eso suena increíble — exclamó Rosé con entusiasmo— Debes estar emocionada, es lo que siempre quisiste.

Ella le asintió con la misma emoción y continuaron su conversación.

Pero Jisoo, que había estado en un período de transición profesional, parecía un poco apagada.

— ¿Qué pasa contigo? —le pregunta Lisa, al notar su estado.

— Estoy muy desanimada últimamente —confiesa sin más— Las cosas no se están dando como quería.

— Tranquila, es cuestión de tiempo para que suceda —ánima Lisa, dándole un abrazo por los hombros— No permitas que la situación te afecte tanto, tienes que ser más fuerte que eso.

Jisoo le sonrió y se levantó a bailar con ella.

La noche estuvo entretenida y bastante divertida para ambas, regresando a casa pasada la media noche y algo agotadas, y una vez en la cama se abrazaron y dejaron que el sueño se apoderara de ellas.

A la mañana siguiente, tomaron su desayuno habitual y fue momento de ir de compras para algunas cosas que les  hacía falta en casa.

— Lisa, eso es completamente innecesario —dijo Rosé, quitándole el florero en forma de ballena de las manos.

— Pero es lindo — lo defendió.

— Es lindo e innecesario.

El camino por los pasillos de aquel almacén continuó y el carrito que empujaban con las manos poco a poco se fue llenando, para cuando consideraron que ya tenían lo necesario se acercaron a pagar.

De camino al estacionamiento Rosé atendía una llamada de sus padres, quienes desde que se mudó no dejaban de decirle que siempre será bienvenida en su casa, pero ella les sigue dando la misma respuesta.

— Mi mamá no deja de insistir en hacer una reunión familiar —informó Rosé, subiendo al auto después de acomodar las cosas en el mismo.

— Podemos hacerlo —dice Lisa— Mis padres lo aceptarían enseguida.

— Entonces hay que fijar una fecha y hacerlo lo antes posible.

El resto del recorrido estuvo acompañado de música y una pequeña parada para comprar algo de comida en MC Donald's.

Estando de nuevo en su hogar no hicieron más que desempacar y orgnizar lo recién comprado. Luego de un tiempo, cuando finalmente terminaron y luego de una ducha juntas, se reunieron en la cama para ver una película acompañada de palomitas.

— Estoy más feliz desde que vivimos juntas —confesó Lisa, apretando más hacia ella la cintura contrario.

— Yo también.

Rosé dio la vuelta sobre su cuerpo quedando sobre Lisa, dejando un casto beso sobre sus labios para luego dejarse caer en su pecho.

Las cosas cambiarían con el pasar del tiempo, pero lo harían para bien. Tenían certeza de que su amor era infinito y muy duro de quebrar, que con el paso de los años serían muy felices y su relación estaría más fuerte que nunca.

————————— ¡! ————————

5k de lecturas, ily.

Baby Blue LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora