— ¿De verdad, Lisa? —suspiró cansada— ¿No puedes darte cuenta?
— Te juro que no sé de que me estás hablando.
Rosé sonrio sarcásticamente y dio media vuelta para recoger sus cosas del sofá.
— ¿Me estás diciendo que no te das cuenta que hace todo para llamar tu atención? —replicó Rosé— Te coquetea descaradamente aún sabía que soy tu novia, incluso lo hace frente a mí.
Algo pareció conectar en la mente de Lisa, pero ya era muy tarde, su novia estaba triste y enojada caminando directo a la puerta, más que dispuesta a irse.
— Rosie, sabes que ella no me interesa —la tomó por el brazo, en un intento por evitar que saliera— no me interesa nadie que no seas tú.
Una lágrima rodó por el rostro de Rosé y luego otra, otra y otra más.
— Confío en ti y lo sabes.
— ¿Entonces cuál es el problema? —Lisa estaba desesperada, su tono de voz la delataba— No puedo entenderlo.
— ¿No puedes entender lo mucho que me molesta que alguien coquetee con mi novia frente a mí? —exhaltó— ¿No puedes entender lo mucho que me duele que mi novia no haga nada para impedirlo?
Lisa se pasó las manos por el rostro intentando asimilar todo lo que estaba pasando, odiandose internamente.
— No, no... no te vayas —Rosé se separó del agarre y la miró a los ojos— Por favor, quédate y hablemos.
— Ya lo intenté, Lisa —le tomó la mano para decir sus últimas palabras— Háblame cuando sepas qué decir.
Cerró la puerta con fuerza, sintiendo como el eco de su enfado resonaba en el ambiente. Sus ojos, cristalinos y llenos de tristeza, reflejaban el dolor que sentía en lo más profundo de su ser.
Sin saber muy bien qué hacer, sacó su celular del bolsillo y buscó el número de su mejor amiga, Jennie. Con dedos algo temblorosos, marcó los dígitos conocidos y esperó impaciente mientras el tono sonaba al otro lado de la línea.
— Hola —exclamó Jennie al contestar— ¿No te equivocaste de número? Tú no eres de llamadas.
Un risita escapó de sus labios mientras trataban de hablar entre sollozos.
—Necesito verte —dijo con voz entrecortada— Pasó algo y necesito hablar con alguien o voy a comerme la cabeza con un montón de pensamientos.
La contraria, preocupada por el tono de su voz, captó de inmediato la angustia y necesidad en sus palabras.
—Claro, Rosie. ¿Dónde estás? Iré de inmediato.
— No, estoy cerca de tu casa —mencionó— Llego en unos minutos.
Y tal como había dicho en unos cuantos minutos ya estaba en casa de Jennie, la cual apenas la vio, la llenó con un gran abrazo que logró reconfortarla. Las dos se quedaron sentadas en la sala, mientras Rosé relataba lo sucedido.
Jennie escuchaba atentamente, sin interrumpir, dejando que la tristeza y el enojo se expresaran en palabras. Después de un largo suspiro por parte de Rosé, le tomó la mano y la miró con ternura.
— ¿Quién es esa de la que hablas? —pregunta Jennie.
— No sé, apareció de la nada —solo recordarla le hacía hervir la sangre a Rosé— Y desde que apareció solo ha estado coqueteando con Lisa.
— ¿Qué hacía? —indagó Jennie.
— Le decía un montón de cosas, como que "que lástima que tengas novia", "yo si te doy", "Lisa es la más sexy"—le causaba náuseas solo decir eso— Hasta le dijo que la podría besar ahí mismo y, ¿Sabes que dijo Lisa?
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Baby Blue Love
FanfictionLisa y Rosé parecen estar destinadas a estar juntas, superando obstáculos y enfrentándose a desafíos juntas mientras su relación se fortalece con cada momento.