Mi amor (Camilo x F!Reader)

Capítulo 13: La familia madrigal

T/n y los otros dos llegaron a la casa en el caballo, deteniéndose cerca de ella mientras la joven miraba las ruinas de Casita, suspirando para sí misma saltó del caballo.

Antes de que la chica despegara, T/n se giró hacia la abuela, ayudándola a bajar y agarró su mano suavemente, haciendo que la mujer la mirara interrogante.

T/nsonrió levemente. —Creo que le debes a Mirabel una disculpa abuela.

La abuela asintió, apretando la mano de la chica. —Tienes razón y lo haré.

T/n sonrió alegremente, feliz de saber que la abuela finalmente amaría a su mejor amiga por lo que es.

—¡T/n! —se escuchó el grito de preocupación de Julieta, haciendo que T/n corriera hacia la voz.

Las dos se encontraron en el medio con un cálido abrazo, tirando hacia atrás Julieta tomó las mejillas de T/n. —Mi amor, estaba tan preocupada. No pudimos encontrarte.

Agustín se acercó a la pareja, suspirando de alivio al ver a su hija a salvo. —Había abejas por todas partes —su padre fue picado por abejas, algunas partes de su cuerpo se hincharon para probar eso.

T/n sonrió a su padre, sacudiendo la cabeza pero agradecida por la familia que tenía.

¡T/n! —gritó Mirabel y corrió a toda velocidad hacia su mejor amiga, derribando a la chica en un abrazo gigante—. ¡Estas bien!

—Sí, mucho mejor ahora —T/n le sonrió a su mejor amiga, juntando sus mejillas una vez que se retiraron.

Mirabel, en tono de broma, apartó las manos de T/n de su cara, riéndose.

Julieta y Agustín sonrieron suavemente a sus hijas —Estaremos bien ahora.

—Uh... no si no tenemos una casa —el comentario descarado de Camilo interrumpió a la familia.

Félix le dio un codazo al costado de su hijo haciéndolo dar un respingo y mirar a su padre.

—¿Qué? No la tenemos casa. ¿No quieres que diga la verdad? —Camilo luego hizo un gesto hacia la casa rota—. Eso de ahí no es una casa.

T/n miró a Camilo con lágrimas de felicidad, mirando de nuevo a su madre, padre y hermana, quienes le sonrieron alentándola.

No perdió el tiempo y corrió hacia
Camilo, saltando a sus brazos, dnvolvió sus brazos alrededor de la parte posterior de su cuello y sintió que el chico rodeaba con sus brazos su espalda baja, acercándola a él.

Félix sonrió a la pareja, caminando hacia donde estaban los otros Madrigales para darles algo de privacidad.

Camilo fue el primero en retroceder, manteniendo uno de sus brazos en círculos alrededor de su cintura mientras el otro se estiraba para ahuecar su mandíbula suavemente.

—Hola, mi amor —susurró, sus labios peligrosamente cerca de los de T/N.

—Hola, Milo —T/n susurró de vuelta, mirando sus ojos color avellana que miraban a los de ella con una emoción tan fuerte que la hizo sentir mareada—. Solo quería decir que lo siento por dejarte-

Sus palabras fueron interrumpidas cuando Camilo acercó sus labios a los de ella, estrellándolos en un beso. Los ojos de T/n se abrieron de par en par al sentir los suaves labios del chico contra los suyos, sus ojos se cerraron, al igual que los de Camilo y colocó sus manos sobre su pecho, agarrando con fuerza su ruana amarilla en sus puños. Finalmente llegar a besar al chico del que estaba enamorada.

Camilo moldeó sus labios contra T/n, sus labios moviéndose desesperadamente pero suavemente uno contra el otro. T/n movió sus manos del pecho de Camilo, arrastrando sus dedos hacia su cabello, sintiendo los mechones rizados entre ellos y tiró ligeramente de él, ganándose un suspiro de sorpresa y placer.