Capítulo 11: La ira de la abuela

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T/n miro hacia la puerta viendo a Mirabel, la que interrumpió a la pareja.

—¡T/n! Ven a bailar conmigo e Isa! —Mirabel se rió, saltando de un lado a otro donde estaba parada—. ¡Conseguí que realmente le agradáramos!

La niña sonrió un poco y volvió su atención hacia Camilo, sintiéndolo empujar su cara contra el hueco de su cuello, gimiendo.

—Nunca podré tenerte para mí, ¿eh, dulce niña? —Camilo murmuró bruscamente contra su piel, mordisqueándola levemente con los dientes.

T/n se estremeció al sentir sus labios en su cuello. —Lo sé, lo sé, pero tengo que hacer esto —pasó sus dedos por sus rizos.

Camilo suspiró, se apartó y presionó un tierno beso contra la mandíbula de T/n, dejándolo persistir. Se apartó y asintió con la cabeza.

T/n sonrió cariñosamente hacia Camilo y apretó su mano, poniéndose de pie y dándole una última mirada por encima del hombro justo antes de que una enredadera agarrara la cintura de las chicas.

—¡Guau! —T/n se rió. Las dos extendieron la mano para tomarse de las manos cuando fueron colocadas en el techo de la casa, viendo a Isabela bailando con múltiples flores y plantas diferentes de su poder.

Un huracán de jacarandas —Isabela cantó, tirando de las niñas por las enredaderas que hizo hacia ella.

T/n se rió una vez que estuvieron más cerca de la chica, haciendo que Isabela le sonriera y agarrara una enredadera, balanceándose hacia otra parte del techo.

Por subir —mientras pasaba, más flores florecieron.

Y enredar —Isabela cantó, con las manos en alto creando más plantas con su poder. Las dos chicas siguiendo a Isabela por el techo. T/n hizo una voltereta lateral y aterrizó junto a Mirabel, riéndose.

Palma de cera llena el aire y va escalando en expansión —bailaron por el techo, saltando en el aire mientras la enredadera de Isabela las atrapa, llevándolas alrededor de Casita. Los colores brotan por todas partes de las plantas—. ¿Qué más? ¿Qué más?

Las chicas aterrizaron en la parte más alta del techo de Casita, bailando y girando una alrededor de la otra. —Irremediablemente aquí, viviendo ahora en el momento.

Cuando estaban bailando, la mayor había chocado una flor, haciendo que un polvo amarillo le cubriera la ropa. T/n hizo una mueca, sabiendo que a la niña no le gustaría pero se sorprendió cuando Isabela sonrió brillantemente, golpeando las flores de nuevo y haciendo volar más colores por todas partes.

Aún hay tiempo, es momento. Lo que yo haría al comprender que quiero ser imperfecta, pero así estaré bien.

Mirabel pateó un poco de polvo verde hacia T/n y en respuesta solo se rió a carcajadas, girando con su vestido siguiendo el movimiento. —Descubro nuevas estructuras. Por surgir, por sembrar.

T/n, Mirabel e Isabela estaban girando en diferentes enredaderas, llevándolas hacia donde estaba la vela. —Con claridad ya veo el camino.

Isabela atrapó a las dos niñas en sus brazos, colocándolas sobre su enredadera,
Y ustedes me han dado dirección —tiró a T/n y Mirabel en un fuerte abrazo, tirando hacia atrás y sonriéndoles.

En el fondo, la vela parecía brillar más, las grietas desapareciendo de la vista.

Isabela agarró las manos de T/n y Mirabel, jalándolas con ella alrededor de la casa nuevamente y comenzó a caer hacia el piso de Casita. Las flores de Isabela suavizando el aterrizaje.

Mi amor (Camilo x F!Reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora