Mi amor (Camilo x F!Reader)

Capítulo 9: Verdades sobre Bruno

T/n y Mirabel siguieron a Bruno a su escondite, vieron varias cosas diferentes con ratas por todas partes y una cosa que se destacó para T/n fueron las ratas en una mesita chilando. Todas jugando con las cosas de Bruno que estaban allí.

—Así que jamás te fuiste —T/n murmuró en voz alta, mirando alrededor de la habitación.

—Uh, sí, dejé mi torre que... —Bruno se rió entre dientes—. Estaba llena de escaleras —tomó una arepa con queso de un plato ubicado cerca de su polvorienta silla roja—. Y tengo esto, eh, estoy junto a la cocina —levantó la comida y chasqueó la lengua.

Bruno recogió una rata de su silla. —Ooh, ooh, además, buen entretenimiento —les dijo a las chicas, colocando la rata junto a otra rata en un pequeño escenario.

—¿Qué les gusta? ¿Les gustan los deportes? ¿Concursos? ¿Telenovelas? —preguntó y enumeró mientras repasaba los recortes de libros mientras una rata chillaba, huía con un trozo de queso y hacía que otro saliera de su cabeza—. Su amor está prohibido —Bruno terminó, cayendo de nuevo en su silla roja.

T/n y Mirabel miraron a Bruno confundidas. —No entiendo —la peli (C/C) habló honestamente.

—Sí, porque ella es su tía y tiene amnesia así que no sabe que realmente es su tía, por eso su relación está prohibida... —Bruno comenzó a explicar, fue interrumpido por Mirabel.

—No entendemos por qué te fuiste, pero no te fuiste —Mirabel habló y Bruno miró a las chicas.

—Oh, fue porque, eh —sus labios se levantaron ligeramente—. Las montañas que rodean el encanto son súper altas —Bruno se puso de pie, caminó hacia una mesa improvisada y tomó otra arepa.

—Y, eh, como ya dije, comida sabrosa gratis y todo —Se volvió hacia las ratas, recogiendo a los animales—. A ustedes les encanta la comida gratis, ¿no? Siempre tienen hambre.

T/n golpeó la mano de Mirabel, haciendo un gesto con la cabeza hacia la mesa. Las dos caminaron lentamente y vieron un plato improvisado con el nombre de Bruno en la parte inferior, similar al de la familia.

El corazón de T/n se rompió por el pobre hombre.

—Además, mi don no le servía a la familia —Bruno habló en voz baja detrás de ellas—. Pero, eh, amo a mi familia, ¿sabes? —tenía una sonrisa triste en su rostro, encogiendo un poco su hombro izquierdo.

—Solo no sé que hacer… —tartamudeó, mirando hacia abajo y sacudiendo la cabeza. Bruno suspiró, sentándose de nuevo en su silla roja.

—No importa, al fin, ya tienen que irse, porque, um —hizo una pausa—. No tengo una buena razón, pero de tenerla, me dirían: "Bueno, te dejo", de lo buena que sería.

—¿Por qué estábamos en tu visión? —T/n preguntó suavemente, caminando hacia el hombre—. Solo quería que la familia se sintiera orgullosa de Mirabel por una vez, pero si debo detenerme, si estoy lastimando a nuestra familia, solo dímelo —exhaló.

Mientras la niña hablaba, Mirabel miró a T/n con una sonrisa acuosa. Estaba tan agradecida por T/n, sabiendo que la niña no se detendría ante nada para lograr que la familia reconociera a Mirabel por lo que es. Una vez más, T/n estaba actuando desinteresadamente sin necesidad de recompensa.

Bruno respira hondo. —No puedo decirles, porque no lo sé —admitió, colocando las piezas verdes sobre la cosa de la que provenían y volviéndola a armar,

—Tuve esta visión la noche en que Mirabel no recibió su don. A la abuela le preocupó la magia, así que me suplicó ver hacia el futuro. Buscar la razón y vi la magia en peligro. Nuestra casa derrumbándose. Y luego, y luego, las vi a ustedes. Pero la visión era diferente. Cambiaba, no había una sola respuesta. Un destino claro. Su  futuro no estaba decidido. Pero sabía lo que verían, sabía lo que iban a pensar porque soy Bruno y todo el mundo piensa lo peor, así que —terminó con un profundo suspiro.