Mi amor (Camilo x F!Reader)

Capítulo 3: Ceremonia de Antonio

Era de noche en Colombia, la casa Madrigal se llenó de toneladas de gente, música, risas y charlas, ya que la ceremonia estaba a punto de comenzar pronto. 

T/n y Mirabel bajaron las escaleras con un Antonio nervioso, caminando hacia donde estaban sus padres y hermanos.

Las dos chicas esperaron un poco más lejos, observando la interacción. T/n, sin embargo, levantó la cabeza para ver a Camilo mirándola directamente, le dio una sonrisa, con dientes y todo.

T/n le devolvió una sonrisa tímida, no podía soportar que el chico la mirara fijamente por mucho tiempo.

—¡Ahí estás! —Félix interrumpió a la pareja, con los brazos abiertos al ver a su hijo menor. 

—¡Mírate! Estás tan grande —arrulló Pepa a su hijo, sin notar la nube de lluvia que crecía sobre su cabeza. 

—Pepi, amor, lo vas a mojar todo —Félix ahuyentó la nube, agarrando los brazos de su esposa.

—Qué orgulloso está tu papá —Camilo se transformó en su padre, imitándolo y tomó las mejillas de Antonio.

Félix se ofendió. —Yo no hablo así.

—Yo no hablo así —Camilo volvió a imitar la voz de su papá, con las manos en las caderas. 

T/n tuvo que ocultar su resoplido detrás de su mano ante su acto. 

—La abuela dice: "Ya es hora" —Dolores habló al oír que la abuela los llamaba.

Pepa se agachó un poco para igualar la altura de su hijo. —Te esperamos en tu puerta.

—Okay, okay. Vamo, vamo, vamo —Félix hizo salir a su familia de la habitación a través de la cortina. 

—Okay, okay. Vamo, vamo, vamo —Camilo copió a su padre, todavía transformado para parecerse a él.

T/n se rió en voz alta. Camilo escuchó esto y sonrió para sí mismo ante el sonido.

De repente, las manos de Félix agarraron a Camilo y lo levantaron.

—¡Ya, me callo! —Camilo sintió dolor, su voz normal volvió cuando su papá lo sacó de la habitación.

Era ahora, T/n, Mirabel y Antonio se fueron a la habitación, escuchando música que comenzaba a sonar.

La cortina se corrió y mostró a Antonio parado, el piso transformándose en una alfombra roja para que el niño caminará. Todos empezaron a animar.

Antonio echó un vistazo a la multitud y comenzó a enloquecer, sin moverse de su lugar. 

T/n y Mirabel compartieron una mirada confundida, mirando hacia atrás para ver a Antonio mirando a T/n con ojos de pánico.

Antonio respiró hondo, estirando una de sus manos para que la niña la tomara.

La palma de la mano de T/n se puso sudorosa, sacudiendo la cabeza. —No puedo.

—Te necesito —Antonio susurró en voz baja, con la mano aún extendida.

La peli(c/c) miró a su mejor amiga y la vio con una sonrisa tranquilizadora y un movimiento de cabeza. Mirabel empujó a T/n hacia Antonio, la luz ahora brillaba sobre ella y agarró la mano del niño con fuerza. 

T/n nunca se sintió tan insegura cuando todos la miraban, juzgándola en silencio. Tragó saliva y apretó la mano de Antonio, quien le devolvió el apretón.

Sin saberlo T/n, el corazón de Camilo latió rápidamente en su pecho por la forma en que T/n se miraba bajo la luz sobre ella. Pensó que era el ángel más hermoso que jamás había visto.