Parte VII (recuerdo III)

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-después de salir de clase puedo hablar con gojo-sensei para que te deje pasar el rato antes que te tengas que ir - comento la chica de cabello castaño y picando su vegetal algo aburría mientras se lo comía de un bocado - en fin de cuenta, solo vienes 3 veces por semanas - expreso su disgusto de no volver a tener a ese amable chico de brillante sonrisa y cual tenia a su derecha, concentrado en solo comer su comida - ¡¡escúchame carajo!! - regaño con un golpe en la nuca al pelirosado.

-lo siento, lo siento - se disculpo mientras se acariciaba donde le dolía, como tenia pesada la mano Nobara - te oigo, gojo dirá que si - se defendió bien para disimular que no la estaba oyendo, su carne estaba deliciosa y ryoume no paraba de quejarse sobre todo el lugar era aburrido, algo normal estos últimos días.

-que mentiroso, eres igual que sukuna... siempre me ignora o dice que soy una molestia - se quejo mientras suspiraba derrotada y observaba el plato de sus amigo, parecía delicioso pero se detuvo en robárselo, tenia que lucir perfecta y hermosa para su bella maki - pero te perdono porque eres más lindo que esa cara de mierda - le dio otra mordida a su ensalada mientras pensaba mil y una cosa para enamorar a la futura madre de sus gatos.

-Eh, ¡¿gracias?! - expreso inseguro de ser un alago, pero le dio igual cuando noto a lo lejos a un amigo que hizo de primer año - ¡¡¡Jumpei aquí!!! - llamo mientras agitaba su mano para que el contario lo percibiera, haciendo que varias personas que estaban en la cafetería almorzando lo mirara y murmuran que sukuna se estaba comportando algo raro.

Pero el pelirosado siguió llamando al menor y cuando noto que este lo localizo, se alegro y por un instante sintió una espesura en su pecho cual no era suya mientas escuchaba más fuertes las quejas de ryoume, pero tarareo con una suave sonrisa para después pedirle que se controlara mentalmente, no entendía porque se habia vuelto tan viejo estos últimos días, ni nanami le molestaba todo. Cuando jumpei llego a la mesa pidió permiso mientras se sentaba, captando la atención de la mujer y no tardo en analizarlo.

-tienes cara de emo también - refunfuño expresándose hacia el recién llegado - pero de seguro eres bueno en las materias - dijo con simpleza y dando otro bocado a su comida.

-eh, no diría bueno - explico el pelinegro con inseguridad - soy más regular - explico su rendimiento en todas las materias que veía, aunque le iba bien con gojo.

-como yo, chócala - extendió su mano y el otro le siguió el juego por saber que sino lo hacia le iría mal, le daba algo de miedo esa mujer y más por ser de ultimo año - aunque soy superior en otras cosas - comento con voz orgullosa mientras sonreía encantadoramente.

El trio de amigos conversaron un rato más mientras terminaban sus comidas, hablando sobre distintas cosas de la academia o de como sukuna se metía en problema en su infancia, haciendo que yuuji riera más ampliamente y que casi dejara ciego ambos estudiantes, para ellos le era difícil no sentirse acogedor alrededor de ese sol andante, algo muy contrario a la cara de mierda de su gemelo. Pero su felicidad fue interrumpida por la llegada de un extraño de cabello plateado y ojos bicolores, cual tenia un grupito de alumno de primero a su espalda.

-ya es suficiente tenerlo todo el día cerca, pero saber que come un sin alas con nosotros, es asqueroso - comento con una burlona sonrisa y hablando fuerte para que todos en la cafetería dejaran sus cosas para que lo observaran - de seguro le tuvieron lastima y lo alimentaron para que no muera - lo dice con algo de dramatismo en su voz.

Toda la cafetería se quedo en un silencio escalofriante al notar a quien era dirigida esas palabras burlonas, algunos que observaban con curiosidad de poder presenciar una masacré justificada y la otra mitad mostraba pena en sus miradas por saber que no era sukuna sino alguien con la mala fortuna de parecerse y no tener alas. Así que durante unos rápidos segundos todo era incertidumbre hasta que la castaña de ultimo año se levanto lentamente y miro con unos ojos locos a Mahito.

《del cielo al infierno》 sukuitaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora