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─ Está bien, me ocuparé de Toge-kun─ dijo M/n mientras se despedía de sus compañeros de clase y kohais. Panda y Maki se iban a una misión, mientras que Kugisaki arrastró a Fushiguro e Itadori con ella para ir de compras.
El omega suspiró y cerró la puerta del dormitorio, se dio la vuelta y se apoyó en la puerta, mirando el primer piso vacío. La sala común estaba inusualmente tranquila, pero podía sentir el leve aroma de las feromonas de todos, tener un par ya aclaraba esos aromas, pero aún podía diferenciarlos.
M/n caminó hacia el segundo piso, donde estaban las habitaciones y se dirigió directamente a la de su novio, Inumaki Toge. Sí, el lindo hechicero que solo hablaba con ingredientes onigiri era su compañero, en realidad, eran una pareja predestinada. Lo supieron tan pronto como se conocieron, pero decidieron conocerse antes de avanzar más en la relación.
Y aquí estaban ahora.
Desafortunadamente, Inumaki estaba en su rutina por lo que no podía acompañar a Panda y Maki, y viendo que todos sabían que estaban juntos, le dijeron a M/n que se quedara para cuidarlo.
El hombre de pelo (h/c) empujó la puerta entreabierta y entró, su cuerpo no estaba reaccionando tanto debido al supresor que tomó antes, pero era obvio que las píldoras de Inumaki no estaban funcionando tan bien. Sus ojos morados miraron a M/n y se sentó en la cama, temblando y jadeando fuertemente, el sudor goteando por su rostro.
Inumaki levantó los brazos en silencio, pidiéndole a M/n que se acercara. Sonrió, cerró la puerta y caminó hacia la cama, sentándose a su lado y abrazándolo suavemente. Sin dudarlo, Inumaki comenzó a acariciar su cuello, sus manos bajando hasta que agarró la cintura de los pantalones de M/n.
─ Toge, no deberías-─ no pudo terminar su oración, debido a las manos de Inumaki sosteniendo su suave polla y frotándola de arriba abajo, inclinándose para comenzar a lamer la punta ─ E-espera... e-eso se siente b-bien...─ M/n extendió una mano para colocarla sobre el cabello de Inumaki, desordenándolo y acariciando su cuero cabelludo suavemente, mirándolo fijamente.
