Piratas en Britannia

Derribando Baste y una reunion

Diane junto con sus demás compañeros estaban reunidos alrededor de su recientemente derrotada adversaria, ni siquiera le dieron tiempo de poder usar sus habilidades de controlar a los insectos de ninguna manera, solo le dieron una de las palizas más grandes que haya recibido en toda su vida.

Friesia estaba tumbada en el suelo Justo en el medio de una gigantesca huella que le pertenecía a Diane, ella no tuvo compasión en lo más mínimo y como el insecto que es aplastó a la caballero sagrado hasta dejarla cómo está. Toda la armadura de Friesia a este punto estaba completamente destrozada, su casco abollado y dejando al descubierto varías partes de su cuerpo que tenían a su vez cortes sangrantes y varios moretones, además de varias quemaduras.

Cualquier otro sin duda diría que ella estaba mienta debido a su estado actual, pero si prestaran la suficiente atención podían oír sus respiraciones cortar y muy dolorosas. Ella estaba viva, pero lo más seguro sí que no se iba a mover en un muy largo tiempo.

"Con eso aprenderá a no meterse con nosotros." Diane dijo con una sonrisa satisfecha con lo que acaba de hacer.

"La aplastamos como el bicho que ella es." Nami dijo con una sonrisa burlona.

"Jajaja! No fue rival para el poder del gran Dios Ussop y el resto de sus calientes compañeros!" Ussop exclamó lleno de orgullo.

"¿No sienten que se nos olvida una cosa?" Carrot le preguntó a sus amigos un poco confundida.

"Oigan cerdos! No se queden ahí como un grupo de tontos! Elizabeth aún necesita de ayuda!" Hawk les grito desde lo lejos y haciendo que todos recordaran acerca de ese detalle en específico.

"Elizabeth!" Todos gritaron al unísono llenos de preocupación al recordar a la princesa mal herida, sin perder más tiempo corrieron a su lado para auxiliarla.

Elizabeth aún se encontraba inconsciente y con su cuerpo en el mismo estado en el que la había dejado ese maldito de Ruin. Ahora mismo parecía tan mal que por un instante podría hacerse pasar por una chica muerta, Yamato se arrodilló a su lado y tocó su cuello, aliviándose de que aún tuviera pulso, pero muy débil.

"Necesita de atención médica." Yamato le dijo a los demás con seriedad.

"Dios mío! Se va a morir!" Ussop grito lleno de terror y con lágrimas ya empezando a salir como cascadas de sus ojos al pensar lo peor con respecto a su amiga.

"Ella no se va a morir maldito idiota! No si es que hacemos algo al respecto!" Nami le grito a su amigo mientras le daba un fuerte golpe en la cabeza y haciendo que se callara y dejara de decir cosas tan apresuradas.

"Lo siento tanto Elizabeth, si me hubiera dado prisa entonces nada de esto no hubiera sucedido." Diane dijo con vergüenza ante lo que acaba de sucederle a la princesa. Puede ser que la relación entre las dos no sea la mejor de todas en este momento, pero si había una cosa de la que estaba segura, si es que nunca hubiera deseado que algo como esto le sucediera a la chica. La gigante con suma cuidado la tomó entre sus manos y después se levantó con una mirada lejana de decisión, "Pero esta vez haré las cosa bien, te llevaré hacia Dalmary tan rápido como pueda."

"Mientras tu haces eso, nosotros iremos a Baste con los demás." Yamato le dijo a la pecado de la envidia con seriedad, ganándose un asentimiento de la gigante.

Pero cuando Diane estaba por dirigirse de regreso hacia el pueblo, se detuvo en seco cuando vio a la princesa abrir los ojos de relente y toser un par de veces, "No... llévame a Baste también." Elizabeth le dijo muy débil.

"Claro que no, necesitas de atención médica, no de más acción." Diane le dijo con seriedad y preocupación.

"Por favor, yo también soy parte de este grupo. Quiero ver al señor Ban con mis propios ojos." Elizabeth le pidió a la gigante con súplica en su mirada, no quería quedarse atrás solo porque estaba mal herida.