#01:"Break Stuff"

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Giorno

Querido Diario...

Sé que ha pasado mucho tiempo, pero hoy no vengo a hablarte sobre mi difunta madre o el plan de ir al cielo, ya que ese plan está completamente arruinado. Las mujeres que utilicé para engendrar y cumplirlo me trajeron a estos mocosos una por una llegaron y los dejaron en la puerta como si esta fuera una iglesia... ¡como si fuera una maldita iglesia! A continuación, te explicaré cómo pasó todo desde que llegó el primero de mis engendros. Verás...

—¡Lord Dio!, ¡Lord Dio!... ¡una mujer japonesa lo busca! —decía a gritos el otro vampiro de la mansión mientras zarandeaba al rubio.

—UGH, VANILLA.... ¡¿POR QUÉ ME DESPIERTAS?!, ¡APENAS ES MEDIODÍA!

—Mi lord... una mujer lo llama... dice que usted le arruinó la vida... y...

El mismo que hablaba abrió las puertas dejando ver a un pequeño niño de entre 4 y 6 años de edad, cabello negro, ojos azules. Su rostro sí, era como el suyo, pero no podía creerlo. ¡Esa maldita japonesa le trajo al mocoso de vuelta! ¡Era INACEPTABLE!

—¿Qué...?, ¡Dime dónde se encuentra esa mujer! —gritó, haciendo que el castaño temblara un poco por tal grito, pero aún así se hizo a un lado y lo guió hacia donde la mujer esperaba.

Pero al llegar, no había nadie, solo una nota. Al abrirla, tenía escrito lo siguiente: "Mi esposo no lo quiere, pero como es tuyo, quédatelo". Al leerla, la apreté y en un arranque de rabia, la rompí, gritando mil y una groserías a esa mujer. ¿Gracioso, no? Creí que escucharía al mocoso llorar o algo después de gritar, pensé que sería mejor así, no tendría que soportar su estúpido llanto. Subí las escaleras ahora sin compañía, quería dormir, me importaba muy poco el mocoso como para dejar mi adorado sueño por él... o eso creía yo...

—Di-disculpe... —dijo el pequeño niño mientras tiraba del pantalón amarillo del mayor— ¿es... cierto?

—¿A qué te refieres, mocoso?

—Mi... mi madre... dijo que eres...

—¿Tu padre? —Vio al menor asentir— Sí, lo soy, pero no tiene importancia, no me interesa en lo más mínimo tu...

Fue interrumpido al sentir un abrazo, un abrazo que rodeó toda su pierna. De forma inconsciente sonrió, se agachó y lo cargó para llevarlo consigo a su cama.

—y-yo...

—En la noche hablaremos del tema —dije sin más al niño, mirándolo directamente.

—Esta bien... Padre.

Esas palabras resonaron en la mente de Dio, "P-A-D-R-E". ¿Qué e pasaba?, ¿por qué sentí un calor en el pecho?, ¿realmente y tan rápido ya le tenía cariño?

Tal vez fue el hecho de que tuviera esos ojos que me recordaron a cierta persona... o solo, solo es normal por ser mi hijo. ¿Dario me quería así? Estoy seguro de que no, entonces ¿por qué me siento así? No logro encontrarle el sentido...

El diario de un buen padre - Dio Brando (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora