Querido Diario...
Hoy es un día que nunca pensé que viviría. Después de tantos años de dolor, sufrimiento y venganza, finalmente estamos todos juntos de nuevo. Mis hermanos y yo hemos logrado nuestro objetivo, y ahora estamos en presencia de nuestro padre, Dio Brando.
Miramos al hombre que una vez fue temido por su crueldad y malicia, pero ahora lo vemos de una manera completamente diferente. Estamos frente a nuestro padre, y aunque sus acciones pasadas no se pueden negar, también vemos a alguien que sacrificó mucho por nosotros.
Enrico está a nuestro lado, y aunque en un principio fue una figura controvertida en nuestras vidas, finalmente entendemos su papel en nuestra historia. Él nos crió, nos cuidó y nos guió en el camino correcto. Claro que nos desviamos un poco, pero ahora, en este momento, vemos que su plan tenía un propósito más grande.
Padre nos mira con orgullo en sus ojos, y puedo sentir su presencia a mi alrededor. A pesar de todas las cosas terribles que hizo, en este momento solo siento amor por él. Él es nuestro padre, y él hizo lo que creía que era necesario para protegernos, incluso si eso significaba tomar decisiones difíciles.
—Mis hijos... Estoy orgulloso de cómo han crecido y de la fuerza que han demostrado. — Su voz es profunda y llena de emoción.
—Padre... — murmuro, incapaz de contener mis lágrimas. Todo el dolor, la ira y la venganza parecen desvanecerse en este momento. Lo que queda es el amor que siempre estuvo allí, aunque enterrado bajo capas de resentimiento.
El se acerca a nosotros, y por un momento, lo abrazo. Puedo sentir su calor, su presencia. En este instante, no somos enemigos, ni víctimas. Somos una familia que se ha reunido una vez más.
—Gracias, Enrico. Por cuidar de mis hijos en mi ausencia. Has hecho lo que yo no pude hacer en vida. — Mi padre mira a Enrico, su rostro con una sonrisa sincera.
—Fue mi deber, Dio. He cuidado de ellos como si fueran mis propios hijos. Y estoy contento de que finalmente hayan encontrado la paz y la redención. — Responde con sinceridad.
Miro a mis hermanos, a Donatello, Ungalo y Rikiel, y veo en sus ojos la misma mezcla de emociones. Hemos pasado por tanto juntos, y finalmente estamos en un lugar de entendimiento y perdón.
—Padre, te hemos traído de vuelta, como prometí. Espero que puedas encontrar la paz que nunca tuviste en vida. — Mis palabras son llenas de respeto y tristeza.
—Mis queridos hijos, ustedes han cambiado el rumbo de mi legado. Han demostrado que incluso en la oscuridad, puede haber redención. Ahora es tiempo de descansar y dejar atrás el pasado.
Y así, en este momento, finalmente hemos encontrado la paz que tanto anhelábamos. Estamos juntos en el lugar donde las heridas del pasado pueden sanar y donde el amor y la redención triunfan sobre el odio y la venganza.
.
Giorno, con sus ojos serenos que reflejan una mezcla única de determinación y compasión, emana una presencia que fusiona la tenacidad de un líder implacable con la sensibilidad de un corazón que ha sentido el peso del sufrimiento, uniendo en sí mismo la oscuridad y la luz en una sinfonía de redención y búsqueda de un propósito más allá de la venganza.
FIN
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El diario de un buen padre - Dio Brando (Terminada)
FanfictionEn el oscuro y retorcido corazón de un hombre, es posible que existan destellos de luz que, aunque parezcan insignificantes, puedan marcar una diferencia en su camino. Aunque una vez fuera la encarnación del mal en su máximo esplendor, no se puede n...