❱CAP 5❰

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Capítulo 5

La palabra eclipse proviene del griego "ékleipsis" que quiere decir: desaparición o abandono, señalando la ausencia del sol en el cielo. Nadie con exactitud sabía por qué Mew había decidido ponerle ese nombre a su yate de lujo construido por los astilleros alemanes Blohm + Voss en colaboración con ThyseenKrupp, un gigante de la siderúrgica germana que fue muy reservado sobre el proyecto durante su construcción.

El yate cuenta con ciento setenta metros de eslora, pesa trece mil toneladas y alcanza una velocidad máxima de veintidós nudos. Eclipse tiene además, dos helipuertos, once cabinas para invitados aparte de la suite de Mew, dos piscinas, varios jacuzzis, discoteca, tres lanchas y un mini submarino que es capaz de sumergirse a cincuenta metros en caso de emergencias. Emergencias criminales, claro está.

Al ser un yate diseñado para un mafioso y por obvias razones de seguridad, Eclipse también está dotado con sistemas de detección de intrusos, un sistema de defensa anti misiles de fabricación alemana, vidrios blindados en todas las ventanas y un muy sofisticado sistema anti radar.

También, a petición del propio Mew, la embarcación venía equipada con un polígono de tiro. Un área física adecuada y dotada de condiciones técnicas, mecánicas y humanas que permiten realizar ejercicios con armas de fuego en donde la premisa de la seguridad es lo más importante. Y que mejor lugar que un yate que no puede ser detectado por las fuerzas de seguridad de ningún país y que además puede ir tan mar adentro como quisiese para practicar la puntería con armas de fuego.

Cuando llegaron al puerto de Gioia Tauro, Gulf quedó deslumbrado ante la majestuosidad de aquella embarcación que orgullosa se movía al compás de las olas que llegaban hasta el lugar donde estaba empotrado. Era la primera vez que él veía un "barco" en persona. En las pocas veces que Russo lo sacaba del infierno jamás lo había llevado al puerto, y mucho menos a conocer el mar. Así que aunque también presenciaba por primera vez la inmensidad de la incalculable masa acuosa, fue Eclipse quien llamó su completa atención.

Contra todo pronóstico, Mew lo ayudó a embarcar. Primero subieron una decena de guardaespaldas del mafioso que se aseguraron que la tripulación fuera la que su jefe había contratado con anterioridad, después lo hizo Mew que le pidió al joven muchacho que fuera detrás de él para asegurarse de que no tuviera ningún inconveniente al hacerlo, cosa que Gulf no interpretó así y decidió pensar que era porque debía estar vigilado en todo momento.

Después de ellos, Carlo, Geronimo y más guardaespaldas subieron al yate y entonces Mew guio a Gulf hasta la popa solicitando que los dejasen a solas. Si bien estaban apartados del resto, los escoltas no perdían de vista la silueta de su jefe pues ellos debían responder con su vida por la seguridad de Mew.

- Si bien no has tenido una iniciación formal para formar parte de la N'drangheta, debes de saber que desde el momento en el que pagué por ti me debes absoluta fidelidad – fueron las palabras que Mew le dijo a Gulf sin dejar de observar al mar mientras le daba la espalda al joven.

- Entiendo señor – dijo el menor en voz baja pero Mew lo escuchó perfectamente.

- ¿Lo haces? – el mafioso se giró hacia él y lo miró directamente a los ojos lo que hizo que Gulf no pudiese responder como hubiese querido, la penetrante mirada de Mew Alessandro Suppasit era jodidamente intimidante – muchos hombres han dicho que están conmigo y – hizo una pausa para caminar alrededor del menor – bueno, creo que se dejaron llevar por el dicho de que cualquier hombre tiene un precio y vendieron su lealtad "al mejor postor" – ¿Acaso Mew estaba insinuando que traicionó a su hermano?

- Querer salir de "Vita eterna" no fue un acto de traición, fue un acto de supervivencia – aclaró – ese lugar es el verdadero infierno en la tierra y yo no quería seguir ahí –

El señor del infiernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora