❱Cap 17❰

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Capítulo 17

Los besos en la boca pueden ser una expresión de amor o de simple deseo sexual. Si no se está seguro lo que un beso significa, lo mejor es preguntarlo directamente para evitar malos entendidos en una potencial relación amorosa o de amistad. Y eso era precisamente lo que Mew estaba haciendo, preguntándole al hermoso compañero que la vida había puesto en su camino por qué lo había besado. Y solamente podía existir una razón, pero el líder mafioso quería escucharla de sus labios.

- Yo he preguntado primero qué fue lo que pasó después de que acabaras con Russo – como pudo, Gulf intentó cambiar el tema, pero está vez Mew no iba dejarle el camino fácil.

- Ni siquiera lo intentes Gulf, esta vez no voy a dejar que ganes la batalla – susurró Mew y sin que Gulf lo esperase, el mayor inclinó su cabeza para regalarle un beso gentil en los labios. Un delicado gesto que no ejercía ningún tipo de presión y que es considerado como una expresión de amor entre dos personas que ya llevan bastante tiempo juntos.

Era ese tipo de beso en el que si una persona se lo regala a otra sin que menos se lo espere, y significa que sin importar el tiempo que hayan compartido, busca sorprenderla y decirle que el amor sigue intacto. Y Gulf pudo sentir un escalofrío por todo su cuerpo debido a la intensidad de las emociones que Mew le había transmitido mediante ello. Rodeó su cuello con los brazos y se dejó llevar por el momento. No le importaba perder ese combate con el líder mafioso siempre y cuando siguiera besándolo de esa manera.

- Lo siento cariño, no quiero obligarte a nada pero necesitaba que despertaras para besarte nuevamente – le dijo Mew pegando su frente con la del menor.

- ¿Te arrepientes y me llamas cariño? No lo entiendo – las palabras de Mew eran confusas, y así cómo estaba pidiendo explicaciones Gulf también las necesitaba de él.

- No me malinterpretes, no me arrepiento de haberte besado – expresó Mew incorporándose un poco para ver directamente a los ojos de Gulf – solo que no quiero presionarte a hacer algo que no quieras, ya he sido lo suficientemente patán permitiéndote tener sexo oral conmigo –

- Quise hacerlo – alegó el menor sin deshacer el abrazo en el que tenía preso a Mew. No obstante, el mayor se incorporó y se bajó de la cama dejando ver que no llevaba camisa y que su abdomen estaba cubierto únicamente por una venda.

- ¿Por qué no me dijiste nada Gulf? – preguntó el mayor acercándose a la ventana – te pregunté porque no querías volver a vita eterna y fuiste muy vago en tu respuesta, no me mencionaste nada de lo que tuviste que aguantar con ese maldito sujeto – había matado a Russo pero su alma no lograba estar en paz.

Pero Gulf no dijo nada. Lentamente se sentó en la cama colocando su espalda en el respaldo de la misma y el nerviosismo se apoderó de él. Mew parecía decepcionado por su silencio, y de alguna manera lo entendía.

- ¿No tienes nada que decir? – Mew se giró hacia él esperando una respuesta.

- Tenía vergüenza de que lo supieras – murmuró el menor sin mirarlo a la cara.

- ¿Vergüenza? – el líder de la N'drangheta no podía creer que ese fuera el motivo por el cual Gulf hubiese mantenido en secreto las aberraciones que su hermano había cometido en su contra – ¿Quieres saber cómo me sentí yo al enterarme de todo lo que te había hecho? – Gulf asintió con temor. Mew volvió a acercarse a la cama y lo miró a los ojos.

- Estaba furioso – comentó el mayor y fue entonces que Gulf se dio cuenta de las heridas que el líder mafioso tenía en las muñecas. Tomó una de las manos y la giró para apreciar las llagas y cortes que los grilletes habían hecho y con delicadeza pasó la yema de sus dedos sobre las heridas – y el único pensamiento que rondaba mi cabeza era matar a tu hermano –

El señor del infiernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora