Gracias por haber llegado hasta aquí. Gracias por sus veinte días de seguimiento a esta historia. Espero que disfruten el capítulo final.
Capítulo 20
La fría baldosa del baño hacía contraste con el calor que emanaba su cuerpo. Sus largas piernas rodeaban la cadera de Mew quien arremetía una y otra vez en su interior, en lo que se suponía que sería una ducha rápida.
- No puedo soportar más tiempo bebé – dijo Mew con dificultad por el esfuerzo de embestir a su pareja y además cargar con su peso. Además, ansiaba llegar a su clímax.
Y es que hacer el amor sin nada impidiendo el roce sus cuerpos se había convertido en la actividad favorita de ambos. Se habían hecho un chequeo médico general y al estar todo en orden, comprar condones se había vuelto cosa del pasado.
Su conducta en la cama era la de dos lobos en celo dejándose llevar por sus más bajos instintos. Mew siempre había sido un amante apasionado, ardiente e impetuoso, y Gulf estaba aprendiendo muy bien él correspondiendo encarecidamente a los besos, caricias y demás estímulos que el mayor efectuaba en su cuerpo, en su mente y en su alma.
No en vano habían pasado cinco meses, y durante ese tiempo, la pareja se había entregado mutuamente estableciendo una rutina de cada dos días, pues aunque pareciera extraño, dejaban descansar su cuerpo. Pero cuando volvían a hacer el amor, la sesión se volvía más apasionada que al anterior.
- Córrete dentro de mí Mew – suplicó Gulf que se abrazaba fuertemente al cuerpo de Mew para conseguir que su miembro fuese atendido por el pecho de ambos.
- ¿Dirías lo mismo si pudieras quedar embarazado de mí? – cuestionó el líder mafioso que, aun sabiendo que era algo imposible, fantasear con ello no evitaba que se excitara más.
- A estas alturas ya tendría más de diez hijos tuyos – contestó Gulf consciente de que aquello calentaba más a su pareja - ¡Oh Mew! – gimió cuando sintió una embestida más fuerte de su parte.
- Oh Gulf, eres tan caliente cariño – apretó su agarre en el cuerpo del menor y golpeó más duro dentro de él - que suerte tuve de encontrarte, y ahora voy a llenarte nuevamente con todo mi semen para poder preñarte –
- Sí... hazlo... hazlo... córrete dentro... córrete dentro – Gulf apretó el agarre que tenía sobre el miembro de Mew y entonces consiguió lo que tanto anhelaba: sentir como la caliente semilla de su pareja se descargaba en su interior provocando su propio orgasmo.
- Gulf... - Mew aulló su nombre mientras sentía como lentamente se vaciaba en el cuerpo de su joven amante.
- Se... se supone que tendríamos que estar desayunando con tus papás para después ir a la degustación de postres para bodas – comentó Gulf en un intento de culpar a Mew por el retraso que tenían.
- Ellos saben que no me gustan las cosas dulces – Mew salió lentamente de su interior y colocó a Gulf en el suelo abrazándolo a su cuerpo para que a ambos les cayera el agua caliente de la ducha.
- Eso lo sabemos todos los que te rodeamos mi amor, pero no explica nuestra demora en el almuerzo – Gulf se volvía una masa amorfa en los brazos de su pareja, sin embargo, no quería hacer esperar a sus suegros – Oh, vamos Mew, aparta tus manos para que pueda lavar mi cuerpo, necesitamos darnos prisa –
- No puedo, tal parece que tu cuerpo emana algún tipo de pegamento que hace que mis manos no puedan despegarse de ti – alegó Mew en su defensa.
- Eres insaciable señor del infierno – comentó Gulf negando con la cabeza mientras intentaba coger la botella de shampoo – pero si no me dejas tomar un baño decente, voy a aplicarte la ley del hielo por una semana – instantáneamente Mew se hizo un lado y levantó sus manos en señal paz.
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El señor del infierno
FanficMewGulf El muchacho que había comprado por simple aburrimiento había sido eso, un simple capricho. Sin embargo, lo que Mew Alessandro Suppasit, líder de la mafia más importante de toda Italia desconocía, es que tal joven se iba a convertir en la per...