A Christmas Gift

Capítulo 1

Siete Años Después

—Bienvenido a Starbucks, ¿qué le puedo servir?

Escucho al hombre dictarme su orden mientras la tecleo en la caja. Cómo desearía que esto fuera solo un papel que interpreto en alguna obra. Sin embargo, mantengo mi cabello rubio en una coleta bajo la gorra de Santa Claus por motivos de las fechas y uso el distintivo delantal verde de la compañía para la que trabajo.

He pasado los últimos 7 años de mi vida de aquí para allá, tras algún gran papel en Broadway sin ninguna oportunidad real. Tomo el vaso, escribiendo el nombre de "Gregory" para un chocolate caliente con menta. La época navideña siempre trae mucha gente busca de su bebida favorita caliente y yo solo puedo pensar en recibir buenas propinas para pagar un mes más de la renta de mi apartamento.

Pongo el vaso a un lado para que lo sirvan y estoy lista para la siguiente cliente. Ya estoy tecleando su orden, porque siempre pide lo mismo: un café americano con un muffin de arándanos. Ella es ardiente como el infierno y la he visto todos los días, dos veces por día, en la mañana y en la tarde justo antes de salir de mi turno, siempre con su bata de hospital.

Estoy por atenderla cuando una mano se levanta entre la multitud gritando mi nombre y sé que es Priya. Quito mi delantal, caminando a un lado.

—Sky. —la escucho gritar de nuevo.

—Mike, tomaré mi descanso.

Él frunce el ceño, pero no dice nada y toma mi lugar, atendiendo a la doctora sexy.

—Skyler. —dice ahora, llegando hasta mí.

—Tanta emoción tan temprano. —comento viendo el reloj en mi muñeca, que marca las 10:00 a.m.

—Adivina: ¿quién será la DJ en LAVO hoy? —sus ojos cafés brillan de emoción.

— ¡No! —contesto entre emocionada y sorprendida.

—Sí. —confirma casi en un chillido.

—Eso es genial. —la abrazo, compartiendo su felicidad.

—Entonces hoy vamos juntas.

—Siempre vamos juntas. —le contesto.

—Pero hoy entras gratis.

Me alegro por Priya. Ella fue mi antigua compañera de piso. Es dos años mayor que yo y su sueño es ser DJ. A diferencia de mí, Priya es de New York, cuando cumplió la mayoría de edad se fue de su casa para ser una famosa DJ. Aun así, cuando visita a su familia trata de verse lo más tradicional que una chica hindú puede. Su cabellera oscura es larga, pero está rapada en un costado y tiene mechones azules, violeta y rosa vibrante, extensiones que puede remover. Así, cuando va con sus conservadores padres ellos no se alteran tanto. Los tatuajes que están por todo su cuerpo son maquillados con cuidado para que ellos no los noten. Lo único que no puede ocultar son los diversos piercings que tiene. Uno en medio de la nariz, otros dos sobre la ceja derecha y la oreja izquierda está completamente perforada. Sin contar la lengua y el ombligo.

Hace tres años se mudó del apartamento que compartíamos cuando su carrera como DJ comenzó a despegar. Tuve que buscar una nueva compañera, lo que no fue nada fácil, chicas vinieron y pasaron, y nada era tan bueno como la dinámica que teníamos Priya y yo, hasta que llegó Amber. Es una chica de Florida que está aquí para hacer su pasantía en un bufete de abogados muy prestigioso en Wall Street. Era la única que no ponía peros a que yo llegara a altas horas de la noche. Ella solo quería algo accesible para vivir. El que los fines de semana llegue tarde por ir a beber y de fiesta, o cuando tengo una obra y salgo tarde no le molesta. También yo soy considerada y no llego haciendo ruido que la perturbe.