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La vida de casados no parece ser para todos, muchas historias terminan en el final feliz y luego, meses después se separan. Pero no es el caso de Jungkook, quien sigue enamorado de su mejor amigo y esposo Yoongi.

Sin embargo, el tener una familia y por ende, un hijo implica muchos retos, cambios, aprendizaje y puede poner en riesgo la estabilidad de muchos matrimonios si no se copera como equipo o se está ausente. Pues ahora, imagínense con dos.

Aún así Jungkook parece ser la excepción y aunque ha tenido que cambiar su vida profesional para pasar más tiempo en casa, no se arrepiente de cuidar a Soobin de ahora trece años y la pequeña Hyein de cuatro años.

Los tres últimos años habían traído muchos cambios, y hacía la diferencia a cuando solo debían cuidar de Soobin. Jungkook se divertía mucho con los niños aunque fueran agotadores, y eso haya aminorado su lívido en el matrimonio con Yoongi. Aún así, ambos sabían como recuperar ese ambiente erótico.

Cómo ahora que han aprovechado que Seokjin y Taehyung se han quedado con Hyein y Soobin esta en una clase de baile con Jimin, que ha sido quien se ha querido inmiscuir en el capricho del pequeño.

Así que Jungkook llamó a Yoongi diciendo que iba a su estudio y que más le valía hacerse un tiempo para recibirlo.

Por supuesto, la idea inicial no era terminar ahorcajadas montando a su esposo en el incomodo sillón - que ya le ha pedido incontables veces que cambie- si no que iba a visitarlo para comer juntos en 'El cerdito frito' lugar al que acudían en épocas de universidad, y a lo mejor ir al cine.

Pero eso importaba poco ahora mismo en el momento en que Yoongi le dijo que se pusiera contra la mesa del estudio y embestía con fuerza mientras Jungkook se sostenía con una mano en la mesa, mientras con la otra se sostenía una de las nalgas.

—Correte dentro. Por favor.—Dijo jadeante mientras miraba a su esposo quien tenía una película de sudor por la frente. —Eres tan caliente Yoon...—se fija en como el pálido tiene un labio remordido mientras gruñe llenándolo. —Ahí...oh, sí, justo ahí.—Deja la cara apoyada en el escritorio y suspira.

Yoongi se sienta en su silla del escritorio, y el trasero de su esposo aún esta inclinado, con Jungkook recuperando el aliento apoyado en el escritorio. Se puede apreciar el desorden que hay, y que es Jungkook en esos momentos.

Mira la hora y sostiene una carcajada.

—A penas hemos durado...20 minutos, sin tan siquiera juegos previos, solo yo metido en ti.

—Sí hubo juego previo, estuviste un buen rato jugando con mi trasero. Aunque coincido, no me venía tan rápido desde mi primera vez teniendo relaciones. —Se ríe y le pide algo para limpiarse pero Yoongi va con la silla del escritorio arrastrándose para ir a limpiar a su esposo, quien le da una nalgada. —¡Oye!¿A qué vino eso? ¡hazlo de nuevo!

Yoongi se rió y le dio un beso en la nalga mientras lo limpiaba con toallas húmedas que tenía de una vez cuando Hyein tuvo que quedarse con él y estaba con diarrea.

—Se veía apetecible darte una nalgada. —Se hundió de hombros—Y coincido, yo tampoco me venía tan rápido desde adolescente...esto es ¿envejecer? ¿ya no lo hacemos seguido así que cuando lo hacemos no duramos?

Subió la ropa interior de Jungkook y el pantalón. El contrario sonrió dándose la vuelta terminando de arreglar su ropa y lo mira desde el escritorio para pedirle con la mano que se acerque.

—¿Tanto me extrañas?

—Solíamos hacerlo mucho...y cuando empezamos a experimentar, aigooo esos eran buenos momentos. Tu vestido de conejito, de policía, de ídolo, de príncipe, de la muerte.

—¡Yoongi! ¡Esos fueron disfraces para las fiestas de los niños! Bueno, menos el de conejo.

—Lo que digo, buenos tiempos. Sobre todo cuando los mocosos se van con sus tíos o con mi madre, aigoooo...no me gusta compartirte con ellos.

—Son nuestro hijos, tonto. No hables así de ellos.

Yoongi le guía para sentarse ambos en el sofá.

—Vámonos de aquí, huele tanto a sexo.—Dice Jungkook.—¿Te apetece ir al cine?

—No tengo ganas cariño. Ve tu si quieres, seguro que tienes muchas ideas en mente para entretenerte sin los niños. Despéjate.

—Pero quiero estar contigo Yoon. Hagamos lo que quieras.

—Solo quiero enterrarme de nuevo en ti—Dice con la voz en su oído.

—Con la carga que pusiste en mi interior dudo que te quede algo. ¿Entonces no vendrás conmigo?

—Era broma Kook, en realidad tengo trabajo. Hoy me quedaré aquí...quiero entregar estos arreglos para que me den respuesta pronto y poder pasar juntos nuestro aniversario que es la próxima semana.

Jungkook asintió.

—Ya tengo todo preparado, el trio Park-Kim-Jung se harán cargo de los niños. Y nuestra reserva para la isla de Juju está confirmada, y los vuelos y toooodoooo. —Dijo besando sus labios. —Bien, en ese caso, trabaja duro, me iré a duchar para no ir con olor a sexo y descansaré. —Dio otro beso largo a su esposo y se marchó dejando a Yoongi suspirando en el estudio.

Para él la vida de familia había sido dura, a pesar de que fuera Jungkook quien más pasara con los niños. Pero es que cuando a él le tocaba cuidar de los pequeños, se le hacía cuesta arriba.

Soobin había empezado a tener interés en la música y no dejaba de pedir a su padre que le lo metiera en programas que había visto de niños cantantes, también en reality shows donde interactuar con Idols. Y Yoongi ya había dicho que no. Así que el pequeño adolescente se molestaba y no le hablaba hasta que llegaba Jungkook. Hyein, en cambio, era muy traviesa, más que cuando Soobin tenía esa edad. Tenía afición a las pinturas, y por pintaba desde las paredes del pasillo, así como las camisetas de Soobin y Jungkook. Le quitaba los juguetes a Bam y se manchaba cada dos por tres.

Así que este último tiempo había agradecido tener tanto trabajo, pero se sentía mal al darse cuenta de que estaba dejando solo a Jungkook con los niños.

Padre Casado | Secuela de Padre Soltero | Yoonkook libro 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora