Disclaimer: Los personajes y la historia no me pertenecen. Los personajes son de Rumiko Takahashi y la historia es de TouchofPixieDust, yo únicamente traduzco.
-x-
Kagome.
¡KAGOME!
¿Dónde ESTÁ?
A Inuyasha le latía el corazón con tanta fuerza que le dolía el pecho. Sabía que estaba cerca de perder la cordura si no la encontraba pronto.
¡Ojalá no apestase toda la ciudad! Era tan malo como... Inuyasha se detuvo antes de su salto al siguiente tejado para mirar al cielo.
La luna nueva le robaría pronto su fuerza. El tiempo no estaba de su parte.
Resiste, Kagome... Resiste...
-x-
Mamá... mamá parece... ¿enfadada?
¡ENFADADA!
¡Mamá NUNCA parece enfadada!
Kagome se quedó boquiabierta cuando su madre le lanzó dagas con los ojos a la pareja que se había asentado al lado de ellos. El abuelo y Souta fueron ahuyentados de la zona de dormir a la zona común con una baraja de cartas desgastada que habían encontrado en la mesa de donaciones.
—Aquí hay NIÑOS —le dijo mamá entre dientes a la mujer mientras se arremangaba.
Ahí fue cuando Kagome se dio cuenta de que la mujer no llevaba ropa puesta, solo ropa interior. El hombre que estaba con ella solo tenía puestos unos calzoncillos muy manchados. Kagome apartó rápidamente la mirada.
—Kagome, vete a jugar a las cartas con tu hermano.
—Pero, mamá, puedo...
—Ya. —Tras una respiración honda, su madre se giró para mirarla amablemente—. Por favor.
Kagome asintió y se escabulló para ir a buscar a su abuelo y a su hermano pequeño. Su gato seguía con su correa y juzgando silenciosamente a todo el que pasara por su lado. Kagome había notado que a él le habían repartido su propia mano de cartas.
—Iré a por comida —le dijo Kagome a su familia—. Luego me repartís a mí también.
El primer día que llegaron, los restaurantes habían donado bocadillos calientes. Desde entonces, había habido donaciones de comida en cajas o embolsada. Kagome daba las gracias, pero echaba de menos la comida caliente. Echaba de menos la privacidad. Echaba de menos los baños y los cepillos. Echaba de menos a Inuyasha.
Kagome les entregó los aperitivos a Souta y al abuelo, pero estaba preocupada por su madre. La sensación de inquietud solo se hizo mayor, así que decidió ir a ver cómo estaba. Su caminata se convirtió rápidamente en una carrera.
¡La mujer desvestida tenía las manos encima de su madre!
—¡SIÉNTATE! —gritó Kagome mientras iba corriendo hacia ellas.
La mujer se sentó.
¡PUM!
Kagome parpadeó y se dio la vuelta hacia las puertas abiertas que conducían a la lluvia.
¿Inuyasha?
—¡INUYASHA!
Kagome se giró y corrió hacia la lluvia. Saltó por encima de un hombre dormido y su perro y esquivó a una enfadada mujer con una cesta de la colada que estaba revolviendo entre la ropa.
En cuanto dobló la esquina, lo vio... con la cara metida en un charco.
—Kagome... ¿por qué...?
Estallando en lágrimas, la joven miko cayó de rodillas al lado de su cabeza y apartó el agua.
—¡Perdón, perdón, perdón!
El encantamiento se desvaneció y Kagome se vio envuelta inmediatamente en sus brazos, con la túnica de la rata de fuego sobre su cabeza para mantener alejada la lluvia.
—Te encontré —dijo él como si fuera una plegaria—, te encontré...
Kagome lo abrazó con fuerza. Ahora todo iba a ir bien.
-x-
Inuyasha tembló mientras lo abrumaban las emociones. Al fin la había encontrado. Estaba a salvo. Ahora todo iba a ir bien.
Le hicieron falta unos minutos para componerse y separarse un poco de Kagome. Tenía que sacarla de la lluvia.
—¿Inuyasha? —llegó una voz baja de la entrada. Era la madre de Kagome. Tenía los ojos llenos de lágrimas mientras corría a su lado y lo abrazaba.
—¡INUYASHA! —gritó Souta su nombre y corrió a través de la lluvia para darle también un abrazo.
Toda su familia estaba a salvo. Incluso el abuelo, que fingió no sonreír mientras sostenía al gato que estaba atado a una especie de cuerda.
Bueno, ahora TODOS estaban bajo la lluvia. Souta empezó a contarle la historia de cómo los rescataron en un bote mientras la Sra. Higurashi los ahuyentaba para que volvieran a entrar en el edificio. Kagome no se había apartado de él y él no iba a soltarla.
La entrada en el edificio alertó todos los sentidos del demonio perro. Tanto ruido y tantos olores. Pudo saber inmediatamente dónde había montado el campamento su familia, era el único lugar luminoso y hogareño de la zona. Parecía que mamá había estado en proceso de construir una especie de muro con mantas y una cuerda para cercar su zona reclamada.
Inuyasha arrugó la nariz ante el olor de tanta gente hacinada, nadie se había lavado en días. Abrió la boca para hacer un comentario, después la cerró. Kagome estaba... mugrienta. Tenía el pelo enredado en nudos y recogido con una especie de tela elástica. Tenía ojeras bajo los ojos y la piel pálida... lo que solo hacía que la suciedad y la mugre resaltasen más. Lo miró entrecerrando los ojos cuando notó que se había dado cuenta, así que él empezó rápidamente a inspeccionar al resto de la familia.
Cada uno de ellos parecía tan cansado y... sucio como Kagome. Pero a él nunca le habían parecido tan maravillosos. Se permitió abrazar a Kagome una vez más. Apoyó la cabeza en su coronilla y suspiró de alivio cuando sintió que sus brazos le rodeaban la cintura.
Cuando abrió los ojos, vio a una mujer muy enfadada que llevaba puesto... ¿nada?
Inuyasha se dio la vuelta rápidamente e intentó taparle la visión a su familia.
—¿Qué te PASA? —gritó mientras se estiraba hacia la manta más cercana y la lanzaba sobre ella. Cuando notó que el hombre que estaba con ella llevaba puesta casi la misma poca ropa, levantó su colchón y lo tiró sobre él—. Tenemos que salir de aquí —le dijo a Kagome.
Kagome bajó la mirada.
—No podemos... nuestra casa...
—Cuando pare de llover —prometió Inuyasha.
—Solo estamos esperando un arcoíris, entonces. —Kagome sonrió.
-x-
Nota de la autora: Ya que no he dado nombres ni he descrito a nadie en detalle... diré que no embellecí ninguna de las partes con la vecina que no se vestía ni dejaba su rincón... creó su propio... eh... su propio sitio para hacer sus necesidades. Más tarde me enteré de que tuvieron que quemar toda la ropa de cama después de que se fuera.
ESTÁS LEYENDO
Cuando cayó la lluvia
FanfictionKagome lucha contra un huracán mientras Inuyasha lucha por encontrar a Kagome. Basado en hechos reales. Traducción de When the Rain Fell, de TouchofPixieDust