𝗣𝗢𝗦𝗘𝗦𝗜𝗩𝗢 [+𝟭𝟴] PAUSADA⏸️

𝗖𝗔𝗣Í𝗧𝗨𝗟𝗢 𝗦𝗘𝗜𝗦

Sólo mi maldita mala suerte.

De vuelta en la carpa, preparo cócteles para todos los mafiosos y sus hijos y sus esposas y asociados. Al menos estoy agradecidade que soy lo suficientemente buena en mi trabajo como para hacerlo en piloto automático. Para montar mi pequeño espectáculo de coctelera, para vibrar mientras sacudo y servir
cada colorido Gibson, Manhattan y daiquiri con una pizca de bromas sobre la guarnición.

Nadie sabría que mi vida está en un basurero incendiado. O que dejé mi corazón en el jardín de hierbas.

Un hombre, un magnífico hombre. Un hombre mejor que perfecto, además. Un hombre maduro, poderoso, sexy, con ojos de diablo y manos de un trabajador. Y obviamente está interesado. Más que interesado. Solo porque él no sabe nada de mí, obviamente. Una mirada al callejón de huracanes de mi vida y se daría la vuelta y echaría a correr.

Cualquiera lo haría.

Yo lo haría, si pudiera. Mis dientes se aprietan y no puedo atreverme a dejar que se me acerque. Nunca debí
tomar ese beso. Le di una idea equivocada y me arriesgué a
arrastrarlo al choque de trenes en cámara lenta que estoy viviendo.

Me encanta la mirada fría en sus ojos, la fuerza fácil en sus manos enormes. Y el poder que destila. Quiero conocerlo. Su
rostro duro es tan hermoso. Quiero estar cerca de él. Y lo deseo. Muerdo mi labio.

Pero no puedo tenerlo. Nada de eso. Ya se ha arriesgado demasiado, mucho más de lo que sabe, arriesgándose por mí de
esa manera.

¿Qué le harían? Qué. Jodida. Mierda. ¿Le harán? Mi estómago se anuda tan fuerte que podría doblarme por la mitad.

¿Cómo pude dejar que esto sucediera?

Haré una llamada. Explicaré. No deberían haber venido por mí en el velorio. Especialmente no mientras yo estaba trabajando quieren que pague y ponen en peligro la única forma en que
puedo ganar dinero. No solo es cruel, es tonto.

De alguna manera, voy a tener que encontrar el dinero. Y a tiempo, por una vez. De una vez por todas. Eso sí, son veinte mil dólares. ¿Cómo diablos puedo hacer eso? No tengo nada que pueda vender. No tengo nada que pueda usar como garantía para obtener un préstamo. ¿Qué voy a hacer, robar el casino?

Toda la noche, todas las noches, observo a la gente entrar y salir de las salas de juego con esa mirada hueca en los ojos. Puedes ver que están en una situación.

Una gran bestia está sobre su espalda, mordiendo su cuello.

Necesitan dinero y están tan desesperados que pensaron en un
casino para ir a buscarlo. Yo lo sé mejor. Todos nosotros en el juego lo hacemos. Todos sabemos que un casino es adonde vienes a perder dinero.

Pero ellos, están en un agujero, no tienen idea de cómo conseguir lo que necesitan, y todo lo que pueden pensar es que la gente sale de los casinos con grandes cantidades de dinero. Algunas veces.