Estaba tan aburrido, la cena no era para nada interesante, solo hablaban Matías y Duki, como se hacía llamar el posible socio de Matías y sus "acompañantes" dos hombres todos tatuados con cara de malos, que, con una mano en el corazón y todo el respeto que le tengo a mi novio, todisima.
Me estaba empezando a poner molesto, soy un nene, no puedo estar sin entretenimiento constante, así que disimuladamente tire mi tenedor al piso, me disculpe avergonzado y bajé a agarrarlo, en ese momento mi cara quedo justo en la entrepierna de mi novio, baje el cierre sin hacer ruido y le pase la lengua al bulto por arriba del boxer un par de veces, hasta que sentí su mano apartarme fuerte el muslo, subí devuelta y miré, estaba serio, amaba cuando me miraba así. El celular de duki sonó y rápidamente se disculpó diciendo que se tenía que ir, quedaron en juntarse otro día para seguir hablando, cuando se fueron quedamos solo nostros dos, el restaurante había sido cerrado exclusivamente para nosotros y el mesero tenía prohibido interrumpir a no ser que lo llamemos.— E: chupamela —dijo y sonreí— ahora
[...]
Ecko.
Los ojos de Mauro se dilataron, le brillaban, se cuanto le gusta que le hable así, lo agarré del cuello y soltó un gemido, lo acerque para comerle la boca y eso hicimos, se levantó de la silla y se sentó en mis piernas.
— L: papi —susurro y lo mire mordiendome el labio— sacame
Le arranque el vestido y lo subí a la mesa tirando todo lo que había ahí, siempre teniendo cuidado de no lastimarlo, hice un camino de besos desde su cuello, hasta el fino hilo de la tanta rosa que tenía puesta.
[...]
Mi bebito se había quedado dormido entre mis brazos, no entendía como este pibe con cara de angel era el mismo que hace media hora me estaba pidiendo cachetazos en el culo, simplemente mi novio podia ser tan perfecto. Como sin querer le rompí el vestido le tuve que poner mi camisa para que no salga en bolas del restaurante, lo acomode en su asiento y me subí yo también, maneje hasta llegar a casa donde Joaquín me recibió.
— S: ¡ecko! —gritó y lo calle inmediatamente, iba a despertar a mi chiquito—
— E: lo llevó a la cama y hablamos —susurre—
Tape bien a Mauro y baje a ver que carajo le pasaba a Joaquín, Thomas estaba igual de raro así que me senté a que me digan que estaba pasando.
— S: nos robaron una camioneta —dijo y la cara me cambio completamente—
Hijos de puta.