Estaba en silencio adentro del armario, escuché que alguién entraba en la habitación y buscaba algo con brusquedad, tirando y desordenado a su paso.— Rusher: Mauro —dijo y sonreí— ¿donde estás?
Se paró de espaldas al armario, error de principiante, abrí la puerta y le pegué en la cabeza con la parte trasera del arma, gritó de dolor y se dio vuelta para tratar de agarrarme. Le pegué una patada en el estómago y lo tire al piso poniéndome encima suyo para golpearlo.
— L: recorda, gatito entrenado vale más que cualquier perro —sonreí atandolo a la cama con un par de corbatas y ropa— chau thomi
Salí de la habitación y me encontré con Tiago subiendo la escalera, disparó y lo esquive, le dispare cerca de la mano haciendo que del susto tire el arma.
— L: quietito hijo de puta —sonreí— ¿que pasó?
Me le acerqué y lo puse contra la pared, por atrás y como un cagón apareció khea, me golpeo en la espalda y me tiro al pisó, pegué patadas e hice sangrar a Tiago por la nariz pero no pude soltarme, eran dos contra uno medio lesionado.
Me llevaron abajo a la cocina, me taparon la boca con cinta y Tiago me agarró del pelo.— Tiago: salí Matías —dijo y me apuntó a la cabeza— tengo un amiguito acá
Salió de donde estaba escondido y tiro el arma, khea y duki lo agarraron y lo esposaron a silla.
— K: los otros dos salieron corriendo —dijo— voy a seguirlos
— D: no tenemos mucho tiempo —dijo— se acabó muchachos, perdieron
— E: ¿seguro? —preguntó y me reí—
Yo en lugar de khea no me hubiera ido sin armaDuki lo miro confundido, Ignacio me guiño el ojo y me solté de la silla, le había sacado la pistola a Ivo cuando me levanto para bajarme, le dispare a Mauro en el estómago, cayó el piso sin hacer mucho escándalo.
— Tiago: ¡Mauro! —gritó— te voy a matar hijo de puta, pero primero vas a ver como tu novio se muere.
Le apuntó a Matías a la cabeza y sentí todo el miedo caerme de golpe, le dispare en el hombro y una vez en el piso me puse a pegarle piñas en la cara.
[...]
Ecko.
Mauro podía ser un sádico y un loco de mierda, pero sabia perfectamente cuando tenía miedo y cuando se dejaba llevar por sus impulsos, Julieta entró corriendo a la cocina y miro la escena confundida, me soltó y agarré a Mauro por atrás tratando de que se calme, lo alejé del cuerpo inconsciente de Tiago y lo abracé.
— E: ya está bombón —dije pegandolo contra mí— ya pasó amor, ya no hay problema
Me abrazó llorando y suspire, no lo había puesto así el poder morir, lo había asustado el perderme a mí, por más enfermó e incorrecto que sonará eso me hizo sentir vivo.
— E: nos merecemos unas vacaciones —susurre cuando ya estaba un poco más tranquilo— y alejarnos de toda esta mierda
— L: me gusta Italia —susurró y sonreí—
— E: Italia será —dije— pero primero tenemos que salir de acá
FIN.