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El olor de los bocadillos filtro su nariz mientras sus ojos estaban fijos en el jardín que tenían enfrente, los árboles meciéndose suavemente junto con el canto de los pájaros, las flores frescas que le daban color al pasto verdoso. La rubia amaba con su vida la naturaleza, le gustaba sentirla bajo sus dedos o las suaves caricias del aire en sus mejillas, en pocas palabras le encantaba. Pronto, sus labios rosados y regordetes se curvaron hacia abajo al recordar lo que descubrió: sacudió su cabeza intentando olvidar, pero las lágrimas retenidas en sus ojos se burlaron de ella.
Sus manos se cerraron en el cuchillo que sostenía para poder cortar los bocadillos, sus nudillos poniéndose blancos ante tal presión; salió de su trance al olfatear el olor a cigarro por instinto, arrugó la nariz y volteó a mirar al causante del olor. Frente a sus ojos estaba un cabello platinado y ojos grises fríos alzándose sobre ella, Jade, la miraba con la cabeza ladeada y con sus ojos brillando con curiosidad, estaba recargada en el refrigerador con un cigarrillo en su mano derecha que era decorada por anillos.
"¿Cuánto tiempo has estado ahí?" Cuestionó la rubia girando sobre su eje para poder mirarla.
Jade la miro reprimiendo una sonrisa con el humo flotando entre ellas. "El tiempo suficiente para verte y notar que estás siendo miserable"
"¿Miserable? Acaso, ¿ya te miraste en el espejo?" Se burló la rubia, volteando para seguir con su trabajo, sintiendo los ojos de la platinada quemar detrás de su cabeza.
Hera se detuvo al oír sus pesados pasos, pensó que se retiraba de la cocina y por fin estaría libre de esa expresión burlona y su aire de superioridad. Cerro los ojos al sentir que el olor a humo se hacía más fuerte y que literalmente la platinada estaba aún lado de ella recargada en el mesón.
Jade la miro con sus ojos cansados y una sonrisa perezosa tirando de sus labios. "Eres divertida. Piensas que todo el mundo está alrededor de tu meñique." Se burló al ver a la ojiazul detener sus movimientos.
"No lo pienso, es un hecho" Contestó con una sonrisa divertida.
La ojigris apretó sus labios asintiendo con la cabeza, mirando con atención el rostro de la contraria. "Eres presumida" Dijo dándole una sonrisa divertida.
La cara de Hera se volvió en un tono rojo como el color de su pinta labios, estaba ofendida por tal comentario. Hera, no tardo en seguir los movimientos de la más alta, notando como le daba una última calada a su cigarrillo y aplastarlo contra el mármol para poder apagarlo.
"¡Oye! Ten cuidado con eso" La reprendió con un pequeño resoplido al final.
Jade le dio una sonrisa inocente mirándola con un brillo de burla en sus ojos. "Eres más insoportable de lo que pensaba"
