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Dong Min abría sus ojos con pesadez, seguía teniendo mucho sueño. Soltó un bostezo mientras se removía en su lugar y se acurrucaba en la suave y cómoda cama.

- ¿Dormiste bien? - cuestionó el pelinegro con una pequeña sonrisa.

El omega se dió la vuelta y miró con asombro al alfa, ¿Seguía ahí? ¿No se fue en la madrugada?

- ¿Por qué estás tan sorprendido? ¿Es por qué no tengo ropa? - interrogó.

El castaño negó levemente. - Bueno, un poco... Pero pensé que te irías en la madrugada.

Era algo inevitable para el omega no pensar en las noches que debía satisfacer a su ex esposo y todas las mañanas despertaba solo sin algún rastro de In Yeop. Pensó que sería lo mismo con Bin, tendrían sexo y en la mañana no estaría.

- Es nuestra primera mañana como esposos, no quiero separarme de tí - se acercó al cuerpo del omega para darle un cálido abrazo.

- ¿Puedo abrazarte mientras duermo un poco más? Solo unos minutos - pidió, tenía miedo de la respuesta, normalmente siempre que le pedía a su ex esposo que le diera una muestra de afecto este se negaba.

Bin sin decir nada simplemente se aferró un poco más al cuerpo desnudo del omega mientras acariciaba con delicadeza el sedoso cabello del menor.

- ¿Eso es un sí? - preguntó con timidez.

- Por supuesto, siempre haré todo lo que me pidas. - sonrió levemente - Te tengo una sorpresa, después de tu siesta vendrás conmigo, ¿De acuerdo?

Dong Min asintió levemente mientras sus párpados empezaban a pesar. - Ayer no te lo dije porque ni siquiera podía pronunciar tu nombre adecuadamente - susurró cansado, acurrucándose entre los brazos y el pecho del emperador - Pero creo que yo también te amo... - balbuceó antes de caer dormido.

Tal vez debería confiar aún más en el emperador Moon, en su esposo.

El omega sentía que era muy pronto para decir esa palabra pero su lobo le repetía constantemente que le diera la oportunidad al alfa, además, Bin era muy lindo con él. Por primera vez alguien lo trataba con mucho cariño y amor.

El rostro del alfa se torno de un rojo carmesí mientras sonreía de una manera boba, quería gritar de la emoción pero lo único que pudo hacer fue depositar un pequeño beso en la frente del castaño

- Haré que me ames mucho, mi lindo omega - dijo mientras olía aquel aroma a fresas que desprendía el castaño y que tanto adoraba - todos los días me esforzaré.

- Haré que me ames mucho, mi lindo omega - dijo mientras olía aquel aroma a fresas que desprendía el castaño y que tanto adoraba - todos los días me esforzaré

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El Omega Del Emperador Moon - BinwooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora