𝑴𝒚 𝒗𝒊𝒐𝒍𝒊𝒏𝒊𝒔𝒕 | 𝑯𝒖𝒏𝒕𝒆𝒓 𝒙 𝑳𝒆𝒄𝒕𝒐𝒓𝒂

•15•

Hunter

Estaba en el mercado nocturno, me habían mandado aquí por un reporte de que un grupo salvaje intentaría entrar a la mente del emperador y claramente tenía que impedirlo.

Iba caminando por ahí cuando vi un rostro familiar, era T/n, junto con la Dama Búho, la humana y la rata esa de demonio que tienen.

Me acerqué cuando estaba desprevenida y la llevé hasta un callejón vacío y oscuro.

—¿Que mier- Hunter, ¿que haces aquí?

—Pues, me mandaron a una misión —respondí, me quité la máscara y la dejé en algún barril por ahí cerca mío—, pero vi a una chica hermosa y me di cuenta que era mi novia, así así decidí preguntarle como esta y que hace ella aquí.

Comencé a besar su cuello poco a poco, resistí las ganas de dejar alguna marca.

—A Luz.. se le rompió la capa y, y vinimos a que se la repararan o comprar una nueva —su respiración se había comenzado a agitar un poco.

—No te he tocado y ya te noto algo acelerada, ¿no, princesa?

—Ni siquiera me pusiste atención ¿verdad? —deje su cuello para mirarla directamente a los ojos.

—¿Porqué estás con la Dama Búho? —pregunté por curiosidad, tomándola del mentón.

—Me estoy quedando con ella desde hace unas pocas semanas —le pregunté el porqué, habían pasado algunos días desde la charla por penstagram—, bueno, no podía estar con mi xadre por.. ya sabes, y mi familia xaterna no me cae tan bien que digamos, además.. Eda es mi madre.

—¿Que? ¿Es en serio—

—Shh —tomó mi mentón y bajó mi cabeza un poco—, ¿y si vuelves a besarme como lo estabas haciendo? Lo empezaba a disfrutar.

Volví a besarla por el cuello, dándole pequeñas mordidas que aceleraban un poco su respiración.

Desde la primera vez que lo hicimos tenia muchas ganas de dejarla sin aliento y hacerla mía otra vez, pero no se había presentado la oportunidad.

—Desde esa noche de la fiesta he querido hacerlo de nuevo, sabes —antes de que ella dijera algo, subí un poco su falda con una mano y apreté su trasero, con la otra la tomé de la cintura.

Envolvió con sus brazos mi cuello y me hizo un poco de cosquillas en la nuca.

—¿Que harás si me resisto a tus encantos, si juego contigo un poco yo también? Porque alguien podría descubrirnos en este lugar, además tienes una misión —le di un beso en la mejilla mientras hablaba—, ¿o no?

—Tengo una misión, pero también algo de tiempo antes de ella, además si te atreves a jugar conmigo me vería obligado a colocarte unas esposas y ponerte de espaldas contra mi, luego.. ya sabes.

Nos estábamos casi comiendo por encima de la ropa, la idea de ponerle las esposas me encantaba pero no la iba a obligar a nada, además también tenia un poco de miedo de que nos descubrieran. Estaba disfrutando mucho de esto, soltaba pequeños jadeos cuando presionaba mi rodilla contra su entrepierna.

—Oh, Hunter —gimió en voz baja, me quité el guante y le metí dos dedos a la boca, primero uno y recorría lentamente su cavidad, ella los chupaba y mojaba con su saliva.

—Así es, chica buena, di mi nombre y que me deseas porque en cuanto tenga la oportunidad te llevare a un lugar más privado y eso será lo único que podrá salir de tu boca, mi violinista.

—Si, soy tuya Hunter.

—Que obediente.

Escuchamos la voz de la Dama Búho a lo lejos buscando a T/n, tuvimos que parar lo que estábamos haciendo y despedirnos con un beso corto, volví a estar atento en la misión para buscar a los que querían usurpar la mente de el emperador, aunque en la mía juré que dejaría a esa chica sin caminar en cuanto estuviéramos en la misma habitación solos.

T/n

Me quite unas pocas gotas de sudor de la frente y volví con Luz, King y Eda.

—¿Donde estabas jovencita? —me pregunto la mayor.

Me excusé diciendo que alguien había intentado venderme algo y que por eso me entretuve un rato, seguimos tocando la puerta del negocio donde le reparaban la capa a Luz pero la señora al parecer ya se había puesto un sello, y pensaba que ayudar a las brujas salvajes. Eso nos disgusto mucho a mi y a la humana, todos miraban a Eda juzgandola como si hubiera hecho algo malo, King dijo algo muy cierto, nadie quiere pensar que ha seguido a la persona incorrecta toda su vida.

—¿Ese no es el Guardia Dorado? —Luz señaló a un lugar—, tal vez podamos hacerle unas preguntas..

—No creo que sea buena idea.. —intente detenerla pero corrió hasta Hunter, cuando llegue hasta donde se habían metido ya no estaban, y había un frasco de pociones rojo y un gran círculo en el piso con otros círculos formando un símbolo.

Eda y King llegaron hasta donde yo estaba e intentamos hablarle por un aparato para comunicarnos.

Mierda, se habían quedado dentro de la mente del emperador y nosotros teníamos que sacarlos desde afuera, después de recalcarle a los dos los estúpidos que son fuimos a la casa Búho y empezamos a revisar en todos los libros una forma de traerlos de vuelta.

¿Quien? ¿Quien hace semejante estupidez? Agh, eso no importa, lo importante era sacarlos de ahí antes de que el Belos interior los encontrara y eliminara.

Probamos todos los hechizos y pociones posibles pero nada funcionaba, yo no sabía mucho como hacerlo, no nos enseñan eso en Hexside, y Eda no tenía magia, así que prácticamente éramos inútiles.

—¡Entrega especial de un admirador secreto de Eda! —habían tocado la puerta y cuando Hooty regreso de ver quien era trajo unas flores consigo.

—Saca eso de aquí Hooty, podría ser una trampa —las flores se disolvieron en el jarrón y formaron una especie de poción, en una nota decía que esto sacaría a Hunter y Luz de la mente de Belos pero necesitaba una fuente de poder, y una grande.

Usamos mi guante con sangre de Titan para sacarlos y lo conseguimos en el momento justo.

El pajarito rojo —que nos acompaño desde el inicio— de nombre al parecer Flapjack, fue a picotear a Hunter o no sé, él se veía estresado, casi llorando, empezó a decir que no podía volver, que Belos iba a saber donde estaba él y salió corriendo por la puerta, intente seguirlo pero me quedé quieta a poca distancia de la casa Búho.

Esperaba que se diera la vuelta y volviera pero no lo hizo, sea lo que sea que hubieran visto debió dejarlos impactados, y eso me daba escalofríos.