"Prométemelo... Prométeme que serás una buena persona..."
Esas fueron las últimas palabras que Yami Akari escuchó de su madre antes de fallecer... Lamentablemente el mundo no es un lugar benevolente... Pero lo intentó, a pesar de las dificultades...
"No se retrasen" -comentó Rias mirando a su nobleza- "Los demás nos están esperando en la cima"
Había pasado un día desde el encuentro con Raiser Phoenix y la propuesta para el Rating Game. Las cosas se salieron de control pero al final todo iba acorde a las ordenes de Sirzechs, si Rias lograba ganar el duelo Akari se volvería el nuevo propietario del terreno de los Gremory en Kuoh y su hermana podria empezar una campaña para resurgir el apellido del clan. Según las ordenes del joven mago, su idea era entrenar tanto a la nobleza de Sona como a la de Rias al mismo tiempo. Al oír eso, Sona se negó inmediatamente, pero cuando el joven le dijo que podría usar a los miembros del clan Gremory como muñecos de practica acepto sin queja alguna. Poco después de ello, la mismísima Ravel Phoenix apareció en la casa de los Gremory para anunciar que debido a la condición de su hermano tardaría 2 semanas en recuperarse por completo...
Cosa que dejo sorprendidos a todos y por obvias razones no se podía dar a conocer la condición de Raiser. ¿Se imaginan la reacción del inframundo si se enterasen que un demonio de sangre pura fue fácilmente derrotado por un humano...? No iban a permitir semejante golpe al orgullo del joven fénix y a su clan.
Es por eso que ahora toda la nobleza de Rias se encontraba subiendo una ladera hacia una casa en las montañas para entrenar, Akari les había conseguido tiempo para fortalecerse y no podían desperdiciarlo por nada. Al final fue Rias la que comunico el lugar de entrenamiento en las montañas de la ciudad, aunque no todos estaban contentos por entrenar bajo la tutela del mago. Issei ascendía agitado mientras cargaba una pesada mochila en su espalda.
"¿Falta mucho para llegar...?" -preguntó cansado-.
"No seas vago, ya casi llegamos" -dijo una voz monótona-.
El castaño se volteó y se quedo sorprendido al ver como Koneko cargaba una mochila mucho mas grande que la de el y subía como si nada. La pequeña albina será la más tierna de la nobleza de Rias, pero lo que tiene de tierna lo tiene de fuerte, no por nada era una Torre.
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Varios minutos más tarde, el club de ocultismo se encontraba frente a la casa de los Gremory, su hogar por las próximas 2 semanas mientras se volverían más fuertes. La cual no solamente era una mansión sino que venia incluida con todas las comodidades que necesitaban, para entrenar, descansar y entretenerse de poder hacerlo.
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