Akari POV
Ha pasado un día desde el Rating Game y las cosas han estado tranquilas para el mago. Su herida había sanado y las hermanas de harem se calmaron al verlo recuperado. Una vez de regreso en casa el mago entró a su espacio mental y sonrió con fervor al ver los 2 orbes de los hermanos fénix brillar en su máximo esplendor. Una parte de el quería hacer suyo el poder del fénix cuanto antes pero había una un asunto importante del cual encargarse... Y no, no era la desnuda Akeno recostada sobre él rosando su cuerpo con intenciones nada inocentes. Pero considerando que faltaban unas horas para sus visitas, podría divertirse un poco.
"Buenos días cariño~" -dijo la sacerdotisa mirándolo sonriendo- "Veo que estás muy animado esta mañana~"
"Tengo a mi preciosa novia desnuda sobre mi rosando su hermoso y voluptuoso cuerpo" -comentó con una mirada picara- "¿Qué reacción esperabas?"
Akeno soltó una risita mientras empezaron a besarse, el rose de las manos de la joven sobre el cuerpo del mago lo hizo estremecer. Sin lugar a dudas Akeno era la más pervertida de su harem, cosa que le encantaba. Amaba ver su transformación de joven educada a una perra en celo, el como su mascara se caía revelando su verdadera naturaleza era un deleite para el mago, no por nada era su favorita. No lo malentiendan, Akari quería a todas sus chicas, pero Akeno era la excepción a la regla; ella es la mente maestra detrás del harem por lo que tenía ciertos privilegios sobre las demás. Cosa que las demás no tuvieron más opción que aceptar pero nadie obligo a nadie a nada. Ambos se separaron un momento y sus miradas se encontraron, el joven le acaricio el rostro a la azabache la cual simplemente se derritió con el tacto cariñoso sacándole una sonrisa.
"Te amo Akeno" -dijo el mago-.
La joven le sonrió con cariño al oír eso.
"También te amo Akari"
Y con un corto beso la joven se apoyó contra el pecho de su novio mientras este le acariciaba la cabeza. Ambos disfrutaban del tacto del otro aunque el joven sabía que en el fondo su novia quería algo más, quizás sea hora de hacer algo nuevo, algo que estuvo postergando por demasiado tiempo... Y estaba seguro de que el encantaría.
"Akeno" -la joven lo miró sonriendo- "Tengo otra idea pervertida"
Una sonrisa divertida se dibujo en la sacerdotisa y respondió con entusiasmo.
"¿Que tienes en mente ahora~?"
Akari se acercó y empezó a susurrarle al oído, al poco tiempo el rostro de la joven paso a uno de asombro y por ultimo se relamió los labios con una mirada pervertida. Esta se acercó y le respondió susurrándole.
"Tu si sabes como calentarme bebe~"
En un rápido movimiento, sorprendiendo al mago, Akeno tiro de sus brazos para sentarlo en la cama y empezó a empujarlo.
"¿Qué estas esperando? Ve a preparar todo" -dijo entusiasmada-.
Akari simplemente se puso de pie sonriendo.
"Alguien esta emocionada" -respondió el azabache vistiéndose-.
"¡Por supuesto!" -respondió Akeno sonriendo- "¡Estás a punto de cumplir una de mis fantasías!"
Akari soltó una risa y se acercó a la joven.
"Iré a buscar a nuestro nuevo juguete" -la sujetó del mentón- "Quédate ahí y disfruta del espectáculo que estoy por darte bebe~"
Y asintiendo varias veces Akeno hizo caso a las ordenes del mago mientras este salía de la habitación hacia su destino.
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Shadow Light
Fanfiction"Prométemelo... Prométeme que serás una buena persona..." Esas fueron las últimas palabras que Yami Akari escuchó de su madre antes de fallecer... Lamentablemente el mundo no es un lugar benevolente... Pero lo intentó, a pesar de las dificultades...
