Akari POV
"Esto no me lo esperaba..." -comentó sorprendido-.
"¿Qué cosa cariño~?" -respondió Ingrid-.
"Recuerdo que lo dijiste pero no esperaba que crearas una casa propia dentro de mi"
El mago se encontraba recostado en una cómoda cama matrimonial mientras Ingrid lo miraba de pie. La "casa" que se había hecho la entidad era como su Inventario, una dimensión de bolsillo, solo que esta era un conjunto de habitaciones. Tenia una habitación donde dormir, una cocina, una sala de estar, incluso un bello jardín donde relajarse bajo el sol y... Un momento... ¿Como...?
"Te lo dije, no estoy todo el tiempo en tu almacén de habilidades, también tengo tiempo para mi misma" -la entidad observó el rostro pensativo del joven- "Es verdad que estamos dentro de tu mente pero eso no significa que no sea real, de hecho tu propia mente es lo que le otorga a este espacio las leyes naturales como la gravedad y que tengas tus 5 sentidos intactos" -se le acercó- "Es por eso que puedes respirar oxigeno o sentir la temperatura templada de este ambiente" -se puso encima de el- "También es por eso que podemos sentir el tacto del otro cuando nos besamos~"
La explicación de Ingrid era solida, era la mente del mago lo que hacia real las sensaciones... Lamentablemente para el, el hecho de que la pelirosa estuviera vistiendo únicamente unas pantaletas negras y una camisa blanca desabotonada captaba casi toda la atención de este...
"Ya veo" -se aclaró la garganta- "Supongo que al estar tanto tiempo aquí mi cuerpo se abra quedado dormido en el mundo real"
Ingrid asintió.
"Para el mundo exterior, ahora mismo estás dormido, le viene bien un descanso a tu cuerpo" -le susurró al oído- "Lo que significa que tenemos toda la casa para nosotros~"
Ambos sonrieron e inmediatamente empezaron a besarse. Akari rodeo por la cintura a Ingrid mientras esta empezó a desvestirlo dejándolo únicamente en boxers. La entidad devoraba con la mirada el cuerpo fornido de Akari mordiéndose el labio, hacia mucho tiempo que deseaba esto y por fin este era su momento. Antes de que ella se diera un festín con su amo, Akari la detuvo sujetándola de los hombros y le quito la camisa y la tanga revelando así su cuerpo desnudo.
El joven quedó hipnotizado por el cuerpo de Ingrid, ella era una belleza de piel morena y muy voluptuosa. Sus grandes muslos... Pronunciadas caderas... Enormes pechos... Cuando sus miradas se cruzaron, ella desvió la mirada con vergüenza.
"Lo siento si no soy de tu agrado... Si quieres puedo..."
Akari la interrumpió con un beso haciendo que ambos cayeran en la cama.
"No vuelvas a decir eso Ingrid..." -empezó a acariciar su vientre- "Tu eres hermosa y me encanta tu cuerpo"
El rostro de Ingrid se calentó dando lugar a un rubor mientras sonreía. Esta extendió los brazos dándole la bienvenida.
"Tómame" -dijo con cariño-.
Akari le acarició el rostro cosa que la pelirosa acepto gustosa y después empezaron a besarse. Primero lento y poco después empezó a escalar a uno más intenso. Ingrid podía sentir la erección de su amo chocando contra su vientre, cosa que la hizo feliz mientras recorría su espalda con vigor. Ambos continuaron con el beso por unos instantes más antes de separarse y mirarse cara a cara.
"Akari" -ambos se sentaron en la cama- "Déjame complacerte"
El mago asintió mientras Ingrid lo guio al borde de la cama donde este se sentó. La entidad gateó hasta estar frente a su amo y se puso de rodillas frente a el.
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Shadow Light
Hayran Kurgu"Prométemelo... Prométeme que serás una buena persona..." Esas fueron las últimas palabras que Yami Akari escuchó de su madre antes de fallecer... Lamentablemente el mundo no es un lugar benevolente... Pero lo intentó, a pesar de las dificultades...
