Poniendo a Prueba la Confianza

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DOS CARAS

Por Torenza

Traducido por Inuhanya

Disclaimer: No soy dueña de Inuyasha, ya! No pueden demandarme porque he dicho las palabras mágicas! No es que nadie se moleste en demandar...

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Capítulo 9

Poniendo a Prueba la Confianza

"Ya casi llegamos?"

"No..."

"Qué tal ahora?"

"No."

"Qué tal si—"

"Qué tal si te callas y me dejas caminar, eh?" Se quejó Inuyasha.

"Iba a decir—qué tal si jugamos al ojo espía en el camino. Estoy muerta de aburrimiento." Dijo Kagome alegremente desde su espalda, abrazando su chaqueta para calentarse.

"No seas tan infantil." Le dijo él.

"Bien..." Dijo Kagome con un toque de mal humor.

El silencio se prolongó.

"Ya casi llegamos?"

"Estamos unos veinte pasos más cerca de la frontera desde la última vez que preguntaste—ahora, por favor, te callas?!" Espetó Inuyasha. "No vamos a llegar al territorio del sur hoy—tal vez mañana por la mañana."

"Entonces juguemos un juego para pasar el tiempo." Presionó Kagome.

"No! Cuenta farolas o algo..."

"No sé si puedes decirlo, pero te estoy mirando con una especie de expresión de 'sé realista'." Ella pasó su brazo alrededor de su cuello un poco más fuerte, inconscientemente, y movió sus muslos alrededor de su cintura sin darse cuenta. "Tiene que haber algo más interesante por hacer que esto..."

Inuyasha solo deseaba que dejara de retorcerse así. Llevarla a ella y al paquete de provisiones no se hizo más fácil por el hecho de que seguía apretando 'inocentemente' sus brazos y piernas alrededor de él. Y dijo que tenía aversión a que la tocaran... pero dada media oportunidad, parecía gustarle tocar a todos los demás.

"Qué tal si cuentas árboles en su lugar." Sugirió Inuyasha, tratando de encontrar algo que le impidiera regañarlo más.

"Si debo..." Kagome suspiró y se movió para ponerse cómoda de nuevo. "Uno... dos... tres... cuatro-cinco-seis... siete... ocho... no, espera... he perdido esos dos... oh genial, ahora perdí la cuenta. Uno... dos... tres..."

"En silencio!"

"Quieres que también deje de respirar?"

"Si no es mucho problema." Dijo él sarcásticamente.

Pero después de eso todo lo que escuchó (o más bien sintió) fue a Kagome contando en un susurro, su aliento haciéndole cosquillas en la nuca y haciéndolo temblar involuntariamente.

"Frío?" Preguntó ella, inmediatamente culpable por tomar su chaqueta.

"No... y cuando dije en silencio y quise decir en silencio—es contar en tu cabeza."

Kagome murmuró algo grosero por lo bajo y procedió a contar en su cabeza, suspirando cada vez que perdía la cuenta porque ya no podía seguir la cuenta verbal. Pero incluso entonces, Inuyasha pensó que podía oírla contar en su cabeza... y eso era un poco perturbador.

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