Hipotéticamente

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DOS CARAS

Por Torenza

Traducido por Inuhanya

Disclaimer: Este es mi plan: iré a Japón, caeré en un pozo al azar y en el pasado (o en coma) e iré a encontrar a Inuyasha. Una vez que lo encuentre, le disparo un dardo tranquilizante y le pongo un sticker en la cabeza que diga 'Soy su dueña'. Por supuesto, no hay espejos en esa época... bueno, no muchos... y cuando se despierte, estará felizmente inconsciente de que es de mi propiedad. Una vez que lo haga, puedo dejar de escribir estos disclaimers y regresar al manicomio para vivir el resto de mi vida de fantasía.

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Capítulo 17

Hipotéticamente

"El día de la oscuridad está a menos de una semana..." El primer ministro descansó la barbilla en la palma de la mano mientras se apoyaba en la mesa de reuniones. "He recibido noticias de que Kagome escapó de sus captores y se reunió con su padre."

"Gracias a Dios..." Fueron los diversos murmullos de respuesta.

"Aunque Inuyasha todavía está con ella."

Esto fue recibido con silencio.

El General Taijiya se inclinó. "No debería decirles lo que hizo?"

"No hay forma de establecer una comunicación bidireccional. Asumo que Kagome les ha dicho a los militares con los que viaja lo que ha hecho y espero que lo mantengan capturado." El primer ministro se encogió de hombros. "El mensaje del Mayor Houshi no dio más detalles además de 'tenemos a Kagome y a Inuyasha'."

"Tal vez deberíamos enviar un avión para recuperar a Inuyasha y enviarlo a prisión. Es demasiado arriesgado tenerlo allá afuera." Argumentó el General.

"Y también correr el riesgo de tener ese accidente?" El primer ministro negó con la cabeza. "No lo creo. Además, hasta ahora la profecía se está haciendo realidad, y no quiero arriesgarme a nada que pueda alterar el equilibrio. Es mejor que esperemos. Inuyasha no sobrevivirá al día de la oscuridad... y Kagome tampoco, desafortunadamente. Enviaremos un avión después para recogerlos."

"Pero el Mayor Houshi insiste en que enviemos uno ahora." El General frunció. "Mi hija también está allá—no quiero arriesgar su vida."

"Ella no correrá ningún peligro porque no tiene alma demoníaca." El primer ministro se encogió de hombros. "Los humanos sobrevivirán bien."

"Entonces simplemente ignoramos sus llamadas de ayuda?"

"Tenemos que hacerlo."

"Pero dejar a Inuyasha allá... en un momento tan crítico." El General hizo una mueca. "Quién sabe qué tipo de cosas atroces podría estar planeando..."

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Si apagaba la luz... y luego esperaba un rato... el bichito saldría de debajo de las tejas del techo... y entonces podría encender la luz de nuevo y con un periódico enrollado—bam! Cucaracha muerta!

Inuyasha esperó pacientemente bajo un interruptor de luz... pero parecía que su plan maestro no estaba funcionando realmente. Parecía que incluso los parásitos podían burlarlo en estos días...

Con un suspiro, se levantó del piso y se fue a buscar algo de acción. Todo este asunto de las cucarachas le había dado hambre, así que salió en busca del comedor de abajo. Kagome y su padre ya estaban sentados en una de las mesas con Sango y Miroku. Decidiendo unirse a ellos, Inuyasha se dirigió directamente a esa mesa, pasando a un par de meseros y camareras en su camino.

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