Desgarrada

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DOS CARAS

Por Torenza

Traducido por Inuhanya

Disclaimer: No recibo ningún beneficio de estas historias, solo diversión. Aunque es bastante malo que no reciba dinero... suspiro...

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Capítulo 11

Desgarrada

"Y ahí estaba yo—con este palo de golf en una mano y un sándwich en la otra, preguntándome cómo demonios iba a salir viva de ahí." Kagome rió mientras salían de la posada a la mañana siguiente.

"Déjame adivinar, golpeaste al tipo con el palo de golf hasta matarlo y corriste a esconderte detrás de tus guardaespaldas?" Inuyasha sonrió.

"No—le lancé el sándwich y salí corriendo con el palo de golf." Terminó Kagome con una sonrisa.

Inuyasha se detuvo en seco y la miró. "Debes tener el peor sentido de autoconservación que he conocido."

Kagome sonrió. "Bueno... pensé que como a él no le gustaban los sándwiches de marmita, entonces estaría bastante segura tirándole el sándwich."

"En otras palabras, no tuviste el corazón para romperle el cráneo con un palo de golf?" Decidió Inuyasha.

"Básicamente." Aceptó Kagome.

"Kagome, Kagome, Kagome..." suspiró él y chasqueó la lengua, sacudiendo la cabeza con decepción artificial. "Nunca vas a vivir más allá de los diecisiete años si sigues siendo tan aprensiva como ahora."

Kagome frunció. "No tengo que ser ruda, por eso TE contratamos, recuerdas?"

"No sabes artes marciales?" Frunció él.

"Um... un poco... sin embargo, nunca despegué realmente. Era mejor en el tiro con arco." Ella sonrió. "Pero hice un poco cuando era pequeña."

"Excelente." Inuyasha de repente miró a su alrededor y vio algunos postes de madera apoyados contra el costado de un pequeño edificio. Levantó dos de ellos de la pared (aunque por lo que sabía, podrían haber estado sosteniéndolo), luego los trajo. "Vamos."

Kagome lo siguió mientras él comenzaba a bajar por el camino que se alejaba de la aldea y se dirigía hacia el este a través del bosque, aunque era un camino bastante desgastado y que parecía seguro.

"Qué pasa con los postes?" Preguntó Kagome finalmente cuando se habían alejado tanto por el camino que ya no podían ver la aldea.

"Alguna vez hiciste trabajo de barra?" Preguntó él.

"Un poco... no mucho... sólo una lección." Ella tomó uno de los postes. "Pero creo que entendí la esencia."

"Qué, así?" Inuyasha empuñó el palo restante y lo giró en sus manos, pasándolo de una a otra, haciéndolo destellar ante Kagome.

"Bueno... no ASÍ!" Remarcó Kagome cuando terminó y se apoyó contra él como un bastón. "Pero creo que vi el episodio uno de Star Wars lo suficiente como para dominarlo."

Ella le mostró moviendo su bastón en un arco lento, completado con el efecto de sonido "zzhmm" de un sable de luz. Inuyasha rió y tomó el palo de ella. "Vaya, creo que todos los demonios de este bosque corrieron a esconderse."

"Apuesto a que sí." Dijo Kagome con superioridad.

Inuyasha le sonrió y sacudió la cabeza. "Estaba pensando que será mejor que te dé algún tipo de arma en caso de que alguna vez necesites defenderte. Después de todo, no voy a estar cerca todo el tiempo."

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