Cap2 Instituto Aristocrático

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Mi primer día en la academia fue terrible, no pude dormir de modo adecuado. Por fortuna, aún faltan dos días para hacer la ceremonia de avancé.

Soñé con ese día. El día que ellas me habían dejado sola en este mundo.

Tenía una nueva familia y sabía que me amaban y yo empezaba a amarlos, pero el remordimiento me consumía por dentro.

Evangeline notó mi preocupación, pero no preguntó nada en absoluto, en vez de eso me dijo que podía escoger a mis asistentes libremente, dándome los papeles con los perfiles. Me puse a revisarlos. Los que estaban marcados con una «X» ya habían sido seleccionados por Charlotte para el siguiente año que ella ingresara. Eso me distrajo bastante, escoger a todos mis criados.

Caballeros: Eckhart, Matthias, Emelinda y Rosaria como archi caballeros. Med caballeros seleccione a Laurenz, Patricio, Damuel, Brigitte, Angélica, Judith y Bárbara. Eso hacía un total de diez caballeros. Pensé que eran demasiados, pero Evangeline dijo que eran pocos, sin embargo, como había aprendido magia de mejora física y esgrima con Gunther, Eckhart, Angélica y Bonifatius no había problema, inclusive aguantaba en un uno contra uno con Eckhart, quién por experiencia me ganaba.

Asistentes: Tulsneda, Brunhilde y Elliana como archinobles. Mednobles escogí a Liseleta, Gretia y Elizabeth.

Para eruditos: Heidemari, Dayanara, Frederica y Matthias de archieruditos. Philline y Roderick como mednobles. Después de ellos nadie me llamaba la atención. Además, Heidemari era tan excelente como Elvira, y Matthias cómo su padre así que no me preocupé.

"Ellos están bien para mi, Evangeline. Si no tienes inconvenientes, ¿puedes llamarlos a todos por favor?"

"En lo absoluto Lady Rozemyne, todos son excelentes elecciones, les preguntaré a cada uno de ellos, mientras tanto, Tusnelda quedas a cargo".

"Por supuesto" respondió mi autoproclamada hermana mayor antes de mirar a su madre salir por la puerta para luego hablar cuando Angélica se puso en guardia.

"Hermana, ¿sucede algo? Estás demasiado pálida", Cuestionó la chica de cabello verde. De verdad era transparente para Tuuri, como la había empezado a llamar en privado. Ella me llamaba a mi Myne en cambio.

Mire a Angélica, pero era una cabeza hueca, no tenía por qué preocuparme por ella.

"Estoy bien Tuuri, creo… Estoy un poco nerviosa, tengo miedo a fallar", dije. 

Era una mentira, obvio no le iba a decir mi verdadero temor. Ella suspiró y me miró con determinación.

"Si tienes miedo a encontrarte con alguien no lo hagas. La tía Georgine es muy buena, hizo que su erudito fabricará esa extraña herramienta que cambia el color de tu cabello y ojos. Así que no tengas miedo, todos te protegeremos de quién sea que quiera hacerte daño. Ya te lo dije antes, no me importa tu pasado, ahora eres mi prima y hermana, eso es lo único importante". En serio no podía contra ella, ahora entendía a mi madre Georgine. Si ni siquiera ella era capaz de ir contra Tuuri, yo menos.

"Soy demasiado transparente para ti hermana, pero muchas gracias, sé que puedo confiar en tí". Ella sonrió y me dio una palmadita en la cabeza, salió de su modo de hermana mayor y cambió de tema.

"¿Quiere un libro Lady Rozemyne? Su madre envió unos cuantos que no ha leído, quizás eso la calmé y suba sus ánimos".

'¿Eh, libros nuevos? ¡Yahooo! ¡Eres la mejor, mamá!'

"Muchas gracias Tulsneda" ella acercó a mi un libro que nunca había visto, pero estaba hecho con el papel que inventé.

Cuando lo leí quedé perpleja. Era uno de los cuentos que le había contado a Elvira, ella lo transcribió y lo hizo legible para los estándares nobles. 

La Flor y el Demonio Libro 2: La Venganza de la Flor (pausada)  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora