Cap7 La Hija de Leidenschaft

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Lestilaut estaba orgulloso de pertenecer a Dunkelfelger, un gran Ducado que no tenía rival en Ditter. La única persona capaz de ganarles más de una vez se había graduado hace más de una década.

"Sigo sin creer que Gunther actúe más como vasallo. Ese tipo sigue siendo tan raro como cuando nos conocimos".

"¿Quién es Gunther?" Lestilaut le preguntó a su padre. El hombre se llevó una mano a la barbilla, sonriendo con nostalgia.

"Es un candidato a archiduque de Eisenreich. Lo vi en la última conferencia de archiduques, pensé que se había convertido en Aub, sin embargo, solo venía como caballero de escolta" Werdekraft le dijo a su hijo, quien lo miraba mitad asombrado y mitad exasperado.

"Ya veo, ¿eso es malo?" Lestilaut cuestionó.

"En lo absoluto, pero déjame decirte que ese hombre provocó que perdiera cientos de veces contra él en ditter"

"¡¿Eh?!" exclama Lestilaut, qué jamás había escuchado que su padre perdiera en un partido.

"... Él es increíblemente fuerte, un excelente comandante y muy astuto. Pero a él nunca le interesó nada de eso, solo quería vivir su vida sin preocupaciones. Nunca buscó el poder y parece que sigue sin hacerlo."

"¡Eso es un desperdicio!" exclamó Lestilaut con evidente molestia. Desde niño había sido criado para demostrar de lo que estaba hecho.


Su padre le dió una suave palmadita en la cabeza y lo miró directamente a los ojos.

"Ciertamente hombres como él son muy pocos, pero si algo aprendí de ese hombre es que no importa que tan fuerte y poderoso seas, si olvidas lo que es verdaderamente importante para tí. Todo ese poder y fuerza perdería el sentido."

"... ¿Por qué me dices todo ésto, no entiendo?"

"Porque al ver a mi viejo amigo me di cuenta de que ustedes son lo más importante para mí. ¡Son mi amada familia!".

"¡Ya veo!" Lestilaut respondió algo confundido.

"Tus hermanas entran este año a la academia real, por eso es que te digo todo esto. Quiero que las protejas, ellas son tu familia. No les quites los ojos de encima, sobre todo en presencia del príncipe Sigiswald y la princesa Adelaide."

'Ahhhhh, ese idiota' suspiró Lestilaut recordando al molesto chico real.


No conocía a la princesa, pero había tantos malos rumores de ella como los del otro idiota.

"En fin, eso es lo importante, lo otro es que este año se inscribe la hija mayor de Aub Eisenreich"

"¿Lady Rozemyne?" interrumpió Lestilaut, haciendo que su padre parpadeara.

"¿La conoces?" cuestionó Werdekraft.

"No, pero Sylvester vive hablando de ella, más bien quejándose. La ha llamado dictadora más de una vez." Aub Dunkelfelger se rió por eso.

"Bueno, como sea. Ella es la protegida de Gunther, él mismo la ha entrenado y dice que la chica es una caja de sorpresas, así que espero que te diviertas mucho."

"¡Lo haré!" respondió el chico sin comprender porque le pedían que se divirtiera.


Cuando Lestilaut llegó a la academia real reconoció a la chica de Eisenreich. Era elegante, hermosa, refinada y había algo en sus ojos que llamaba su atención. No sabía cómo describirlo. Era como si estuvieran vacíos...

Lestilaut lo presentía, los problemas se aproximaban. No solo para la niña de Eisenreich, también para Dunkelfelger. Había visto la mirada asquerosa que Sigiswald le dió a la niña. Pero también notó que Anastasius no dejaba de ver a su hermana Eglantine, o la mirada de odió y desdén de Adelaide.

La Flor y el Demonio Libro 2: La Venganza de la Flor (pausada)  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora