Cap11: De vuelta a casa 

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¡No hay nada mejor que estar en casa!

El clima familiar. Los lugares seguros. La familia a la que amo. Todo lo bueno de mi vida está en Eisenreich... Que lástima que me tomara tanto tiempo encontrar mi lugar en este mundo. Al menos esta vez disfrutaré más de mi vida.

"Hermana, se ve radiante el día de hoy. ¿Pasó algo bueno?" me dijo mi hermanita Charlotte entrando a la oficina de madre junto conmigo.

"¡Estoy devuelta para ver y abrazar a mi linda hermanita Charlotte!" dije abrazándola de inmediato, todavía caminando para acceder a la oficina "¡Y puedo ayudar a nuestra maravillosa madre!"

Madre soltó una risita divertida antes de pararse y abrazarnos a ambas a pesar de las protestas de Charlotte. No tomó mucho para que padre comenzará a carraspear en su puño, separándonos a las tres.

"Sé que Charlotte es adorable, querida, pero tú y Rozemyne van a terminar por asfixiarla"

Las dos miramos a Charlotte, quien solo ajustó su cabello antes de ofrecernos una sonrisa encantadora.

"Está bien, padre. Parece que mi hermana nos echó de menos"

"¡Oh, Charlotte!" exclamé lista para abrazarla de nuevo, siendo detenida por la espalda de mi vestido por alguien. Cuando miré atrás me encontré con que Harmut me tenía sostenida con ambas manos por la espalda.

"Lady Rozemyne, aun si fuera declarada heredera aparente, le ruego que aleje sus... manos de nuestra amada y tierna santa" me regañó el pelirrojo con su voz tranquila, justo antes de que su mirada cambiara y su voz se tornara... escalofriante "¿qué haríamos si Santa Charlotte se lastimara o enfermara? ¿quién cuidaría de estos pobres impíos para interceder por nosotros ante los dioses y...?" 

"Harmut, agradezco tu preocupación" le interrumpió mi linda hermanita "pero en verdad, ¿podrías alabarme un poco menos? ¿dónde quedaría mi humildad si llenas mi cabeza con palabras floridas y alabanzas sin descanso?"

Las manos que me sostenían aflojaron su agarre. Harmut sostenía su cabeza con mortificación antes de caer arrodillado al suelo y cruzar sus brazos frente al pecho, mirando a mi hermana de una forma tan pasional que no supe si reír o vomitar por tal despliegue de fanatismo.

"Su sabiduría me ilumina, como siempre, mi señora. Por favor, sin importar cuan duras sean sus palabras, no deje de corregirme para guiarme por el camino que los dioses desean que transite".

'¡Los dioses y todo aquel que te escucha solo deseamos que cierres el pico y te comportes, Harmut!' pensé sin dejar de sonreír, mortificada por el singular personaje y  feliz de que mi hermana tuviera a alguien tan leal y dispuesto a escucharla y obedecerla... aun si era un poco incómodo.

"¿Han venido a ayudarme, niñas?" preguntó la madre de repente, cambiando el tema y sonriéndonos a ambas con afecto.

"¡Si, madre!" respondimos mi hermanita y yo a coro, mirándonos un segundo antes de reír un poco por la coincidencia.

"¡Soy la Aub más afortunada de todo el país solo por tener un par de hijas tan hermosas y dispuestas a ayudar!" nos alabó madre antes de ponerse en pie, seleccionando algunas tablillas y papeles que dividió en dos, entregándonos un poco a cada una con una sonrisa enorme.

"Para mi preciosa Rozemyne, a quien Zent acaba de anunciar como la mejor alumna de todo primer grado, aquí están los informes de tus empresas además de algunos otros que, creo, te resultarán interesantes" acto seguido, madre me entregó la información sin dejar de sonreír. Yo solo sonreí más. Tenía material de lectura y además informes sobre mi creciente fortuna. ¡Yahoo!

La Flor y el Demonio Libro 2: La Venganza de la Flor (pausada)  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora