𝑬𝑵𝑻𝑹𝑬 𝑪𝑨𝑴𝑨𝑺.|| 𝑺𝒉𝒊𝒏𝒊𝒄𝒉𝒊𝒓𝒐 & 𝑾𝒂𝒌𝒂𝒔𝒂.

[Capitulo V] Devorame otra vez.

Pasado.

¿Senju? ¿Qué hace ella aquí?

Por el miedo de su presencia, me volteo hacia el mirandole a los ojos convertidos en miedo y temor observando a  Shin, el me mira también notando enseguida el temor mostrado en mi mirada y el que pasaría si Senju se asoma dentro de la barra y me descubre íntimamente con el mejor amigo del hombre que ella conoce años atrás y que pasaría si Wakasa sabrá de esto y eso es aterrador porque es un hombre de poco confiar, todo el cuerpo me empieza a temblar.

Oculto la cara contra el piso ya aterrada llena de lágrimas teniendo el culo descubierto y mi mente no deja de repetir lo puta, zorra que me estoy viendo.

Shin se sube su cremallera rápidamente estando pegado a la barra. Alzandose antes que ella lo haga.

—¡Shin! —se escucha su voz sorprendída y como le pega a la barra con las palmas al mismo tiempo que deja carcajadas juguetonas, me pone de nervios y al cerrar el pantalón me da temblores .

—Ahora tu, ¿qué haces aquí? —dice Shin riéndose nervioso acomodando su pantalón.

—Solo pasaba a cachar a la gente cochina que se cogen detrás de la barra del bar de ¡Wakasa! —grita y señalando con sus ojos hacia el interior.

—No le comentes nada por favor. Ya limpiare el piso.

—¿Dónde esta él.? ¿Está con Evelyn?

—Ni idea, pero si el no está aquí supongo que está con ella en su casa porque ayer fue su aniversario y deben estar celebrando.

— Ya veo. —su tono de voz cambio enseguida volviendose serio.—. Pero conociendo a Waka ya perdió el encanto acerca de las romanticidades con su esposa.—contesto la rubia.—. Pasaré después cuando el esté y no estes tu con cualquier putita.

—Adiós Senju. —se despide Shinichiro alzandose sobre la barras hasta la mirar que ella saliera por completo del bar.—. Ya se fue. Ven.

Me da la mano, alzandome del piso, acomodaba el pantalón sobre mi cadera. Y limpiando la suciedad del piso en la blusa. Observando alrededor por su huida de la rubia tan repentina cuando no halló a Waka un instinto de celos dió aparición en mi cabeza.

—¿Porque dijo que perdió el encanto? A qué se refería

—No le hagas caso, sabes cómo es Senju, es una adolescente en estado de la punzada.

Senju solía ser un dolor de huevos cuando éramos novios, siempre supuse que ella le gustaba y por lo mismo era el mal tercio en cada cita conforme al tiempo y la boda repentina fue aceptando el lugar que yo obtenía en la vida de Imaushi. 

Lentamente y con cuidado salimos hacia el estacionamiento. Ninguno de ambos nos dijimos nada. Dentro de mis pantalones se sentía como aún lubricaba y al frotarse entre mi ropa interior solo mordía los labios para calmar los nervios y ganas pero cuando mis ojos observan los pasos de Shinichiro a mi lado, estos no dejan de ver el bulto que lleva en el pantalón.

Al llegar en el auto, nos detenemos; el espejo nos hace mirarnos a los ojos. Desvió la mirada abriendo enseguida el auto e irme lejos y olvidar lo que ha pasado.

—Tengo muchas ganas. ¿Seguimos en un hotel? —añade Shin interrumpiendo que abriera el auto por completo.

Repentinamente se tira encima de mi quedando pegados en el auto. Detengo su pecho a qué se pegue más a mi.