neuf

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Minions

–Aww, que lindo que te llevara café en la mañana –dijo la rubia frente a mi –sabe que, si no, conoce a la amargada Alex de las mañanas –dijo burlona

Yo rodé los ojos divertida –no soy amargada por las mañanas por el café. Lo soy porque simplemente tengo sueño –aclare y ambas reímos

Ya llevábamos rato en centro comercial, pero estábamos esperando a que nos trajeran la comida mientras hablábamos.

–Entonces, ¿Cómo vas en la universidad? –pregunte

Ella sonrió –Bastante bien, la verdad es que ya es mi último año y no es tan pesado –respondió

Mel estaba estudiando derecho, se le daba bien y era el orgullo de la familia. Mis padres eran abogados, ahora ya no están ejerciendo, pero eran muy buenos. Querían que yo estudiara derecho también, incluso pusieron medicina dentro de las opciones. Pero yo fui como la oveja negra de la familia y me fui por otra rama. No me arrepiento.

–¿Y tú? ¿cómo van los entrenamientos? –pregunto

–Hoy sentí que hubo avances. Los veo menos a la defensiva y escuchándome. Al final del día quiero establecer esa confianza con ellos.

–Irán cediendo poco a poco, ya verás –dijo y puso su mano encima de la mía, que yacía en la mesa.

Minutos más tarde, ya nos habían traído la comida y ambas comenzamos a comer, pues nos moríamos de hambre

–Por cierto, ayer no me respondiste... ¿te gusta Griezmann? –pregunto curiosamente

Yo sentí mis mejillas colorarse un poco y me encogí de hombros –No lo se, no lo he visto de esa manera

Ella rodo los ojos divertida –no te creo, tus mejillas te delatan

Yo reí –No sé, Mel –dije honestamente –Es muy lindo y todo, pero no sé cuáles sean sus intenciones conmigo y no quiero forzar nada. Además, soy la directora técnica del equipo, no sé si sea apropiado tener algo con uno de los jugadores

Ella se encogió de hombros –Que importa lo que digan los demás, es tu vida y puedes hacer lo que quieras. Tienes 28 años, Alex. No esperes a lo que digan los demás

–Tienes razón. Sin embargo, de nada vale que me guste si el no siente lo mismo por mi

–Eso no lo sabrás aun, pero no te cierres a la posibilidad –dijo luego de un rato

Yo reí –De verdad que pareces mayor que yo. Pero muchas gracias por tus sabias palabras siempre, me ayudan mucho

Seguimos comiendo y hablando de distintos temas. Ya cuando terminamos, pague la cuenta y caminamos por el centro comercial viendo ropa, ya que le había comentado a Mel que mañana iria al cumpleaños de Lucas y no sabía que ponerme.

–¿Alexia? –escuche que me llamaron

Sin entender, me gire, encontrándome con el rubio de ojos azules que se encontraba en mis pensamientos desde el momento que nos chocamos en el estadio

Sonreí –Hey, Hola –salude cuando se acerco

Note que venía de la mano con una niña muy bonita de cabellos dorados –Hola –saludo –oh, ella es Mia, mi hija –presento

La niña movió su manito saludando –Hola, Mia. Mucho gusto –le tendí la mano y ella la tomo apenada, reí de la ternura que me causaba –Te presento a mi hermana, Melissa –señale a la mencionada, presentándosela a Antoine

Ellos se dieron la mano en forma de saludo y se sonrieron amigablemente –Mucho gusto –dijo el ojiazul –¿En que andan? ¿de compras? –pregunto

Nosotras asentimos –Si, de hecho, buscando que ponerme para mañana –confese

Directora técnica → Antoine Griezmann ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora