dix-huit

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¡Fiesta!

–¡Qué bueno! ¡Me alegra mucho eso! –exclamé contenta –Si estuve viendo el partido, ¡hiciste un golazo!

–¿Si viste que te lo dedique? –comentó el emocionado

Yo reí un poco –Si, cariño –dije sonriéndole a la cámara

El se encontraba sonriendo igual –Te extraño, Alex –dijo luego de un rato

–Yo tambien te extraño, Anto –dije haciendo un pequeño puchero

–¿Y si vienes? Tengo partido en dos días –comentó emocionado

Yo lo pensé –Justo en dos días me internaran en el hospital para hacerme la cirugía –hice una mueca

–¡Cierto! –exclamó –Quería estar contigo ese día...

–Lo sé, pero igual creo que no ibas a poder. Porque me internaran para hacer todo los procedimientos pre-operatorios y ya luego si todo está bien, al dia siguiente, me hacen la cirugía

–Comprendo, ¿Mel estará contigo? –pregunto, yo asentí confirmando –Perfecto, así se que no estarás sola. Te hare videollamada apenas termine el partido, ¿Si?

–Vale, me parece –sonreí

–Ahora iré a cenar con el equipo, te llamo luego ¿si? Te quiero –dijo y tiró un beso al aire

Sonreí grande –Te quiero más, Anto –imite su acción y el segundos después, cerró la llamada. Me quedé sonriendo como tonta a la pantalla de mi celular

Habían pasado unas dos semanas desde que Anto se fue y hemos estado teniendo casi que una relación a distancia, aún nada oficial, pero no me quejo por el momento.

Siempre nos llamamos después de los partidos o entrenamientos y antes de ir a dormir. Era casi como si no estuviéramos en países diferentes, aunque moría de ganas por abrazarlo.

La cirugía sería en casi tres días y los nervios me estaban matando. ¿y si todo salía mal? ¿y si no puedo caminar después? ¿y si definitivamente no podrá jugar nunca más?

Muchas preguntas rondaban por mi cabeza, pero trataba de mantenerme positiva. Anto y Mel me ayudaron mucho con eso.

Suspire y me levanté de la cama, pues estaba tomando una siesta cuando recibí la llamada de Anto

No tenía muchas ganas de salir hoy, así que decidí acomodarme para seguir durmiendo, cuando mi celular comenzó a sonar

Mire la pantalla y el nombre de Fran se encontraba ahí

–Hola, Fran –salude

–¡Alex! –exclamó el ojimiel –¿Tienes planes para hoy? –pregunto

Yo negué, a pesar de que no me veía –Nop, nada en realidad –respondí

–¡Perfecto! Nos vamos de fiesta, paso por ti en veinte –dijo y colgó

Abrí los ojos sorprendida y vi la hora: 7:40 p.m., ¡No tenía nada de tiempo para arreglarme! Y lo más importante, ¿Cómo debería ir vestida?

Paniqueada me levanté de la cama y me metí a la ducha, mientras pensaba en que me podía poner, sin saber exactamente a dónde iríamos

Duré aproximadamente cinco minutos en la ducha y salí con una toalla enrollada en mi cuerpo. Por suerte mi cabello se encontraba bastante aceptable y no tendría que peinarlo mucho, por lo que simplemente lo dejé caer con sus ondas naturales.

Camine hacia el closet y vi pieza por pieza, buscando algo perfecto y sobre todo, cómodo.

Al final, luego de...no se cuanto tiempo, me decidi por algo bastante sencillo que funcionaba para todo: unos pantalones negros de basta ancha, un top negro ajustado al cuerpo, mis jordans negras con blanco y un bolso negro. Lo se, todo negro, pero asi no importaba el lugar al que fueramos, se veria bien.

Directora técnica → Antoine Griezmann ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora