Capítulo 1: Una llegada al corazón

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Para los encargados y sus dueños del Sun Garden hoy había sido un evento maravilloso, ya que el simple hecho de poder hacer que muchos niños sin hogar tuvieran una nueva familia era un sentimiento demasiado bueno que se reflejaba en la alegría de sus corazones.

A unos escasos minutos de cerrar sus puertas por el día de hoy, alguien más se hizo presente buscando poder adoptar a alguno de los pequeños que todavía se quedaban bajo el manto protector de la familia Kira, la dueña del orfanato.

Este hombre de lentes negros, coleta baja y cabello gris que vestía un hermoso traje negro era un amigo de la señora que mandaba en dicho lugar — Kira Akane-san, me alegra haber llegado a tiempo y así mismo encontrarme con tan preciosa mujer — El halago no sobrara en este caso puesto que la mujer de finas curvas y cabellos rojos sonrió por esas palabras.

— Pero miren a quien tenemos aquí, si es nada más y nada menos que Kageyama Reiji-san ¿Cómo has estado? ¿Cómo se encuentra mi amiga? Últimamente no los hemos visto por Japón me imagino que estuvieron de vacaciones en Italia ¿Cuándo regresaron? — Preguntó al saludar con un abrazo al serio adulto que tenía enfrente — Anda pasemos a la sala, estaremos más cómodos y podremos platicar mejor — Invito al instante, no dejo responder al más alto ya que solo lo arrastro con ella dentro de las grandes instalaciones.

Después de caminar unos cuantos metros ambos amigos se sentaron en una de las salas del lugar donde rápidamente una empleada les llevo café, cuando tuvieron un ambiente más clamado pudieron empezar a conversar — Akane-san me entere hace unas dos horas que tenían un evento de adopción hoy, vine lo más rapido posible para llegar, pero a ustedes si que les gusta vivir en lo alto tuve que aumentar la velocidad — Explicó el por que de su llegada con una ligero aire de broma estaba claro que hizo a su chofer manejar a una velocidad bastante alta entre curvas — Hemos estado bien, mi esposa ya se encuentra mejor, gracias por preguntar — Tomó un poco de su café para aclarar su garganta — Acertaste, estuvimos los últimos dos meses en Italia de vacaciones y acabamos de llegar hoy por la mañana, tuve que engañar a Ani para que hoy no me acompañara en estos momentos — Era raro ver a la pareja separada aun que cuando estaba junta no mostraban amor o emociones en público porque ambos eran muy reservados en ese aspecto.

Su sonrisa se alargó con emoción al haber acertado lo que habían estado haciendo sus viejos amigos y padrinos de su hija mayor — Ya veo por dónde va la cosa — Aplaudió dos veces sin pensarlo, entonces de una de las puertas la misma trabajadora que les llevo las bebidas le entrego a su jefa una lista de los niños que seguían sin ser adoptados — Mira todavía tenemos muchos pequeños, puedes adoptar más de uno — Le paso las hojas a Kageyama mayor quien agradeció el instinto de una mujer de la alta sociedad, todo fue tan calmado, pero al llegar a una pagina el rostro del peli gris fue de sorpresa — Lo que estás viendo es correcto — Ahora tenía la completa atención del otro — Lo que quedaba de la familia Endou ya no existe, él único sobreviviente esta aquí con nosotros — Con la misma le mostro un periodito que tenía la noticia de un terrible accidente automovilístico, tardaron unos minutos más entre explicaciones de lo sucedido, el estado con el que recibieron al niño y como se había estado desarrollando hasta ahora.

— Me voy a tomar el atrevimiento de irlo a buscar por mi cuenta en lo que ustedes terminan el papeleo, no tardare mucho — Dijo después de firmar unas cuantas hojas, sin ver atrás se dirigió al área de las habitaciones donde los niños ya se preparaban para descansar, al ver la número 01 por el pasillo de la izquierda supo que era la que buscaba y sin perder tiempo tocó.

Dentro estaba un pequeño que jugaba despacio con un balón de fútbol algo ya viejo, no tenía muchas cosas, pero si algunas que los empelados del ministerio publico le entregaron a los Kira cuando dejaron al pequeño hace ya casi seis meses — Adelante — Dejo de jugar para que no lo fueran a regañar por no estar en la cama todavía, sus ojitos chocolate se quedaron mirando al adulto que de buenas a primeras le dio miedo.

— Gracias — Le contestó al abrir la puerta, lo quedo mirando un momento ya que era la viva imagen de su antiguo maestro — ¿Tu eres Mamoru Endou verdad? — Le preguntó al temeroso infante quien asintió sin decir alguna palabra — ¿Y tienes 3 años verdad? — Recibió otro asentimiento igual que el otro — Bien pequeño, porque a partir de ahora serás Mamoru Kageyama — Estaba claro que Endou no entendía a que se refería, pensó la forma más prudente de decirle al menor que ahora era su hijo así que se agacho para quedar a su altura — Me llamó Reiji Kageyama, yo tengo una linda esposa que se llama Ani, ambos estaríamos muy felices de que te nos unieras como nuestro retoño — Sacó su celular para mostrarle una foto de su esposa al verla bien si que tenían un parecido ella junto con el niño — ¿Qué me dices Mamoru vienes conmigo para tener un nuevo hogar? — Le tentó, al ver la indecisión del pequeño le acaricio la cabeza — Se me olvida decirte que en mi hogar siempre jugamos y disfrutamos del fútbol así que si tu gustas cuando entres a la escuela empezaras a entrenar para liberar tus capacidades — Quería ver si el espíritu del loco del fútbol estaba dentro de ese sobreviviente o no.

— Acepto ir con ustedes señor Kageyama — Con el simple echo de poder jugar fútbol sin tener algún problema se gano al pequeño que lo único de que hablaba era del deporte rey cuando tenía sus momentos de convivencia — Me portare bien, no voy a dar problemas — Agrego al dar un saltito de su cama al suelo con una sonrisa.

— Que bien Mamoru, te ayudare a recoger tu habitación para poder irnos, con suerte llegaremos a la hora de la cena — Se levantó haciendo lo dicho mientras que el pequeño sacaba de debajo de la cama la única maleta que tenía — Y una cosa más Mamoru — Los ojitos chocolate miraron los lentes negros del adulto donde se reflejó él mismo — Dime papá, no me digas señor — Le pidió para que el momento fuera mejor a lo que el pequeño solo le sonrió estando de acuerdo.

Antes de que se fueran por completo varios pequeños se asomaron por las habitaciones vecinas al no escuchar el ruido del balón que siempre molestaba en las piernas horas de la noche — Solo me despediré de mis amigos y nos iremos papá — Una vez fuera de lo que fue su habitación Mamoru soltó la mano del adulto para ir con velocidad a decirles a sus compañeros que ya se iba a su nueva casa con sus nuevos papás, algunos pequeños si lloraron, pero todos acordaron reencontrarse en el futuro mediante un choque de puños además de que para que su promesa no se olvidara rompieron una hoja de papel con el mensaje "Nos reencontraremos" así cada uno se quedó un pesadito .

— Nos veremos después Mamoru-chan no nos olvides — Pidió una niña de cabellos azules que tenía un babero blanco y estaba de la mano con su hermano mayor de ojitos rojos.

— Tenlo por seguro Otonashi-san — Se despidió el pequeño de aproximadamente más de cinco huérfanos que se quedaban todavía esperando que una familia los llevara con ellos como había pasado hoy con demás amigos y ahora Mamoru.

Por suerte arreglaron los papeles para cuando iba saliendo del lugar, rápidamente se despidió de su amiga y se fueron con destino a su hogar, donde ya los estaba esperando una señora de cabellos cafés en la entrada.

Como todo fue a escondidas de la señora de la casa antes de que el pequeño bajara Reiji le dio el contexto más corto y claro posible a su esposa, quien no dudo en ir por si misma a bajar al pequeña — Pero que niño más lindo — Sin temor a un rechazo cargo al infante quien la abrazo diciendo "Mamá" en repetidas ocasiones esto hizo que algunas lagrimas bajaran por su rostro, pero eran lágrimas de felicidad — Gracias por traer a mi hijo mi amor — No pudo evitar robarle un beso al mencionado, pero eso si le tapo los ojitos al nuevo integrante de la familia — Vamos adentro a cenar hoy prepare arroz, curry, ramen de cerdo e hice pay de queso — La felicidad de Ani fue lo mejor del día sin duda para los tres Kageyama.

Teikoku no Rekishi o Sai Kochiku SuruDonde viven las historias. Descúbrelo ahora