Capítulo 4: Somos noticia nacional familia

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— En primera, soy una mujer y si, si soy una señora — Estaba más que claro que muchas miradas se fueron contra ellos desde que se escucho el fuerte golpe, a este punto algunos ciudadanos presentes ya tenían sus celulares gravando el suceso — En segunda, nadie puede pasar corriendo en un sábado por la mañana con la tonta excusa de que se le hace tarde para ir a la escuela — Regañó bajo su lógica.

— No es nuestra culpa que tenga el cuerpo tan duro y la complexión de un hombre — Replicó otro de los jóvenes — Además, si tenemos prisa por llegar a nuestro instituto por que nos encanta estudiar — Mintió descaradamente.

Al ver mejor los uniformes que todos el grupo de tres portaba solo rodo los ojos — Querido, a tus estudiantes si que les faltan algunas clases de buenos modales, me gustaría darles esas clases personalmente — Se quejó con su esposo, quien rápidamente se acercó a los jóvenes adolescentes que temblaron por su vida.

Reiji no muy feliz soltó un suspiro cansado, su amada estaba bien al igual que su hijo, eso era lo bueno del momento, pero su semblante serio regreso — Ustedes no son mi responsabilidad hasta pasado mañana, pero de una vez les vengo diciendo que para la otra que busquen llegar temprano a sus clases extracurriculares no vengan a los arcades del centro comercial primero — Advirtió para algunos de sus estudiantes más problemáticos, en los rostros de los jóvenes la pregunta ¡¿Él líder tiene familia?! Estaba más que presente — Ahora váyanse de mi vista, que no soportaran ni el primer entrenamiento — Aseguró.

— Ustedes son malos, discúlpense con mi mamá — Exigió el pequeño castaño, después de recoger los lentes de Ani y entregárselos a su dueña, de paso les sacó la lengua — Papá, se tienen que disculpar con mi mamá por sus malos comentarios y su actitud tan fea — Sus palabras sorprendieron a su nueva familia, ya que a pesar de estar chiquito entendió perfectamente la situación, supo como reaccionar ante tal cosa.

Las miradas de todo el lugar lograron perturbar la paz del pequeño castaño quien se escondió detrás del vestido azul de su madre — Mi pequeño tiene razón, espero su disculpa por correspondencia o aquí mismo, ustedes decidan — Por comodidad cargo en brazos al niño de banda roja.

Estaban entre la espada y la pared, si o si, necesitaban disculparse con sus acciones, su entrenador de equipo ya los tenía justo en la mira, desde antes que iniciara un nuevo ciclo escolar, sin más tuvieron que hacer lo que un mocoso de poca edad les ordenó — Lo sentimos — Hizo una reverencia para los mayores mostrando su derrota, cuando se dio cuenta que estaba hablando solo, les dio un golpe en la cabeza a cada uno de sus amigos para que estos también se disculpaban — No quisimos ser inoportunos con nuestras prisas, también hablamos de más — Cuando alzaron sus cabezas tomaron sus cosas en busca de tirarse del lugar — Esperamos que esta situación no se vuelva a repetir ni con usted ni con nadie más, cuidaremos mejor nuestros actos —

Antes de que se fueran se le ocurrió hablarles por sus apellidos, unos tan conocidos para la alta sociedad de Japón — Sakuma, Genda, Daiki, pásenles el recado a sus padres de que en la semana los iré a ver, y espero que sus primos ya puedan caminar por que mi hijo necesita compañeros de juego — Ni polvo quedó, en un dos por tres, los mencionados desaparecieron de la vista de todos.

— Vaya niños de ahora — Rodó los ojos todavía molesta — Si mi padre en vida me hubiera visto hacer un numerito de estos en pleno paseo, un buen golpe es lo que me hubiera ganado, me tiraba los dientes — Replicó la castaña de ojos azules al darle besitos a su retoño, los tres quisieron regresar a su tranquilo día de compras, pero tranquilo ya ni iba a ser — Tú no serás como ellos mi niño, eso tenlo por seguro —

— Si mami, yo me portare bien — Aseguró, él niño de ojitos cafés al abrazar más a la mencionada, de paso pico su mejilla con su dedito a forma de juego.

Lo malo ahora era que a la familia Kageyama muchos ojos los seguían intentando disimular, fue bastante normal para los adultos tener a muchos siguiéndoles a donde sea que fueran, las cámaras ya estaban más que enfocadas en ellos y las noticias del incidente fueron opacadas, gracias al nuevo tema de conversación de todos los japoneses con ¡ÉL HEREDERO DE LA FAMILIA OYUKI KAGEYAMA ES ABRUMADO EN SU PRIMERA APARICIÓN PUBLICA EN UN CENTRO COMERCIAL, DESPUÉS DE UN PEQUEÑO ACCIDENTE CON TRES JOVENES QUE ASISITEN A LA TEMIBLE TEIKOKU GAKUEN, ÉL INFANTE SE PUSO A LLORAR POR QUE NO SOPORTO LA PRESENCIA DE MUCHOS OJOS ENCIMA SUYO!

Eran ya la 1:30 de la tarde exactamente, cuando las primeras compras se detuvieron para dejar todo lo que tenían en manos en el auto de la familia, no eran pocas bolsas a decir verdad.

Al pasar algunas tiendas uno de sus celulares llamó su atención — Mis amores tengo una llamada, los alcanzo en el auto, Reiji cuida que nadie abrume a nuestro niño por favor — Por un momento Ani tuvo que alejarse de su preciada familia por la interrupción de su mejor amiga, quien le paso como estaban las noticias y todo el chisme relacionado con ellos, de paso los invitó al cumpleaños de su pequeño sobrino el día de mañana en su mansión.

Al caminar sola por su cuenta solo se puso sus lentes con bastante estilo y sin ver a quienes le seguían llego con sus dos familiares — Propongo que tomemos un pequeño descanso para ir al cine, así nuestro niño se alegra con algunas cosas —

— Me parece una buena idea — Contestó, él líder al cerrar con llave su lujoso deportivo — Qué dices hijo ¿Quieres ir al cine? — Preguntó al cargar al niño de ojos chocolate.

— Si, si quiero — Nunca había ido a uno o no lo recordaba, pero en cualquier lugar con menos gente estaría bien para él, por que ya le habían caido gordo las personas que parecían hormigas tras un cubo de azúcar.

— Perfecto, entonces vamos y tu escogerás lo que veremos, también lo que quieras comer — Oyuki le dio un beso en la mejilla a su pequeño, sin querer le dejo embarrado la forma de sus labios y su labial en la mejilla — Antes de eso, quietos ambos, quiero una foto — Hizo lo que dijo, cuando tuvo lo que quería limpio la mejilla del menor con una toallita húmeda.

— Por cierto Anini ¿Quién te hablo hace un momento? — No era celoso en público, sus celos rara vez se hacían presentes, solo esperaba que no fuera de Italia por que acababan de llegar de allá y no sentía necesidad de regresar ahora mismo.

Caminar al cine más cercano no les tomaría más que 10 minutos, así que en ese tiempo aprovecharon para tener una conversación exprés sobre como su hijo se la estaba pasando, también le dejaron en claro que al formar parte de su familia algunas cosas como el hecho de tener a muchas personas siguiéndolos a todos lados iba a ser completamente normal, que venían de familias deportistas, específicamente el futbol, sus trabajos, entre otras cosas.

— No te preocupes Reiji, solo fue Bella, me contó las grandes noticias en las que somos protagonistas — Hizo un ademan algo exagerado — Además de que nos invitó a la fiesta de cumpleaños de su sobrino, es mañana en su casa — Escuchar dos cosas en una oración hicieron brillar los ojitos del pequeño de banda roja, "Fiesta y cumpleaños" — ¿Quieres ir mi amor? — Le preguntó a su retoño, quien con algo de inseguridad afirmo con la cabeza — No te preocupes Mamoru, su sobrino tiene tú edad o es mayor que tú por un año, así que te llevaras bien con él, puedes hacer amigos porque habrá más niños — Tener compañía desde la infancia era algo que todo niño necesitaba, no le gustaría ver a su hijo solito jugando sin compañía, ella vivió algo de eso, y desde su experticia, era aterrador. 

Teikoku no Rekishi o Sai Kochiku SuruDonde viven las historias. Descúbrelo ahora