Capítulo 20: Mis primeros amigos y aliados 3

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— Por supuesto — Mamoru le dio la patrulla que tenía en su mano al infante de parche, quien con una gran sonrisa empezó a perseguir el otro automóvil — Alcánzame Jirou — Sin quitar su tan grande sonrisa los pequeños siguieron jugando hasta que llegó el tiempo de comer un delicioso postre de chocolate con helado, por razones simples los niños fueron a quienes se les sirvió primero, gracias a la ropa de Kínder que usaban no quedaron todos sucios, ni el mismísimo Kojiro ensucio su ropa.

— ¿Cuál es su helado favorito? — Aquella pregunta por parte de Jimon dejo a sus amigos pensando un poco.

— Vainilla — Quien contesto al instante y sin titubear fue el pequeño de melena de león — Mi paladar es muy delicado, el chocolate me amarga y la fresa me hostiga, me gustan otros sabores de helado, pero mi favorito es el de vainilla — Explicó por mero gusto al tomar los bloques de nuevo.

Jirou se quedó escuchando con asombro la explicación tan detallada y fina que había hecho su amigo — Eres admirable Kojiro — Halago al sentarse en el sillón — Mi favorito es el de chicle y el de menta —

— Esos sabores son tan buenos que si los comemos todos se nos va a congelar el cerebro — Bromeo el castaño de traje verde y corbata al mismo tonó — Yo no sé cuál sería mi favorito, pero sin duda uno es el de chocolate — Ahora sentía la necesidad y la emoción de probar más sabores de aquel cremoso oro frío — ¿Y para ti cual es tú sabor favorito? —

Sus chinitos se movieron de un lado a otro buscando una respuesta tan clara como la de sus amigos — Yo digo que mi favorito es el de limón — Una charla tan importante para los infantes, solo era un momento tierno para los adultos presentes.

— Tenemos que probar más sabores de helado entre nosotros para decidir que helado es el mejor — Propuso el niño estrella de la reunión al reír acompañado de sus nuevos amigos y aliados.

Sin que ellos lo supieran o notaran, los adultos ya habían decidido parte de cómo sería la vida estudiantil de los cuatro pequeños, la decisión más relevante y sencilla fue que hasta el nivel medio permanecieran juntos, en la misma escuela y en el mismo salón de clases.

— Entonces, cuando entren al prescolar empezaran a entrenar bajo mi tutela, buscaremos más integrantes a lo largo de los años que quedan para asegurarnos que tengamos los mejores once desde niños — El líder de la casa donde la reunión se estaba llevando moría de ganas por empezar su nuevo modelo de entrenamientos — Buscaremos prospectos para todas las posiciones, necesitamos que ellos no sean los peones, si algún peón se daña lo retiraremos, esperemos que no sea así — Cambiar y cambiar jugadores no era algo que le diera miedo ni mucho menos le perturbaba — Esto será muy interesante de crear — Hizo una pequeña pausa para acomodar sus lentes — ¿Alguna otra sugerencia para nuestro plan? — Si con otros jugadores que no eran nada de su familia se emocionaba, con más razón estaba emocionado por la presencia de su hijo "Y así mi venganza contra Daisuke Endou seguirá su curso, no me importa que todos los Endou de su familia ya estén muertos, mientras mi campeón no se deje bajar por nadie sabre que todo lo que he hecho es realmente perfecto"

— No señor, por el momento no se nos ocurre algo más — El líder de la familia Genda dicto lo que las otras dos familias y la propia tenía reflejado en su mirada.

La señora de la casa por su parte agrando su sonrisa — Quiero que más socios se unan al juego saben — Sus ojos azules como el mar iban de un lado a otro — Yo se que el señor Kido no tiene ni familia ni hijos, él puede adoptar algún niño del Sun Garden para colaborar en nuestro equipo — Sus palabras tomaron por sorpresa a más de uno — También la familia Kira puede entrar en nuestro juego, ellos tienen un gran historial académico, así como los Suzuno —

— Bueno, si es eso necesitaremos médicos y especialistas para que ninguna de nuestras estrellas sufra — Agregó el padre de los Sakuma — Conozco un medico de apellido Goenji que puede ayudarnos si le hacemos un gran favor a cambio — Era su medico de cabecera y confiaba bastante en él.

— Me parece buena idea el integrarlo, así si también tiene hijos serían unos buenos conejillos de indias — La platica de los adultos se vio interrumpida por un pequeño niño de cabello claro — ¿Qué pasa Jirou? — Preguntó el entrenador de Teikoku Gakuen al sentir el jalón del infante, aun que fue raro que fuera por él y no se dirigió a su familia.

— Señor Kageyama — Le llamó al soltar el pantalón del adulto — Rei me dijo que le hablara a usted — La petición sonó algo particular ya que su hijo se veía bien y no se veía lastimado — Por favor venga — Insistió el infante en que fuera con él.

— Reiji anda, ve con Jirou, de seguro Mamoru tendrá algo importante que decirte — Ani apoyo al niño de parche con su característica calma y sonrisa de madre amorosa.

— Bueno, si me disculpan regresare en un momento — El adulto se tuvo que levantar de la mesa para ir a atender a su hijo — ¿Qué pasa campeón? — Le preguntó al cargarlo sin perder tiempo.

Mamoru al ver que su amigo si consiguió que hiciera su pequeño encargo cono éxito le estiro los brazos al adulto para que lo alzara — Papá ¿Cuándo entre al Kínder puedo estar en la misma escuela que mis amigos y mis primos? —

No se imagino que su retoño pidiera eso ni mucho menos que ahora lo hiciera, se suponía que los niños no lograban escuchar su conversación, pero sonrió complacido ante la petición — Por supuesto, los cuatro estudiaran juntos —

Al paso de unas horas más, las familias dieron por terminada la reunión, cada familia se fue yendo cuando se vio prudente por lo lejos que vivían unas de las otras, fue así hasta que los Kageyama volvieron a quedarse solos, por el cansancio de la tarde, fueron directamente a la cama a dormir.

Desde ese jueves el tiempo se pasó volando, fue tan rápido que ya habían transcurrido tres meses y un poquito más. El día de descanso favorito de Rei Kageyama eran los sábados, ya que ese día únicamente lo pasaba con su papá, porque, a petición de su mamá, se les ordeno tener más contacto entre ellos, más que nada era un tiempo de calidad padre e hijo.

— ¿Hoy a donde vamos a ir papá? — Preguntó aquel niño de cabellos cafés que ahora vestía un traje morado con zapatitos negros y su típica banda en color blanco.

Ambos hombres salían de la casa después de comer, acordaron dar un paseo para pasar el rato, pero el celular del líder tuvo que sonar cambiando un poco los planes del par — Le haremos una visita a un amigo mío, así que nos dirigiremos a la mansión Kido —

— Oh, ya veo, me suena divertido, yo quiero conocer al señor Kido — Medio había escuchado hablar de aquel hombre, más ir a visitarlo le parecía algo excelente.

Cuando subieron al automóvil fueron conversando de varias cosas, como el último partido de futbol de la temporada tanto profesional como escolar, una cosa que se les hizo costumbre es que Mamoru no se perdía ningún partido de Teikoku Gakuen, su padre siempre lo llevaba para que conociera el poder y el legado de su futura secundaria.

Teikoku no Rekishi o Sai Kochiku SuruDonde viven las historias. Descúbrelo ahora