Teikoku no Rekishi o Sai Kochiku Suru

Capítulo 22: KIDO'S

No tuvo otra opción más que hacer caso porque en verdad quería su balón de regreso — No tengo amigos ya, mis amigos ya fueron adoptados y solo tenía a mi hermana menor, pero ella también ya fue adoptada, así que para distraerme un rato me pongo a jugar yo solito — Dio la explicación que querían, pero su balón no regreso a sus pies — Señor, me puede dar ya mi balón por favor — Insistió al proteger su otra pertenencia con algo de temor porque también se la quitaran, como aquel hombre no le estaba dando buena espina prefirió insistir aunque fuera grosero — Disculpe, pero ¿Si me va a devolver mi balón o no? Porque si no me lo da lo voy a tener que acusar con la encargada — Sus ojos rojos regresaron al esférico, más cuando se dio cuenta de que miraban el objeto en su mano lo escondió detrás de su persona "Nadie me va a quitar mis cosas ya, estoy harto de que todo lo mío se vaya de mi lado, mis papás, mis amigos e incluso me alejaron de mi hermana".

— Tienes coraje y carácter me agrada bastante — Decreto por fin el señor Kido cuando se digno a responder — Hagamos un juego, si me quitas el balón te lo devolveré — Retó al infante quien gruño de enojo.

Sin decir nada, pero apoyando desde atrás, Kageyama junto con Akane estaban que se morían de la risa ante el duelo, ellos no creían que el mismísimo Kido hubiera propuesto algo así, en contexto, Kido no era nada bueno para los deportes ni mucho menos para el futbol, tenía dos pies izquierdos como yo para bailar.

— Esta bien, acepto el juego, pero en verdad me regresa mi balón — Acepto de mala gana al momento de tener frente a frente al más alto — Si gano me deja en paz —

— Y si yo gano, tendrás que hablarme más de ti — Ambos aceptaron el duelo con una serie de miradas.

Así empezaba un pequeño enfrentamientos entre futuros padre e hijo, a sorpresa de los otros dos adultos — ¡Deme mi balón ya! — Kido pudo hacer algo decente con respecto a dominar el balón y no dejar que el niño lo recuperara, más algo que no se esperaron fue ver como Yuto pateaba la espinilla del adulto con desquite, quien se tiró al piso para sobar su pierna, por obvias razones los otros adultos presentes se tomaron el estómago de tanto reír — Es mi balón, no pienso seguir jugando a esto — Sus ojitos rojos delataban cansancio y enojo, ya habían pasado muchas cosas para un pequeño infante que apenas entendía el mundo, al levantar su mirada corrió a donde estaba la dueña del lugar — ¡Encargada, encargada! — Le llamó al tener algunas lagrimitas rebeldes en su rostro — ¡Ese señor me está molestando, me quería quitar mi balón! — Acusó al mayor que apenas se estaba levantando del duelo — ¡Me irrito mucho! — Cuando la mujer lo abrazo con pudo evitar ver a Kageyama, él le dio miedo, así que se hizo bolita con la señora — Ese señor es malo, solo me está molestando — Agregó mientras apretaba su revista junto con su juguete

— Oh, Yuto, no tengas miedo pequeño — Como lo hacía con sus hijos, empezó a darle palmaditas en la espalda al castaño de ojos rojos — Si vi lo que te hizo el feo y viejo de Kido — Se burlo de su amigo por la forma tan torpe en que sacudía su ropa, lastima que no había venido con su mayordomo para que le ayudaran con su ropa — Mira, mejor hagamos las cosas bien — Le dio un pequeño besito en la frente al niño para que se calmara — Yuto, te presento a uno de mis amigos más cercanos, él es Kido Kenta —

— Un gusto jovencito — Saludo al niño a una distancia prudente, Yuto seguía algo enojado por todo el espectáculo que le había hecho pasar hace un momento.

— Él es un empresario muy importante actualmente, su rama principal se basa en la construcción de grandes edificios y rascacielos, hoy vino de visita con el objetivo de encontrar un nuevo integrante para su familia — Le dio contexto y esperanza de ser adoptado por fin al niño en sus brazos — Íbamos a la sala para presentarle a los demás niños, pero al verte jugar de esa manera cautivaste su atención —

"Si él es un gran empresario, quiere decir que tiene mucho dinero, y bueno, si me adopta, buscaré la forma en que también adopte a mi hermana, así podremos estar juntos de nuevo, pero ya fui grosero con él, no sé si en verdad le agrade tenerme en su familia" Sus pensamientos le obligaron a secar sus lágrimas "Yo no quise ser grosero al inicio, él fue el primero que se portó de mala manera" Si la señora Akane decía la verdad esta noche ya no dormiría en el Sun Garden — Mucho gusto señor, mi nombre es Yuto Ono — Se presentó el pequeño sin soltar a la de cabellos carmesí.

Con la simple mirada la señora Kira dejo que Kido cargara al pequeño Yuto en brazos — Siento hacerte irritado pequeño, pero no sabía como acercarme a ti cuando te vi jugar solito — Fue sincero, tanto que sus disculpas hicieron que el infante lo abrazara con más confianza — Vamos a platicar un poco ¿Te parece? — Solo recibió un asentimiento como respuesta — Akane iré con él niño a charlar un momento —

— De acuerdo, tómense su tiempo — Cuando ambos futuro padre e hijo se alejaron la peli roja regreso a donde estaba Reiji cargando a un bonito Mamoru que comía una paleta de caramelo — ¿Qué te pareció el niño? —

Sin que le preguntaran a él como tal, prefirió levantar la manita tomando la palabra — Yuto es un genio nato, él es incluso más listo que yo, es un estratega increíble — Opino el infante al recordar como Yuto organizaba a todos para jugar con los juguetes sin que hubiera problemas, o cuando les leía algunos libros — Puede ser muy buen elemento para que juegue con nosotros —

Ante las palabras de Rei, ambos sonrieron complacidos de que habían hecho una gran elección, ya había un nuevo integrante en la familia y eso era de celebrar, para no perder el tiempo afuera sin hacer nada, los tres fueron dentro de las instalaciones, por la hora el señor Seiyiro vino por su esposa acompañada por sus hijos, más al ver a Endou empezaron a jugar entre los cuatro, mientras que los adultos hablaban de papeleo y asuntos de adultos.

En los juegos del Sun Garden se encontraban dos personas platicando de la vida, Yuto seguía en los brazos del adulto quien le pidió poner sus pertenencias en una de las bancas para que estuviera más cómodo, el niño acepto al estar sentirse en confianza con el adulto.

— Mi familia nunca fue de mucho dinero, más vivíamos bien, teníamos nuestra propia casa en un edificio algo céntrico, era un apartamento grande a decir verdad, nunca tuvimos lujos, pero nunca nos faltó ropa, comida o amor — Recordaba perfectamente aquel hogar donde había nacido y crecido — Mi mamá era una artista en crecimiento, le gustaba mucho la pintura y la fotografía — Lo triste para Yuto era no recordar el nombre de sus verdaderos padres ni los rostro de algún otro familiar, pero asumía no tener, porque nadie había venido por ellos desde lo que paso con sus papás — Papá apoyaba mucho la carrera de mamá, él siempre se esforzaba por que no le faltaran lienzos ni pinturas — Hizo una pausa más antes de seguir — Cuando mi hermanita llego, mamá dejo de pintar un poco para cuidarnos a ambos, pero yo la ayudaba a cuidarla para que ella siguiera pintando sus obras — Cuidar a Haruna era un verdadero reto — Papá era un empresario pequeño que por cosas del trabajo viajaba mucho, mamá nos cuidaba a mi hermanita y a mí la mayoría de las veces — Suspiró al llegar a ese momento traumático en su niñez — Pero... Bueno... La cosa es que, mamá decidió acompañar a papá a un viaje importante de negocios a China, habían llegado bien, esa semana que pasaron allá fue linda para ellos, nosotros nos quedamos al cuidado de una amiga de mamá, más en el vuelo de regreso ocurrió la desgracia — Sus ojitos se llenaron de lagrimas y su voz se quebró — El avión regreso bien, pero cuando aterrizo fue un aterrizaje forzoso, no alcanzo a llegar a la pista y se desplomó — Yuto ya no consiguió seguir narrando los hechos, simplemente se dejo romper en brazos del adulto, los que fueron pujidos leves se convirtieron en llantos desgarradores de un niño sin consuelo — Perdimos la casa... Y todo lo que teníamos para pagar los gastos funerarios por que la aerolínea no se hizo cargo de sus errores — Apretó sus ojos fuertemente, además del abrigo de quien lo cargaba — Yo solo pude conservar mi balón y mi revista, eran de mi papá —