Capítulo 7: El mayor secreto a voces

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— Para mi es una buena idea, sería divertido ver como nuestros papás intentan quitarnos el balón — Hiroto estaba de acuerdo por que se sentía seguro de que podía bailar fácilmente a sus padres — A papá le duele la rodilla así que estoy más que confiado en que no va a querer jugar —

Hitomiko ahora que estaba con ellos comiendo su pastel se lo pensó dos veces para opinar — Yo también juego, quiero ser media — Era la que menos jugaba fútbol de sus hermanos, pero eso no le quitaba que le gustaba el deporte rey tanto como ellos.

— Puede que nos equivoquemos y ellos nos terminen haciendo morder el polvo — Suzuno no estaba del todo seguro en aceptar un reto contra los presentes.

— ¿Por qué dices eso? — Preguntó un enano de ojos verdes al ver con atención al cumpleañero que disfrutaba una paleta de hielo, otra golosina que les dieron a los menores porque hacía calor.

La cuestión le pareció extraña al de cabellos blancos — ¿Cómo que por qué? — Hizo un claro gesto de ¿Es enserio? — Por si no lo saben, y están ciego del mundo de la fama — No era por burlarse, Fuusuke siempre era muy directo — Tenemos a grandes leyendas del fútbol presentes así como de otros deportes que son increíbles — Al ver que no comprendían sus palabras se levantó rápidamente para ir a pedirle su celular a su tía quien después de negar un par de veces se lo dio — Miren bien — Busco en internet el nombre de cada uno de los presentes para destapar la vista de sus amigos.

Quien salió en la primera búsqueda fue Seiyiro Kira, mostrando una breve historia de su juventud, en resumidas cuentas, la información daba datos de un gran saltador de pértiga de talla mundial, también se le otorgaba el récord mundial por el salto más alto y él que más tiempo había estado activo en ese deporte.

— Ahora que lo recuerdo, escuche que papá se lastimo en una caída de entrenamiento y en sus últimos juegos olímpicos se retiro — Hitomiko no sabía a ciencia cierta qué había pasado con la carrera deportiva del mencionado, más a veces su mamá le contaba algunas cosas de cuando ellos eran más jóvenes.

Al seguir con el teléfono en manos. Una persona tenía que salir si o si relacionada con él primer buscado, nada más y nada menos que Akane (Chiba) Kira, en sus buenos tiempos fue una arquera de arco con bastante habilidad, no había tablero que su flecha evitara tocar los puntos máximos. Su carrera fue corta por que gracias a unos rivales envidiosos su vista se fue deteriorando al recibir un golpe que según fue por accidente, pero gracias al poder económico de sus padres un doctor Alemán le ayudo a detener ese problema, por otro lado, antes de rendirse y aventar la toalla, pidió un último reto contra aquellos que la lastimaron, donde salió vencedora por una cantidad de puntos inimaginable, también tenía un récord que hasta ahora nadie había podido superar.

— Mamá es increíble — Tatsuya ahora entendía por qué había arcos en vitrinas en los pasillos de su casa — Me gustaría que mamá volviera a tirar, quisiera verla hacer su trabajo —

En tercer lugar quedaba la tía del niño de la casa, su historia estaba muy pegada a la de su mejor amiga, Bella Suzuno fue una jugadora de fútbol de gran renombre, su apodo "La dama de la emperatriz". Era causado por que siempre estaba al lado de Ani en el campo, desde que empezaron a jugar juntas, su dupla nadie la podía parar, tanto en defensa como en ataque, algunos trofeos estaban en su despacho personal al que Fuusuke casi no entraba por que temía romper algo sin querer. Otros de sus logros fue el patinaje artístico a una temprana edad, seguía relacionada con ese deporte, hasta tenía su propia academia en Inazuma.

— Ya ven mi punto, por eso les digo que nos van a hacer comer tierra — Suzuno chiquito solo miro con alegría a su tía quien parecía estar bien despreocupada del trabajo — Mamoru mira bien esto, por que tu casi no sabes de estas cosas —

El pequeño de banda morada se acercó más para ver lo que salía en el aparato de funda azul cielo — ¿Mi mamá y mi papá también? — Su sorpresa creció al notar como toda su nueva vida iba a estar repleta de cosas relacionadas con los deportes y más con el famoso balón pie.

Para la posición número cuatro el apellido Kageyama ya estaba tomando fuerza, marcaba desde lo que paso con él padre de Reiji, la historia de porque su actual abuelo de Mamoru había dejado de lado a su familia, lo que su padre hizo por levantar el nombre de su familia, pero algo no le cuadro mucho, pudo ver como un señor que portaba una banda naranja como la que le dio su madre bilógica era mencionado, eso despertó gran curiosidad, curiosidad que fue olvidada por que no le dejaron terminar de leer, solo siguieron con los logros del entrenador del mal, fue un gran futbolista que no tuvo tanto tiempo en pantalla, a pesar de ello, el anuncio de su regreso como entrenador opaco muchas noticias amarillistas sobre su persona.

— Mi padrino fue alguien de temer en la cancha por sus grandes estrategias — Comentó la niña de cabellos negros al voltear a ver a los adultos que seguían brindando con jugo en lugar de licor.

El en artículo que le correspondió a la señora de ojos azules como el mar. Los textos sobre Oyuki Ani empezaban bastante fuerte. ¡La emperatriz del campo y el fin de su carrera! Su carrera inicio en las ligas infantiles de Italia, destacando a los cinco años por haber hecho un triplete en un partido amistoso contra un equipo de fuerzas básicas de un club importante de su país natal. Desde ese entonces a sus padres les intentaban dar grandes sumas de dinero por que la niña jugara, claro que no falto uno que otro niño caprichoso que no la quería tener cerca por el miedo que generaba, después a los seis tuvo la oportunidad de ir a un cuadrangular a Japón donde conoció a Bella, por cosas del trabajo se mudaron al territorio Nipón, fue algo costoso aprender un nuevo idioma en poco tiempo, pero lo logros, así se le facilito adaptarse a un país totalmente diferente a lo que estaba acostumbrada.

Como tenía a su mejor amiga a su lado, desde la escuela hasta la ida a su casa nunca estaba sola, se sentía bastante extraña cuando dicha persona faltaba a la primaria por cuestiones personales, hay se dio cuenta que no todos los que la rodeaban eran buenos como su querida Suzuno.

A los ocho, grandes torneos se les vinieron encima, volvía a estar en boca de todos a su temprana edad, ahora su fama se había expandido a diferentes partes del mundo y más personas se interesaban por un prodigio. Cuando entró a la secundaria el equipo de fútbol del Raimon de aquel entonces la recibió bien gracias a su entrenador Daisuke Endou, agregando que por fin conoció al amor de su vida de quien no se apartaba por que las cosas del destino ordenaron que fueran en el mismo salón, ya no estaba con su mejor amiga quien tuvo que irse a otra secundaria a decisión de sus padres. A la edad de quince años su figura paterna falleció por culpa de un derrame cerebral y dos paros cardiacos, tan destrozada dejo de jugar una temporada, pero cuando estuvo a punto de rendirse una luz llego a su vida, dándole esperanzas para volver a ponerse de pie, claro que no terminaron de leer el articulo por que Kageyama Junior se levantó de golpe.

— Papás, mamás — Mamoru ahora lleno de conocimientos y valor se acerco a la mesa de los adultos con una sonrisa — Los retamos a un partido de fútbol — Habló por sus amigos, dejando congelados a los mayores quienes se la pensaron dos veces.

— Aceptamos — Y como era de costumbre Ani decidió por todos al saber que no se iban a poner de acuerdo — Será divertido amigos, vamos a jugar con los niños un rato — Cuando se levantó de su asiento los demás suspiraron para seguirla.

— Aviso que me duele la rodilla, si no hago mucho es que ya estoy viejo — Se excusó el más grande en edad de los Kira, provocando las risas de sus hijos — ¿Y ustedes de que se ríen ahora? — Como respuesta gano una mirada de "No sé" de parte de sus retoños.

Teikoku no Rekishi o Sai Kochiku SuruDonde viven las historias. Descúbrelo ahora