Capítulo 7

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Krampus como advirtió Antheia demostró ser feroz, complicado y sanguinario los únicos que podían controlarlo eran su madre y su hermano.


Epi amaba a su hijo pero le preocupaba su aptitud, no quería que hiciera daño a nadie y Nicolas también se preocupaba por Krampus y que algún día hiciera algo que captara la atención de los dioses.


Pero el espíritu/daimon, era tranquilo mientras no se le provocara se mantenía aislado, era frío y poco hablador excepto con su familia también tenía un sentido del humor oscuro y hacía travesuras. Pero al contrario de las que haría Hermes las suyas eran muy pesadas.


En una ocasión se coló en el campamento de las cazadoras de Artemisa y mató a los perros y lobos de todas cuando se despertaro nlas doncellas se llevaron una desagradable sorpresa, a lo lejos Krampus se reía de ellas.


Y no era lo único que hacía, en una de las fiestas/orgías de Dionisio en las que estaba Pan, Apolo y Claus comprobaron con horror que de algún modo habían sustituido el vino por sangre de algunas de las ninfas del séquito y además les añadieron agua del río Estigio haciendo que todos vomitaran y la garganta se les descarnara.


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—¡Ya es suficiente Krampus! ¿¡en que pensabas!? ¿¡quieres que te atrapen y te envíen al Tártaro!?—


Epimoní se paseaba desesperada mientras Nicolas intentaba calmarla, Krampus se mantenía tan frío y calmado como siempre, como si la amenaza del Tártaro no fuera nada para él.


Se lo merecían madre ¿crees que soy idiota? Se muy bien lo que esos bastardos te hicieron


Nicolas lo miró, tenía sus sospechas al ver que esas horribles bromas sólo eran destinadas a aquellos que lastimaron a su madre.


—Hermano aunque se lo merezcan es tentar a la suerte—


No sólo les hago pagar por hacer daño a mamá sino también es un castigo, han sido malos—


Krampus no era idiota, sabía muy bien lo que le pasó a su madre al igual que Nicolas pero a diferencia Nicolas el no tendría clemencia.


En ese momento notaron un aura divina que recordaba a los rincones salvajes de los bosques, se volvieron y Krampus con un gruñido feroz se abalanzó sobre la divinidad sin que Epimoní o Nicolas pudieran detenerlo.


—¡Espera Krampus no es un enemigo!—


Vieron a ambos Krampus arrinconaba a Pan y le oprimía la garganta para que no pudiera dar su famoso grito, el otro uso sus poderes para apartarlo pero no desanimó a Krampus quien desapareció en una ráfaga de nieve y se le oía reír.


—¡Krampus basta!—Nicolas intentaba encontrar a su hermano antes de que atacara al dios de lo salvaje.


Pan miró a su alrededor hasta que sintió unos monstruos de hielo ir hacia él, el dios tocó sus flautas entonando una hermosa música que hizo que las flores y vegetación se dispararan destrozando los muñecos.


Eres bueno Pan pero a ver como esquivas esto—


De la nada pareció Krampus abalanzándose sobre el dios, ambos lucharon mientras Epimoni y Nicolas preparaban sus poderes para detenerlos, Epi tenía los poderes mermados pero con la ayuda de Nicolas podrían.


Al final pudieron contener a Krampus y calmarlo, Pan observaba incrédulo a los hijos de Epimoní, sobre todo a quien se llamaba Krampus, pudo ver que al igual que él y su hermano era un espíritu pero era más oscuro y violento, sabía que a este paso se descontrolarían sus poderes.


—¿Porqué has venido?—Epi le preguntó al hijo de Hermes.


El sátiro se veía avergonzado y apurado se miró las pezuñas mientras jugueteaba con sus flautas.


—Vine a hablar contigo...debí venir hace mucho pero la cobardía y la vergüenza me lo impedían. Sé que no tuviste nada que ver con lo de Leto o traicionándonos, y que Claus se uniera a nuestras fiestas, al principio estaba indignado y furioso pero él estaba tan roto y lleno de ira—


Krampus hizo un resoplido de burla claramente no creyendo lo que decía el dios, Epi y Nicolas estaban indecisos.


—Se que lo que hizo Claus no tiene ningún perdón, el y los demás que te hicieron daño vengo a pedirte perdón y no las merezco pero merecías saber esto—


Epimoní no sabía que sentir por un lado estaba furiosa por como su amigo estuvo sin dar señales pero entendía porqué muchos de sus amigos no pudieron acercarse debido a que fueron amenazados y no se atrevían con poderosos dioses.


—Ya veré pero una cosa ¿como has descubierto a Krampus?


—Sé que estuvo en la fiesta cuando nos hizo esa mala jugada pero había rastros de su magia era como la mía de la naturaleza pero una más agresiva lo mismo que Nicolasmiró con curiosidad al espírituAsí que ¿tú eres el misterioso espíritu que deja regalos a los que se portan bien y carbón los que se portan mal?—


—Sí—


—Veo que además de la naturaleza encarnas muchos aspectos positivos—Pan le sonrió pero luego se volvió hacía Krampus—Tú poder y naturalezas son mas agresivos, lo percibo si no controlas tu poder otro como yo te rastreará y no será tan comprensivos, te pido que me dejes entrenarte—


La pequeña familia lo miró asombrada hasta que Krampus se echó a reír, era una risa fría como los carámbanos de hielo que retumban y te hace grima.


¿Ayudarme?¿de verdad esperas que me lo crea?—

—Créeme si quieres o no pero si no controlas tus poderes te atraparán y ya has provocados la ira de más de uno, tu hermano Nicolas puede controlarlos pero tu tienes más dificultades al ser tu naturaleza más incontrolable pero puedo ayudarte


Pan quería hacer esto para compensar a Epi, ayudando a sus hijos era lo mínimo que podía hacer por ella.



El origen de Santa Claus y KrampusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora