El origen de Santa Claus y Krampus

Capítulo 9

El caos causado por Krampus no tardo en estallar, para disfrute de éste.

Para empezar la fuente de nectar había desaparecido los restos congelados, imposibles de derretir, Hebe misma la diosa de la juventud quien era la única con acceso a la fuente no podía y su sucesor Ganimedes tampoco.

Los Olímpicos estaban horrorizados, aún estaban recuperándose de las heridas graves sufridas por Poseidon y el resto de la familia de Epi que quería vengarla. Pero ahora encima esto, poco a poco fueron perdiendo su fuerza, belleza y agilidad ahora se veían como unos frágiles mortales de noventa años.

Artemisa por su parte ya no aparentaba una niña de doce años, con el rostro arrugado y pelo canoso parecía la abuela de las dos jóvenes cazadoras que estaban ante ella, la diosa derramó lágrimas por las noticias dichas de Zoe y Phoepe.

—No hay duda Krampus ha venido a vengarse de nosotros por nuestras acciones, estuve ciega con todo y sobre lo que ocurría en mi grupo de cazadoras pero ahora lo sé—

Una de las cosas que Krampus les hizo a ella y sus hermanos fue torturarlos en la isla de Delos mostrándoles cada imagen de cada tortura a la que fue sometida Epimoní hasta el punto de que las mismas heridas y lesiones de tortura aparecieron en sus cuerpos tanto físico como mental.

También le mostró las acciones depravadas de Tieara hacia la diosa y otras personas inocentes, a veces incluso acompañada de otras cazadoras, el sátiro se aseguró no solo de mostrárselo a ella sino a todo el panteón y hasta seguidores de la diosa, mortales, ninfas y sátiros.

Con eso era seguro decir que la caza había perdido el respeto de todos, desterrados incluso por los sátiros. Fervientes seguidores de Artemisa y sus cazadoras, sentían asco y decepción por ellas y las ninfas igual.

Ahora la diosa y su deshonrada caza casi desaparecida estaban en un páramo intentando encontrar al demonio cosa no muy fácil.

—¿Y si preguntamos a su hermano Nicolas?—preguntó Zoe, de los dos era el más compasivo y aún recordaba los regalos que siempre les dejaba a ellas y a sus hermanas de la caza.

Artemisa apoyada en un bastón se sentó con dificultad en una roca mientras sus dedos nudosos temblaban ¿miedo o incertidumbre? Tal vez ambos.

—Debemos intentarlo usaremos al resto de mis ciervos para localizarlo el Ceryneian Hind está con él—después del conflicto su ciervo preferido la abandonó a ella y a la caza para irse con su sobrino recién descubierto.

En otro lugar lejos de allí.

Un anciano de cabellos y barba grises caminaba con dificultad, teníaunas terribles cicatrices que le dificultaban más el desplazarse.Pero al anciano parecía no importarle o no tenía otra opción, poco a poco se dirigió a un grupo de tres ancianas que tejian, los tres destinos.

Sabemos lo que buscas pero no lo encontraras hijo de Zeus y Leto.

Claus perdiendo ya todo su orgullo se arrodillo ante las tres Parcas.

—Por favor mis señoras, os lo ruego no me importa lo que me suceda pero Epimoní no ella no puede desaparecer no es justo para ella y mis hijos—