02

1.6K 300 68
                                    

No sé en que momento, ambos comenzamos a correr, ni siquiera sabía que podía correr así de rápido, él me seguía tomando del brazo, para que siguiera su ritmo, no cuestioné hacía dónde ibamos solo le seguí el paso, me había quedado sin palabras ante la situación. Únicamente me concentre en no caer y seguir corriendo lo más rápido que pudiera para no quedar atrás. Lo que era realmente difícil.

Comenzamos a correr por el largo pasillo, mis pies estaban esforzándose en seguirle el paso pero era rápido y tampoco tenía yo condición física. Por lo que terminaba yo por estar ligeramente un poco más atrás que él.

— No te quedes atrás, maldita sea se están acercando — comentó desesperado — escucha, tengo mi auto en el estacionamiento, debemos llegar ahí niño, no me pierdas el paso, solo corre como nunca antes habías corrido — seguía jalando mi brazo y corriendo.

Estábamos bajando las escaleras hacia la primera planta cuando se detuvo en seco jalándome hacía atrás.

— ¿Qué pasa? — le cuestioné asustado.

— Ahí — señalo hacía la escalera — esa cosa ya no es humana, al menos no completamente — comenzó a voltear a los lados — usaremos las escaleras de emergencia, corre.

Nuevamente estábamos corriendo, pero ahora en busca de las escaleras de emergencia, las cuales estaban ligeramente más lejos. Cada vez había mas de esas cosas no humanas en los pasillos, el miedo me helaba la sangre, si no fuera porque el chico seguía sin soltarme, ya me habría detenido y seguramente estaría más muerto que vivo en estos momentos.

Comenzamos a esquivar a todo lo que se nos atravesaba en camino a las escaleras, cuando digo todo es literalmente eso, pasábamos junto a personas de distintas edades que lloraban y corrían asustados, pero nada de eso hizo que el chico que estaba conmigo se detuviera. En más de una ocasión uno de los infectados se había arrojado a alguna persona, para después arrancar con su boca alguna parte de su piel haciendo que gritaran de dolor. Yo intentaba no mirar a nadie, me sentía mal al dejarlos ahí a su suerte, pero el chico no se detenía y tenía el presentimiento de que si me detenía a intentar ayudar a alguien él no me dejaría y jalaría mi brazo o inclusive me soltaría.

Cuando al fin llegamos a las escales, ibamos a abrir la puerta cuando algo me jaló de la pie haciéndome caer con fuerza al piso.

Era uno de esos seres, estaba arrastrándose por el suelo y me había tomado del pie fuertemente.

El chico castaño volteó rápidamente cuando su mano soltó mi brazo, al darse cuenta que estaba en el suelo con uno de esos seres jalándome del pie, no lo pensó dos veces y pateó con fuerza su cabeza, pero fue en vano. Solo logró que se apartara un poco, pero después nuevamente estaba encima de mí luchando por morderme.

Esa cosa intentaba morderme y lo único que se me ocurrió fue quitarme un zapato y meterlo en su boca mientras luchaba para que me soltara dando algunas patadas que no lograban quitarlo, era un adulto de complexión más pesada y grande que la mía, por lo cual mis patadas no le hacían nada a su cuerpo. Por esto mismo comencé a sentir bastante miedo y desesperación, no dejaba de intentar morderme, se acercaba peligrosamente a mi rostro, pero yo intentaba mantener mi zapato en su boca. Al mirar a un lado, solo quise llorar, más de esas cosas corrían hacía mí. Y aquel chico castaño que había estado ayudándome ya no estaba.

Cerré mis ojos esperando a sentir alguna mordida y terminar con esto. Me estaba rindiendo al ver que ya no había forma de salvarme o de ser salvado.

Pero en vez de eso, sentí un peso menos encima de mí, abrí los ojos y el castaño sostenía un bote de basura lleno de un liquido rojo espeso, no me dejo preguntar nada, arrojó el bote de basura hacia los seres que se acercaban y tomó nuevamente mi brazo, para inmediatamente ponerme de pie para bajar las escaleras.

SAFE ZONE |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora