Treinta y seis.

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Su silencio es una inquietante tortura, ¿Pasan segundos? ¿Minutos? No tengo idea y eso me carcome

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Su silencio es una inquietante tortura, ¿Pasan segundos? ¿Minutos? No tengo idea y eso me carcome.

-No puedo hacerlo –Su respuesta me abre un agujero enorme en el estómago–, ¿Pides que te deje libre como si nada? –Niego–, ¿Qué olvide todo? 

-No, no, sé que hice muchas cosas y muchos errores para dejarlo asi pero enmendaría todo, trataría, haría lo que sea para tratar de reparar el daño causado. –Entrecierra sus ojos.

-Gabriel, no es tan sencillo.

-Sé que no lo es pero luchare por ello, no descansare hasta que enmiende mis acciones –Hablo con desespero–, tan solo necesito esta segunda oportunidad para demostrarte que mis palabras son tan sinceras como mis sentimientos hacia ti.

-¿Me pides una segunda oportunidad como asi? 

-No te lo estoy pidiendo, te lo suplicó, quiero enmendar todo con la ciudad, Adrien y contigo –Suplico–, no te lo pido para estar libre, sino para darte lo que alguna vez te quite.

Me dejo caer hacia el suelo, mis rodillas puestas ahí.

-No hagas esto. –Exclama avergonzada.

-Si debo suplicar otra oportunidad de esta manera lo haré –Anuncio firme–, si debo gritarle al mundo también lo haré, lo que sea.

-Debiste ser honesto hace mucho tiempo. –Rechaza rotundamente.

-¿Hubiera cambiado en algo? Sí de pronto llegaba y te explicaba quién era –Pregunto indeciso–, ¿Algo hubiera sido diferente?

-Quizás. –Contesta después de varios segundos.

-¿En qué modo hubiera sido diferente? –insisto.

-¡Porque hubieras sido sincero! En cambio tuve que descubrirlo y fue a tiempo –Baja la vista–, ¿Qué hubiera pasado si dejábamos pasar más tiempo? ¿Si tuviéramos más que perder? 

-Intente tantas veces pero estabas justo ahí, no podría creer lo que tenía justo enfrente y temí tanto perderlo –Se abraza–, porque soy un absoluto cobarde.

-Requiere más que solo pedir perdón. –Bajo la vista.

-No estoy pidiendo perdón, pido que me permitas reparar mi error. –Explico sin sonar ofendido.

-Es difícil reparar algo que está roto. –Suspiro.

-Sé que estás en tu derecho de negarte, ¿Fue tan tonto pedirte algo asi? –Vaciló–, después de todo es tu decisión y lo respeto, ¿Me entregaras hoy?

-No lo sé… –Arquea la ceja.

-No podemos estar asi, si tú no harás esto lo haré por ti –Señala–, ya que sabemos la verdad, tenemos que actuar, mientras más tiempo permitamos pasar, será más duro.

-No me atrevo porque no quiero que te vayas. –Afirma dolosa.

-Sabes que no me iré realmente, solo estaré… lejos. –Imita mi acción arrodillándose.

Crimen Favorito ‖Gabrinette‖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora